viernes, 16 de enero de 2009

Fin de año… ¿Nueva vida?

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

Al menos espero que mis lectores hayan celebrado felices, como yo, los días decembrinos; que hayan sonreído, dado regalos y abrazos, buenas nuevas y albricias, no importa que fueran repetitivos, empalagosos, sólo es cada año, porque de eso se trata, ser feliz y hacer feliz, o al revés, amar al prójimo, acordarnos del amigo, incluso del enemigo y mandarlo a otra vez a la chingada, digo, perdón, perdonarlo, amar al hermano, aunque sea igualito a uno, un hijo de su madre, que la vida es bella, ¿no más en estas fechas?
Fueron días en que hasta le creí al gobierno y sus compinches de los poderes legislativo y judicial, con la camada de ángeles y demonios, pos ya no sabemos a ciencia cierta quiénes y ni de qué se disfrazan los pinches delincuentes, a quién creerle, en verdad, a quién, pero por lo pronto, celebré el mes de diciembre y el inicio del año nuevo y por ser nuevo, todo es nuevo, hasta los impuestos, el alza de precios y los desempleados que a la vuelta de la esquina engrosarán la lista de mafiosos. Canté y sigo cantando, con Celia Cruz en “ La Vida es una Carnaval”: “Todo aquel que piensa que la vida es desigual, tiene que saber que nos es así, que la vida es una hermosura, hay que vivirla…”
La verdad es que estuve de buenas en el mes de diciembre y realmente le creí a mi presi Calderón, me dejó boquiabierto tanta brillantez y elocuencia, vaya, hasta creo que descubrió el hilo negro cuando afirmó que la corrupción empobrece a los mexicanos (a qué mexicanos se refería), encarece los productos y servicios que pagan las familias, eleva el costo de la producción de las empresas y vulnera la competitividad del país. Qué tremendo, nunca antes había escuchado algo así, ese es mí presi Calderón, ¡viva! También me maravilló cuando dijo, al presentar el Programa Nacional de Rendición de Cuentas, Transparencia y Combate a la Corrupción, que cero tolerancia y un “hasta aquí” del gobierno y la sociedad (carajos, me incluyó sin consultarme) a la corrupción, el soborno, la extorsión, las trampas, el influyentismo o el compadrazgo gubernamental (chin, pobre de mi compa Rafa, y ahora qué vamos a hacer) y el despilfarro de recursos públicos.
Pero lo mejor es que todo es verdad, porque no lo dijo el 28 de diciembre, día de usted y mío, es decir, de los santos inocentes. No; lo declaró el pasado 10 de diciembre (ver Milenio de esa fecha), sí, algo así como una regalo de Navidad y un presente de Año Nuevo. Pero qué lindo gobierno tenemos. Si hasta lloro y río y… ¡qué felicidad!
Ya en serio. No sé por qué hay tanta gente negativa, pero si estamos requetebién, bueno, por lo menos la mayoría de los mexicanos gozamos de todo, si sólo falta que nos den el Premio Mayor a la Honestidad, porque aunque probes, felices y honestos, eso sí. No sé por qué hay gente como Juventino Castro y Castro que dice que “México se nos escapa de las manos”. Carajos, qué tremendista me salió; y luego nos espeta: “Es decir: creo que por nuestro egoísmo, por nuestra reticencia a actuar, por nuestra indiferencia, por nuestro conformismo, estamos perdiendo –posiblemente en forma irremisible- a nuestra Patria. Entendiendo por perder, dejar de considerarla un refugio adecuado para ser nosotros”. (Milenio/2 de diciembre/2008). Caray, qué desdicha, snif, snif, snif. Qué sentido del humor de este señor, acaso no ve que estamos en un México mejor. Qué manera de agriarnos la vida.
Pero no contento el ministro retirado de 90 años, todavía nos recuerda que “es una realidad que nuestra patria ha caído en manos de peligrosas mafias, que son –en el terreno ético-social- los grupos delincuenciales que ilícitamente se dedican al narcotráfico (producción, transporte, venta, enviciamiento, supresión de sus enemigos o de los ajenos para lo cual les pagan, bloqueo de activos, etc.), o –en el aspecto político- legalmente autorizados (funcionarios, empresarios y tapaderas) que nos han convertido con la complicidad de nuestra manifiesta conformidad pasiva, en un pueblo de miserias –materiales y éticas-; en un pueblo de desempleo, de inseguridad y de confusión, que masivamente emigra al extranjero, horrorizado de su país. Todo un pueblo en fuga”. Ya, ya, ya, no pa’ tanto. Ahora resulta que estamos como en la película “Pollitos en fuga”.
Y el eminente Castro y Castro nos invita a que nosotros que hemos “tomado como bandera actuar convenencieramente bajo una cultura de la ilegalidad”, adoptemos la cultura de la legalidad. Ay, así ni chiste. Que no ve que así estamos bien. Por qué ese empeño en amargarnos la vida, sobre todo ahora en Año Nuevo. Por eso mejor le creo a mi presi Calderón. Si no, ya verán cómo les va quedar el ojo…

¡Chíngalos, Fidel!

No sé, la verdad, pero si le creo a mi presi Calderón, pos cuanti más a mi Gober Fide, que según la empresa @regional los estados con mayor transparencia son Chiapas y Veracruz; además, nuestro estado ocupa el primer lugar a nivel nacional en el Índice de Transparencia de la Información Fiscal de las entidades Federativas (ITDIF) 2008, lo que se traduce en menor corrupción, a según Javier Duarte de Ochoa durante la glosa del IV Informe de Gobierno. (Milenio/11 de diciembre/2008).
Entonces, el mero mero “chipocles” pa’ la presidencia de la República, quizás sea mi Gober Fide, versión de Héctor Lechuga, quien afirma que Fidel Herrera no está ‘muerto’, es un gobernador muy auténtico. (Imagen de Veracruz/29 de noviembre/2008).
Y cuando vino el puerto de Veracruz la “Aventurera”, Carmen Salinas dijo, estando mi Gober Fide presente, a propósito de bajar las tarifas eléctricas: “¡Chíngalos, Fidel!”. Además, no recuerdo si antes o después del bailongo que se echó con mi Gober Fide, Carmen Salinas sentenció: “El valiente dura mientras el pendejo quiere”.
Bueno, yo al menos soy feliz, aunque me lleven los pingos.

De cinismos y anexas

* Feliz 2009 a todos mis fans. ¡Salud! ¡Que la vida es un Carnaval!

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