PRI y PAN aliados inseparables

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

La implementación del modelo económico neoliberal en el país hubiera sido impensable sin la alianza entre el PRI y el PAN. Gracias a esta alianza, se reformaron un conjunto de leyes que dieron pauta a la privatización de cientos de empresas que se encontraban en manos del gobierno.
Estas reformas, se iniciaron en el periodo de gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado y se intensificaron en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
A Salinas de Gortari, le correspondió colocar la cereza en el pastel del proyecto neoliberal al acordar con Estados Unidos y Canadá la conformación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
27 años después de iniciar la aplicación del proyecto neoliberal, los resultados en materia económica, política y social para la mayoría de la población han sido destrozos.
Desempleo, disminución de los derechos sociales, (vivienda, alimentación, salud, educación, acceso al trabajo, acceso a la cultura, acceso a una vida digna, etcétera.) se han visto mermados de una manera estrepitosa.
Igualmente sucedió con el FOBAPROA, el PRI y el PAN, actuando bajo el supuesto de rescatar la economía, ante una recurrente crisis económica de fin de sexenio, a finales del 1994 decidieron hacer uso de recursos públicos para convertir deudas de carácter privado en una megadeuda que en la actualidad se continua pagando a costa del bolsillo de todos los mexicanos. Al final, los beneficiados de estas medidas fueron los bancos y una serie de empresas que habían sido recientemente privatizadas.
La alianza que han sostenido el PRI y el PAN en materia económica se ha mantenido inalterada hasta la actualidad. El gobierno de Felipe Calderón al igual que su predecesor, ha asumido una política económica que da continuidad a los preceptos neoliberales.
Con estos antecedentes, se entiende los lazos existentes entre ambos partidos cuando se trata de definir la Ley de Ingresos y el paquete fiscal para el 2010. Quienes en su lógica en sostener un modelo económico que ya ha demostrado se completa inviabilidad para garantizar el adecuado desarrollo económico de la población, se han empeñado en privilegiar un alza a los impuestos dirigido la población en general, mientras en otro sentido diseñaron de manera mañosa una serie de mecanismos legales que otorga en los hechos un proteccionismo fiscal a las empresas de los hombres más ricos del país.
Es importante identificar, que estas resoluciones que se encuentran afectando a la mayoría de la población, van acompañadas de una grotesca disminución del presupuesto en áreas claves para el buen funcionamiento de la sociedad. En estas áreas se incluyen el presupuesto destinado a cuestiones de salud, la educación, la ciencia, la tecnología, la investigación, la vivienda, entre otras, que nos van a llevar a un retroceso social de incalculables efectos negativos.
No conformes con estas decisiones tomadas por los recién diputados electos que forman parte de este binomio partidista, la aprobación de este paquete de ingresos implica el despido masivo de empleados de gobierno, iniciando por el cierre de secretarias de estado, organismos descentralizados como el Instituto Nacional de Capacitación Agraria (INCA) y el cierre de la compañía Luz y Fuerza.
Otro aspecto que resalta en cuestiones económicas del bloque de facto PRI-PAN, ha sido la manera tan complaciente en que el PRI se ha alineado con el PAN en el tema sobre el aumento en el precio de las gasolinas, del gas y de la energía eléctrica.
Como se puede apreciar, la alianza que ha prevalecido entre el partido de Carlos Salinas de Gortari y el partido de Felipe Calderón, no es un asunto que se defina por una cuestión de coyuntura. Los antecedentes históricos que han sostenido ambas formaciones partidistas en su afán de aplicarnos las recetas neoliberales, los ha convertido en aliados estratégicos en la irregular promoción de un modelo económico que tiene que ser modificado de raíz.
A la luz de estos acontecimientos, resulta ingenuo considerar que el PRI hubiera tenido la mínima consideración de aprovechar su correlación de fuerzas en la Cámara de Diputados para dar un golpe de timón en materia económica al gobierno de Calderón.
Que sirva este momento de una cruda lección para los ciudadanos que han votado ingenuamente por el PRI, llegando a razonar que este partido es distinto al Partido Acción Nacional.

*Director de la revista digital independiente Voz Universitaria
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