Dice la leyenda que Candameña era el amo y señor de la Alta Tarahumara. Tenía una hija llamada Basaseachi, de extraordinaria belleza. Muchos aspiraban a ella y el celoso padre les impuso una serie de difíciles pruebas. Cuatro de ellos las superaron: Tónachi, señor de las cimas; Pamachi, el de más allá de las barrancas; Areponápuchi, el de los verdes valles; y Carichí, el de las filigramas de la cara al viento.
Pero en la última prueba que Candameña les impuso, todos murieron. Basaseachi, desesperada, se arrojó al abismo. Su caída se transformó en cascada por la poderosa magia del brujo del lugar. Desde entonces su cuerpo no ha dejado de fluir por las profundidades de la barranca.
Nunca se supo de Candameña, la tristeza lo invadió y desapareció, aunque muchos creen que su espíritu vaga por la barranca buscando el cuerpo de su amada hija.
Esta historia se plasma hoy aunque de tristeza más profunda que la barranca donde se arrojó Basaseachi...
Para Duarte, es alarmista y de mala fe.
Sin embargo, hoy, para varias familias, simplemente es una luz de esperanza.
La información que dio a conocer Ramón Gardea ofende, lastima, hiere, pero a la vez, hace que nos movamos.
Entrecomillo la indignación del Gobernador Duarte y el motor de muchos mexicanos que hace que la luz en la humanidad no se extinga:
“Las mujeres indígenas, cuando durante cuatro-cinco días no dan de comer a sus hijos, se ponen tristes, y es tanta su tristeza que hasta el diez de diciembre, 50 mujeres y hombres fueron al barranco y se arrojaron. Otros se ahorcan. Esa es la realidad que los funcionarios del Gobierno, que están aquí en Chihuahua, cómodamente instalados, con sus viáticos, con sus sueldos, con sus trocas, con sus secretarias, con su todo, no se dan cuenta del terrible y dantesco espectáculo que hay ahorita en la sierra con las mujeres y los niños, como si estuvieran en Haití, desnutridos y en los huesos. La hambre crónica, cuando se vienen las épocas de frío, se convierte esa mezcla de diez-doce grados bajo cero, con la desnutrición, lo que provoca es la muerte, es un coctel mortal. El indígena, como sea, por su resistencia ancestral, aguanta el hambre, pero si tienes cinco días sin comer, con temperaturas bajo cero en tu casa, es complicado que sobrevivas”.
La cifra quizás no sea el motivo de horrorizarnos. Ni tampoco la acción de arrojarse al vacío. Sino el hecho de que desde diciembre (o mucho antes), la voz de alerta se haya dado y no hayamos prestado atención.
Dice el Gobernador César Duarte que desde hace ya un año envían ayuda a las comunidades más necesitadas e instó a las autoridades federales a realizar lo mismo e incrementar la cantidad de ayuda a los pobladores de la sierra tarahumara.
Sí, para nuestros políticos es “nosotros hacemos, los otros no”.
A diferencia de los funcionarios, priistas o panistas, hoy, con la sierra Tarahumara, se ve un fenómeno que a veces tarda en aparecer: La participación social.
Twitter y facebook, así como medios de comunicación (La Jornada, El Universal, El Diario de Ciudad Juárez) obran un milagro que no alcanza a sensibilizar al Gobernador que, en lugar de agradecer que los ojos se posen en su estado para ser apoyado, se siente agredido, minimiza una declaración y asegura que viene trabajando en el problema... con uno a tres costales al año para cada familia de arroz o frijol, según declaran en un video.
Hay colecta de víveres en el Zócalo de la Ciudad de México. La fundación Telmex se ofreció para el traslado gratuito de éstos hasta la Sierra Tarahumara. En la Explanada de los Héroes en Monterrey, Nuevo León, se hizo un centro de acopio así como en la Secundaria Lázaro Cárdenas en la ciudad de Metepec, Estado de México. También el Claustro de Sor Juana en la Ciudad de México y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
En Guadalajara, la colecta será el sábado 21 en la Plaza de Armas.
Cabe mencionar que en estas colectas, todas se organizaron vía twitter y facebook.
Aquí en Xalapa se hablaba de que alumnos del Instituto de Artes Plásticas de Veracruz usarían las instalaciones para reunir víveres a partir de ayer. Lo veremos este martes.
El asunto que más me preocupa es qué va a pasar mañana, cuando la colecta llegue... la ayuda es sólo un paliativo, no la solución.
Algo más se tiene que hacer. Pero por el momento, apoyemos a los tarahumaras.
PD Madruguete de Ely
El pasado sábado, durante la asamblea para elegir delegados para la convención donde habrá de definirse candidatos a Senadores y diputados federales, priistas aseguran que Elizabeth Morales les comió el mandado a muchos al mandar a su gente a temprana hora y cerrar la asamblea una hora con 20 minutos antes de que ¡iniciara!
Con todo y notario, dicen, a las 10:40 horas, firmaban que siendo las 12 horas (madruguete) se cerraba la asamblea.
Habrá que ver a quién beneficia esto... si a Reynaldo Escobar o a Ericka Ayala... ¿o a los dos?
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