martes, 14 de mayo de 2013

Agua que no has de beber…

Jorge Arturo Rodríguez 
Tierra de Babel

Creo que todos sabemos de la importancia del agua, que sin ella, simplemente, no habría vida. Sí, todos sabemos esto, lo aprendemos desde niños, pero pocos nos acordamos de su esencialidad y, mucho menos, la cuidamos.
Claro, el agua es el elemento y principio de las cosas, nos lo comentó hace muchos años Tales de Mileto. Y, por supuesto, algo tendrá el agua cuando la bendicen, dijera el refrán.
Pero, a ver, mis fans, repasemos lo dizque ya sabido y refresq uemos la memoria. Y como ya es súper fácil acudir al internet e informarnos (¡al diablo los libros!), dice wikipedia.org que el agua es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida. El término agua generalmente se refiere a la sustancia en su estado líquido, pero la misma puede hallarse en su forma sólida llamada hielo, y en forma gaseosa denominada vapor. El agua cubre el 71 por ciento de la superficie de la corteza terrestre. Se localiza principalmente en los océanos donde se concentra el 96.5 por ciento del agua total; los glaciares y casquetes polares poseen el 1.74 por ciento; los depósitos subterráneos (acuíferos), y los glaciares continentales suponen el 1.72 por ciento y el restante 0.04 por ciento se reparte en orden decreciente entre lagos, humedad del suelo, atmósfera, embalses, ríos y seres vivos.
Entonces, dijera no recuerdo quien, a nuestro planeta deberíamos llamarlo Océano o Agua y no Tierra.
Pero, ¡oh!, desgracia, estudios de la FAO, estiman que uno de cada cinco países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes de 2030; en esos países es vital un menor gasto de agua en la agricultura modernizando los sistemas de riego.
Es decir, se avecinan guerras por el agua… Y hoy muchos de nosotros la desperdiciamos.
Pero qué tal, sabemos también (¡otra vez wikipedia.org!) que el agua es el principal componente del cuerpo humano, que posee un 75 por ciento de agua al nacer y cerca del 65 por ciento en la edad adulta. Aproximadamente el 65 por ciento de dicha agua se encuentra en el interior de las células y el resto circula en la sangre y baña los tejidos. Es imprescindible para la existencia del ser humano, que no puede estar sin beber agua más de cinco o seis días sin poner en riesgo su vida. El cuerpo pierde agua por medio de los excrementos, la transpiración y la exhalación del vapor de agua en nuestro aliento, en función del grado de actividad, temperatura, humedad u otros factores.
¡Dios! Bien dice Isaac Newton, que lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano.
Pero no nos alarmemos, porque hay buenas noticias, como la que informa Brand Footprint 2012, de la firma de investigación de mercados Kantar Worldpanel, que la marca preferida por los consumidores y que tiene 99 por ciento de penetración en los hogares mexicanos es la Coca-Cola; o sea, somos más Coca-Cola que agua; en otros seguro que son más alcohol que agua… El que por su gusto muere… Este estudio dice también que Lala tiene presencia en 98 por ciento de los hogares, seguido de Bimbo.
En fin, que la tierra no es para quien la trabaja, si no para el que la acapara y se pone más buzo… Por eso, agua que no has de beber…guárdala pa’ mañana.

De cinismo y anexas
El genial Bertolt Brecht, en su poema, “Con el alma en un hilo”, escribe:
“Dices:
La causa de la justicia no avanza hacia buen fin.
La oscuridad aumenta. Las fuerzas
disminuyen.
Ahora, después de tantos años de lucha,
estamos peor que cuando empezamos.
En cambio, el enemigo es más fuerte que nunca;
ostenta su poder con mayor fuerza
y mira a todos lados con ojos invencibles”.

Brecht termina con estos versos:
“Y al dejar el mundo,
no te preocupes saber si fuiste bueno,
sino si el mundo que dejas es mejor”.

Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima

jarl63@yahoo.com.mx

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