jueves, 30 de mayo de 2013

Américo, con aroma de atolito, tamales ¡y periódico!

Salí chulo en esa foto!!!
Rafael Durián
Crónica Ácida

Eran las cinco de la mañana y la calle Úrsulo Galván, como siempre, ya en activo. Camionetas de diferentes medios de comunicación impresos descargaban las enormes torres de ejemplares informativos junto a los compaginadores de El Diario de Xalapa. A pesar de que el jefe de distribución les había informado a la mayoría de una visita peculiar, no faltó el despistado que dijo: “cuando vi a tanta gente de blanco y con gorras pensé que venían a recoger toda una publicación”. Cuando le pregunté si alguna vez le había pasado eso, me respondió: “No, pero así me imagino que pasa”.
La licenciada Arantza repartía tamales y atole para combatir el frío húmedo de la mañana xalapeña mientras Hugo Vásquez Zárate invitaba a los voceadores a inscribirse a la rifa que les ofrecía el candidato Américo Zúñiga Martínez.
Los periódicos eran repartidos y acomodados en toda clase de medios de carga y de transporte: desde taxis y camionetas hasta bicicletas y morrales. El equipo de prensa del candidato analizaba cada una de las notas vertidas a favor, acumulando una alta torre de periódicos.
Por aquí vi una foto de Américo... 

Eran las 5:39 cuando llegó Américo en un sedán blanco que casi pasa desapercibido. Todos se arremolinaron, sin embargo, logró pasar por una banqueta y llegar a la desquebrajada pared donde se recargaban los premios de la rifa.
Dio un pequeño recorrido, habló con algunos voceadores quienes le extendieron su apoyo y en su mayoría, las quejas donde muchos coinciden en una: “inseguridad”, tanto en las colonias y las calles sin alumbrado además de la falta de infraestructura. Un joven le declaró que aunque no conoces sus propuestas “lo apoyo”.
Chócala carnal... y votas por mí!!!

Los repartidores recordaron que hace tres años, cuando emprendió su campaña por la diputación de Xalapa Urbano, también los visitó y le pidieron que lo haga más seguido.
Recorrió entonces la estrecha banqueta entre carros en doble o hasta en triple fila (nada importante para esa hora), pasando por una desmantelada moto que es reparada, según dice su dueño a diario, así como entre compaginadores sentados, hincados y en cuclillas que saludaron al candidato sin levantarse y continuando su labor.
Le hubieras pedido una moto al candidato...

Un adulto mayor se acercó a él… necesitaba una nueva silla de ruedas. La gestión empezó con la llamada del candidato a una persona, quien se retiró inmediatamente a conseguirla.
Empezó entonces la rifa. El candidato con su mano santa sacó los primeros números y posteriormente le continuó su equipo.
Micrófono en mano, Zúñiga Martínez invitó a los presentes a echarse un tamalito o un atole… todos al unísono respondieron “¡ya comimos!”, entonces platicó con algunos presentes y pasando por el más retirado de los compaginadores, éste le envió un mensaje contundente: “Américo, aquí somos personas decentes que trabajamos ¡no como en Boca del Río!”
Qué tristeeee... fue decirnos adióoos!!!

Muchos emitieron una risa algo forzada; otros, algo más natural.
El madrugador trabajador quiso decir que su queja es contra el gobierno municipal que lo separó de vender periódicos en la calle por su aspecto.
De regreso y sonriendo, Américo entregó la flamante silla de ruedas al adulto mayor que pacientemente esperó cerca de diez minutos.
A pedalearle!

Posteriormente, Américo se retiró con un aparente resfrío que, sin lugar a dudas, no interrumpirá su próxima reunión con sindicatos de Limpia Pública.
Abordó una camioneta con viniles de campaña alrededor que fue seguida rápidamente por todo su equipo que para esa hora, ya iba bien informado con las noticias frescas del día.

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