miércoles, 1 de octubre de 2014

La educación, a segundo término


Luis Alberto Romero
Hora Cero

A partir de la reforma electoral hubo importantes modificaciones a las leyes en nuestro país, de manera particular, cambios en la organización de los procesos, en el régimen de partidos, en las autoridades electorales, en los instrumentos de participación ciudadana, en la comunicación política y, sobre todo, en la fiscalización.
Sin embargo, hay quienes no entienden los nuevos tiempos que corren y los cambios en las disposiciones legales; por ello deciden caminar sobre la muy delgada línea que divide la actuación propia de un cargo público y actos que rayan en la ilegalidad.
Durante la primera semana de septiembre, el secretario de educación del gobierno estatal, Adolfo Mota Hernández, encabezó una reunión con mujeres beneficiarias del programa federal “Jefas de Familia”, de la Secretaría de Desarrollo Social, lo que fue interpretado por el Partido Acción Nacional como un acto anticipado de campaña y como promoción de su imagen con un fin distinto a que implica su cargo.
El albiazul presentó una denuncia ante el INE contra el titular de la Secretaría de Educación por la presunta violación a las disposiciones legales en materia electoral y por atentar contra los principios de equidad.
El delegado de la Sedesol en Veracruz, Marcelo Montiel, ha comentado que en las reuniones de la dependencia pueden participar los funcionarios de los tres niveles de gobierno; sin embargo, él no está involucrado en la denuncia panista, que sólo tiene en la mira a Mota Hernández porque a éste último se le ubica como aspirante a la diputación federal por el distrito de VIII de Xalapa Rural.
En ese contexto, el PAN considera que la participación del secretario de educación en reuniones ajenas a su dependencia y, sobre todo, la promoción y difusión de sus actividades pueden calificarse como actos anticipados de campaña; y por ello decidieron recurrir al INE.
Hay quien asegura que lo preocupante para el PRI, partido en el que milita Adolfo Mota y del cual ha sido dirigente estatal, no es la poco probable sanción para el secretario, sino la imagen que se proyecta en un contexto en el que desde la Presidencia de la República se han impulsado leyes a favor de la claridad y la equidad en las contiendas.
Difícilmente el INE sancionará a Mota Hernández; sin embargo, el punto es el mensaje que proyecta porque cualquiera diría que al secretario le preocupa más la candidatura que, por ejemplo, los elevados índices de analfabetismo, que en Veracruz se ubican en el 11.4 por ciento y que casi duplican al promedio nacional.
Bien haría el secretario de educación de Veracruz en atender mejor sus funciones, porque –por si no se ha dado cuenta– los números de la entidad están debajo de la media: en todo el país, la escolaridad en personas mayores de 15 años es de 8.6, mientras que en la entidad apenas llega a 7.7; por si fuera poco, si en el ámbito nacional preocupa que el 39.9 por ciento de la población se encuentra en rezago educativo, aquí la cifra supera el 49 por ciento. Esos números, y no la grilla ni la candidatura, deberían ser la principal preocupación de Adolfo Mota. @luisromero85

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