viernes, 22 de febrero de 2008

"Luís Benítez Córdoba"

Torneo de Golf de la Amistad 2008

Pedro Rizo
Desde el Green

Con la participación de más de un centenar de jugadores, este sábado y domingo de febrero se llevará a cabo el Torneo de Golf de la Amistad 2008 “Luís Benítez Córdoba”, en el Club de Golf de Xalapa.
A este evento deportivo asisten jugadores de clubes golfísticos de Veracruz, Córdoba, Coatzacoalcos, Puebla y Tehuacan, entre otras ciudades, según lo dieron a conocer Sergio Benítez Córdoba y Arturo Aguayo, organizadores de este magno torneo.
Benítez mencionó que este evento se realiza desde hace 15 años y que lleva el nombre de su padre como homenaje a él, ya que en vida tuvo buena amistad con todos los golfistas, por lo que anualmente y con el apoyo de los patrocinadores, se realiza este torneo.
El organizador también dio a conocer que en esta ocasión lo más importantes es que por primera vez se están dando como premio dos automóviles del año de reconocida marca, uno de los cuales se entregará al mejor O’yes general en los hoyos 3, 8, 12 y 17 de los dos días.
Otros premios más se darán a los siguientes siete O’yes, en tanto el otro auto se rifará durante la cena de premiación, la noche del 24 de este mes, aparte de otras sorpresas para todos los asistentes.
En esta ocasión, el torneo se jugará en la modalidad de parejas, por lo que en la categoría de caballeros habrá sólo la A y la B, pero en la de damas será la única. De igual manera, habrá trofeos para los dos primero lugares de estas categorías.
Finalmente Sergio Benítez dijo que el costo es muy accesible para todos aquellos que deseen participar, por lo que este torneo promete ser uno de los mejores del Estado.

jueves, 21 de febrero de 2008

¿Y dónde está Chendo?


Salvador Muñoz

San Andrés Tuxtla vivía preocupado. El hijo pródigo de esta tierra no aparecía. Días antes, se corría el rumor de que el legislador local estaba desaparecido. Lo peor, se temía un secuestro.
Medios de información, amigos, diputados, familiares, de la región tuxtleca empezaron a buscarlo en el celular que amablemente había dado en campaña, “para lo que se ofreciera, estoy aquí para ayudarlos”, había dicho.
Pero nada…
Se temía lo peor, pues si el teléfono estaba muerto… ¿cómo estaría el diputado?
Hasta que por fin, Alvaro Flores Rojas, el prosti… digo, el sustito, perdón, el sustituto, habló:
“Pueblo de San Andrés Tuxtla… ¡no os preocupéis! Chendo, nuestro Chendo, goza de cabal salud, sólo que se encuentra alejado del mundo mundano, para prepararse, así como lo hizo Jesús, y regresar a su pueblo en busca del voto en dos años…”
Sin embargo, no fue convincente. Exacto, nadie creía que se estuviera preparando, por lo que de inmediato, se boletinó una foto del diputado a todos los medios de información, llegando hasta “Noticias Primero” donde Carlos Dolor de Muela anunciaba su desaparición:
–Querido auditorio, si usted ha visto a este político, cuide sus bolsillos, y no le crea lo que le dice, mejor vaya y cuénteselo a quien más confianza lo tenga…
La respuesta mediática fue inmediata, pues a los pocos segundos, entró una llamada telefónica… ¡era el diputado Chendo, quien pedía aclarar que no estaba desaparecido!
–Gracias Carlos por la oportunidad que me brindas…

–¿Dónde anda diputado?
–Pues cumpliendo mis promesas…
–¿De campaña?
–¡Pues sí, de campaña!
–¡Oiga, qué gusto! Pocos políticos responden a sus promesas, cuando llegan al poder, se olvidan de la gente que les dio el voto…
–Eso sí que no, yo por eso también respondo a mis promesas con votos…
–¿Cómo?
–¡Pues con votos matrimoniales!
–¿No me diga que se casó? ¿Entonces cómo cumple sus promesas de campaña?
–¡Pues por eso! Le prometí a mi vieja que si ganaba la curul, ¡me casaba! Si no, ¿pues cómo?
–¿Lo dice por la dieta?
–No, yo a ella la quiero llenita… ¡como buen zacachuil!
–Me refiero a la dieta que le dan en el Congreso…
–¡Ah! Claro, allí sí me matan de hambre… pero por eso saliendo de las sesiones me paso al restaurante de mi suegra…
¿Y cómo va…?
–Pues voy de gorra porque no pago…
–Pregunto cómo va en el Congreso…
–¡Uyyy! ¡Hay mucho trabajo! ¡Imagine que ni siquiera he podido ir a mi tierra!
–Ahhh, me imagino, pero ¿qué me cuenta de Xalapa?
–Pues la verdad me gustaría que usted me lo dijera…
–¡Oiga! ¡Pues dónde está!
–No le digo que cumpliendo mis promesas de campaña… ¡me casé!
–¿Y dónde está pasando su luna de miel?
–Pues no es por presumir, pero ando en la Quinta Avenida…
–Oiga, majadero, es un programa que ven mujeres y niños, no ande contando sus intimidades… pero acá entre nos, ¿a poco los tegogolos son afrodisiacos?
–Don Carlos, dije “Quinta Avenida”, acá en la tierra de los Gigantes…
–¿Entonces no está en Catemaco?
–¿Por qué?
–Pues si no, estaría en la tierra de las Chiquitas…
–Don Carlos, creo que lo voy a tener que dejar…
–¿Y eso? ¿Va de chopin?
–No… ¡voy al baño! Y ha de ser por el chupín de champaña que me eché… con eso de que uno está acostumbrado a la chela…
–¡Oiga! Una última pregunta… ¿y cuándo regresa a los Tuxtlas?
–Dígale a mi gente que no se preocupe… en dos años estoy de vuelta para pedirles de nuevo los votos y pueden esta seguros de que no los defraudaré haciendo promesas sin cumplir…
–¿Y por qué está tan seguro?
–Porque esta ocasión, no voy a prometerles nada…
¡Y colgó!
Algún paisano vio la entrevista y le dijo a otro que Chendo estaba lejos, de luna de miel; el otro se lo dijo a sutano, de que Chendo ni “vive lejos”, que es bien “miel” y anda en la luna. Sutano le dijo a Perengano que Chendo ya no era diputado, sino astronauta, porque lo iban a mandar a la luna… y cuando todo el pueblo se enteró, no lo mandaron a la luna… sino a la…_______________(espacio disponible al lector para que escriba el lugar al que quiera mandar al diputado).

lunes, 18 de febrero de 2008

Jon, atrapado en los 60’s

Salvador Muñoz

Y ahí estaba el alcalde Jon, dotando de equipo deportivo a la escuela primaria Ayuntamiento de Veracruz de la colonia Reserva Tarimoya III. Balones de voleyball, de soccer y aros para entrenamientos gimnásticos. Todo iba bien, hasta que reparamos en su indumentaria: jeans, tenis all star, playera blanca y chamarra de cuero…
–¿Qué le pasó, alcalde? ¿Por qué viste así?
–Acá entre nos, ¡quedé atrapado en los 60’s!
–¿A poco estuvo muy bueno el espectáculo del Flamer?
–¡Para llorar!
–¿Para llorar?
–Sí, me trajo dulces recuerdos que me hicieron llorar…
–¡Ahhh! Bueno, ¿pero tanto para vestir así?
–Sí, pues recuerda que por mi edad, tengo una fuerte conexión con las canciones de aquellos tiempos…
–¿Y qué tienen que ver con esta época?
–¡Pues mucho! Por ejemplo: ¿Ves a esos seis regidores del PAN? ¿Sabes cuál les cantaría?
–¿No?
–“¡Ahí viene la plaga!” ¿Pero sabes cuál le dedicaría a José Ramón Gutiérrez de Velasco?
–¿“El rock de la cárcel”?
–¿Eh? ¡No sé! Por eso te preguntaba… ya que estás de metiche, ¿cuál podría cantarle a Yunes Linares?
–¿“El Perro Lanudo”?
–¿Mmm? ¿No le quedaría esa a Duarte? Digo, por la lana…
–Yo le cantaría “100 kilos de barro”… ¡es muy creyente!
–¿Y para Miguel Alemán?
–¡“El Pecador”!
–¿Por qué?
–Pues nada más dicen que fue a Xalapa este fin de semana a confesarse…
–¿A dónde?
–Pues lo vieron en Enríquez, aunque no saben si pasó a confesarse a la Catedral o a Palacio de Gobierno…
–Y a Miguel Yunes Márquez… ¿cuál le gustaría?
–“Payasito”, es muy romántica la canción…
–Oye, y para quedar bien con la Nena de la Reguera…
–“Mi suegra llegó (mi suegra llegó)…”
–No, esa no porque me regaña Paty y me da “Coello”… algo para mi esposa, ¿cuál me recomiendas?
–¡“Significas todo para mí”!
–“1-2-3 ¡Detente!”
–¿Qué pasó? ¿No está bonita la canción que le dije?
–Sí, pero también le gustan las canciones de Roberto…
–Bueno…
–No, el bueno bueno: Roberto Jordán… ¿y a mi hija? ¿cuál canción crees que le gustaría?
–¡“Angel de mi vida”!
–No sea mandado, reportero… porque ahora mismo le echo “Pólvora”…
–Le juro que hay una canción que se llama “Ángel de mi vida”, no le miento…
–“Olvídalo”…
–¡Las de Alberto Vázquez igual son bonitas! Pero le gustaría mucho: “Princesita”…
–Tienes razón…
–Oiga, pero ¿por qué lo veo tan ojeroso…
–“¡Anoche no dormí!”…
–¡No me diga que le siguen haciendo pasar corajes los ediles del PAN! Pero, ¿quién lo apoya?
–Mi secretario del Ayuntamiento…
–¿Cómo?
–Pues nada más le digo: “Hazme una señal” y ¡listo!
–¿Es como su “Confidente de Secundaria”?
–Algo así…
–¡Oiga! ¡Pues está bien! Pero no entiendo por qué está triste…
–Es que el tipo es muy bueno pero tiene defecto de canción sesentera…
–¿Por qué?
–¡Pues se llama “Tomás / uhuhuhuhuhu / Tomás / uhuhuhuhuhu / qué feo estáaaa!”
Y fue cuando descubrí por qué el alcalde fue doctor y no cantante, así que no me quedó más remedio que decir:
“Adiós mundo cruel /
Ya nunca te veré /
Sólo diré…/”

Atrapado en los sesentas


Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Ah, mi Flamer tan coqueto. Con sus pestañotas chinas y largas (naturales, eh). Con sus chapotas que muchas mujeres que usan rubor envidiarían. Tan multifuncional siempre.
¿A poco no?
O es que entonces qué hace el director del Instituto Veracruzano del Deporte, en pleno proceso de la Olimpiada Infantil y Juvenil, con la promoción de un evento denominado "Atrapados en los sesentas". Un conciertito, simpático, de remembranza para aquellos que vivieron la época y de paso para lanzar al mercado un par de discos compactos. Claro, Roberto Bueno Campos tenía que aparecer como el músico que es y bueno se entiende porque todo fue beneficio del DIF Estatal.
Qué bueno que fue un éxito total la tocada en el teatro de La Reforma. Y más porque me da puntos a mi favor que El Flamer no debería estar en el IVD. ¿Qué más pruebas se quieren? Y no es por mala voluntad, si hasta me cae bien el contador, pero he insistido que "zapatero a tus zapatos".
¿A poco no, así con su trajecito de luces no se ve bien? Para qué ponerle pants y tenis si lo de él es el glamour. No digo que corten a Sergio Villasana del Instituto Veracruzano de Cultura, la mera verdad no tengo ni idea qué hace o deja de hacer el ex director de RTV ahí, pero mi Flamer debería tener un hueso, perdón, un cargo ligado a los espectáculos, a la música, al caché; no embarrarse los zapatos (deben ser carísimos) en el pasto, tierra o lodo de las comunidades donde se debe promover el deporte. Eso no es para él.
Pero aparte, bien buena onda el contador, porque el día de la conferencia de prensa previa al concierto, envió un boletín (con remitente del IVD), donde aludía a "esa gran convicción de ayudar a los más necesitados", o también a "ese don de gente que le gusta ayudar, dejó los pants y los tenis para ponerse el traje de músico y con ello aportar para una noble causa, lo cual la gente se lo agradece". Es una verdadera joya, ¿no lo crees lector?
Ahora viene el momento de la Olimpiada Regional, el primer filtro fuerte para la realidad de Veracruz, en pos de mantener el noveno lugar nacional.
Si ese sitio no se mantiene, por lo menos, creo que la presión será más pesada para el director del IVD. Pocos se acordarán de ese magnífico compendio musical que se vivió la semana pasada en concierto y ahora en dos discos compactos.
Las pestañas chinas y largas, así como las chapotas, quedarán de lado, porque la consigna es muy complicada. Y no sólo por el regaño que pueda venir de arriba para Bueno Campos, sino por la lluvia de críticas que se le vendrán encima ante el fracaso, si es que no se mantiene la entidad entre los diez mejores del país en la Olimpiada Nacional. La voz del pueblo también pesa y poco servirá si recuerden que bailaron la música sesentera con las melodías de El Flamer Mayor.
Tan sólo hay que recordar que el gobernador Fidel Herrera Beltrán ha hecho historia, tras darle al IVD tanto dinero por primera vez. El Ejecutivo ya puso de su parte, ahora le toca a los de abajo cumplirle a él y a los veracruzanos, en este caso, dentro del ámbito deportivo.
Hasta la vista.

fhernandez1980@gmail.com

Buenos Deseos

Constitución Jubilable 3a… ¡y ya!

Juan Antonio Nemi Dib
Historias de cosas pequeñas

Entre las especialidades del menú se puede elegir el “Andouilette” tradicional de la casa con salsa, crema y papas “Pont Neuf” o el salchichón caliente “Lyonnais” con pistache y lentejas. Si le queda espacio, recomiendan su famoso gazpacho de frutas rojas con albahaca y helado de vainilla. Puede acompañar su comida con alguno de los 1’650 diferentes vinos de todo el mundo que tiene la impresionante cava del restaurante más ‘haute cuisine’ de México, ubicado en un hotel de la avenida Campos Elíseos (la de Polanco, no la calle parisina, por la que pasea la flamante y nueva madame Carla Zarkozy).
El restaurante –sucursal del original francés— seduce por varias cosas: tener el ambiente de mayor refinamiento en la Capital de la República, permanecer abierto las 24 horas y, por supuesto, garantizar exclusividad a sus selectos clientes.
Tristemente, unos 99 millones de mexicanos nunca serán esos clientes, nunca formarán parte del círculo de comensales superiores. No es sólo la imposibilidad que tendrían para cubrir 350 dólares promedio por consumo, sino otra dolorosa realidad más allá de la económica, que nos empeñamos en esconder y de la que preferimos no hablar. Baste con preguntarnos si un obrero, un campesino o un indígena –aún si tuvieran dinero con qué pagarlo— serían admitidos en el mundo glamoroso (“cool”, “nice”, “chic”, “high society”, “privée”) del que el restaurante forma parte, mundo que se reserva para unos pocos y que persiste muy al margen de las penurias, las limitaciones y la escasez cotidiana de la mayoría.
¿Racismo en México? Imposible, la Constitución lo impide. ¿Discriminación por origen étnico o condición cultural? De ninguna manera, la Constitución lo prohíbe.
Se reconocen 4 millones de mexicanos en condición de desempleo absoluto, pero es una cifra engañosa, pues hay millones de subempleados y dependientes de la economía informal, y eso sin contar con otros millones de “empleos precarios”, volátiles, mal pagados, opresivos, explotadores, pero que la estadística registra como “trabajos estables que cotizan al IMSS”. Aunque la Constitución tutela el derecho al empleo.
Sería injusto negar los avances: en 1955 la tasa total de mortalidad en México era del 13.15% y en 2005 fue del 4.45%. Sin embargo, unos 56 millones de mexicanos carecen de la protección de un sistema institucional de salud; con todo y esfuerzos como el seguro popular, este año morirán 18 de cada mil niños mexicanos, antes de cumplir un año de edad; buen número de mexicanos morirán a causa de enfermedades curables. A pesar de que la Constitución garantiza el derecho a la protección de la salud.
Entre 5 y 7 millones de familias mexicanas carecen de una casa funcional, lo que riñe con el principio constitucional que da derecho a “disfrutar de vivienda digna y decorosa”.
Así dice la Constitución, sin sarcasmos: “Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.” ¿Necesita una notificación, un desahucio, la copia de un expediente o –mejor— la desaparición de éste?, ¿cuánto está dispuesto a pagar por ello?, ¿y por un peritaje?, ¿y por la dispensa de autopsia?, ¿y por una sentencia absolutoria? ¿Cambió el significado de la palabra o debemos considerar “expedito” a un juicio penal que dura –en promedio— 20 meses?, ¿se denomina “pronta” a una resolución judicial sobre temas inmobiliarios que se prolongue al menos por 4 años, si todo “sale bien”?, ¿es realmente “imparcial” un sistema legal que prohíja enorme impunidad?
También dice la “ley fundamental” que: “Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que, mediante el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución.”
La terca realidad es muy otra: en 2006 la masa salarial mexicana representó aproximadamente el 30% del Producto Interno Bruto nacional, mientras que en España, por ejemplo, fue del 54.5% y en Europa del 57.8% para el mismo año. Esta cifra demuestra la insuficiencia de los salarios mexicanos pero también el hecho de que la tendencia estructural de la economía globalizada para acumular riqueza, aquí se nos vuelve salvaje y demoledora: muy pocas personas –cada vez menos personas— con muchísimo dinero –cada vez más dinero— y muchas personas –también en aumento— socializando penurias, cada vez más penurias. Dicen los que saben del asunto: “el problema no reside en la pobreza, sino en la desigualdad”, una desigualdad que de muchas maneras (teóricas) nos prohíbe nuestra llamada “Carta Magna”. Realidad mata propósito constitucional.
Calidad y cantidad de la educación. Prohibición de monopolios. Medio ambiente sano. Igualdad de hombres y mujeres. Reparación del daño a las víctimas. Administración pública eficaz y transparente. Federalismo en los hechos. Municipio libre con recursos. Enunciados verdaderamente poéticos que discurren por los reformados, actualizados, modernizados, corregidos –y vueltos a corregir— artículos constitucionales, preceptos que retratan cada vez menos nuestra realidad. Catálogo de buenos deseos.
Dadas las actuales condiciones de México, con su gran polarización y los enormes intereses económicos en juego, dada la precariedad del equilibrio entre las distintas fuerzas del escenario nacional, parece improbable que se genere el clima propicio para producir un nuevo pacto social; sería una verdadera epopeya titánica que sólo un loco se atrevería a convocar, por lo menos ahora. Sin embargo, es innegable que la Constitución vigente sirve muy poco para vivir en paz y desarrollarnos armónicamente, como individuos y como nación. Reformas del Estado, reformas electorales, reformas fiscales, reformas energéticas, no dejan de ser lo que son: paliativos incompletos, insuficientes, inconexos y hasta contradictorios.
No tengo nada contra la alta gastronomía francesa, al contrario. Me gustaría mucho que todos pudieran disfrutarla, sin exclusiones, sin discriminaciones, sin las modernas formas de esclavitud económica y de injusticia. Quizá al amparo de una nueva constitución, más eficaz, más viable, más cierta.