miércoles, 11 de julio de 2012

El hoyo de Peña Nieto

Salvador Muñoz
Los Políticos

Manifestaciones, protestas, movilizaciones... el escenario perfecto para que, si llega a asumir la presidencia Enrique Peña Nieto, tenga todo para salir adelante.
Parece contradictorio pero no lo es.
Hoy por hoy, Enrique Peña Nieto tiene a un alto porcentaje de la población en contra, si tomo en cuenta a los aproximados 28 millones de mexicanos que votaron a favor de Josefina y Peje (sumando sus sufragios) como al resto que no votó. La expectativa para con el priista, exceptuando a sus militantes, está por los suelos y eso puede significar su mayor fortaleza.
¿Parece confuso?
Me explico en lo micro:
Cuando las elecciones municipales pasadas, en Xalapa, surgió una duda: ¿Quién para candidato?
Entonces apareció una figura popular, conocida, hasta cierto punto carismática... así, como Enrique Peña Nieto, pudiera decirse, “un talento de Televisión”: Elizabeth Morales García.
Dentro del escenario político, su candidatura fue mal vista... dentro del escenario popular, bien acogida.
Su triunfo fue inobjetable, tan así, que obtuvo más votos que el mismísimo candidato a Gobernador, Javier Duarte de Ochoa.
Además, el hecho de ser mujer, propiciaba, se quisiera o no, un ideal de que superaría con creces cualquier administración que varón hubiera hecho... ¡vamos! llegó con expectativas sumamente altas...
Me explico en lo macro:
En el 2000, los mexicanos vieron en Vicente Fox un candidato sumamente diferente, el único capaz de sacar de Los Pinos al PRI... era el presidente del Cambio, el que habría de sacarnos del hoyo, del atolladero, el de los changarros y el Tsuru. Las expectativas que generó eran sumamente altas, enormes, increíbles. ¡Fin a los Dinosaurios!
Ambos casos, micro y macro, en una lógica política elemental, fueron víctimas de la Ley de Gravedad: Todo lo que sube, baja... mientras más alto, más fuerte es la caída.
Vicente Fox hoy significa para muchos, seis años perdidos, sinónimo de la incongruencia y dicharachero de la política... es el fraude hecho presidente por el que votó un alto porcentaje de la población mexicana.
Elizabeth Morales llevó a su administración su programa “Usted no está solo” explotando a la pobreza en su máxima expresión... baste ver sus boletines cuando regala un colchón, una silla de ruedas, un tanque de gas... ¡Sólo le falta “Señorita Laura”... Desde el principio de su trienio, se vio envuelta en escándalos tanto sentimentales como administrativos y hasta de viejas, digo, de viajes.
Una política que es capaz de pelearse hasta con un perro (remember “Solovino”) es incapaz entonces de hacer de un problema una oportunidad. “Solovino” pudo ser mucho a su favor y se volvió demasiado en su contra.
Las expectativas que generó Elizabeth hoy se traducen en riesgo para que el PRI mantenga la capital bajo sus siglas por ser hoy, considerada por muchos, como la responsable de la debacle priista en las pasadas elecciones, con justa o injusta razón. Ya se verá en el 2013...
En el caso de Peña Nieto, la gente no cree en él; la gente protesta su casi ascenso al poder; lo rechazan; lo insultan... está en el fondo en términos de popularidad.
Por eso, este bache puede tomarlo Peña Nieto como una gran oportunidad de salir del hoyo, de crecer, y de sorprender...
Peña Nieto está obligado a responder y dar resultados, quizás no tan inmediatos ni mediáticos como lo hizo Salinas de Gortari (otro producto de la incredulidad), pero es su única opción y por lo mismo, su fortaleza: en función de lo que haga, los ciudadanos verán a un político que puede crecer, pero cuando se está abajo la única opción debe ser arriba, seas político o no.
Ahora sí, las pocas expectativas que genera deben convertirse en su fortaleza.

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