Salvador Muñoz
Son cerca de las siete de la mañana del sábado. Habitual recorrido con Harry por el parque. Nada nuevo de no ser por un acto de vandalismo en el área de juegos. Las patas del bote de basura han sido dobladas. El espectáculo se hace más grotesco porque el bote, atiborrado de desechos, es rodeado de desechos en el suelo. Regreso a casa con Harry.
Cerca de las 10 de la mañana, aprovechando que sacamos la basura de la casa, volvemos a dar otra vuelta al parque. Ya con más luz, el cuadro es deprimente alrededor del área de juegos. No entiendo cómo un padre o una madre es capaz de tener a sus hijos jugando entre tanta basura.
Son cerca de las siete de la mañana del sábado. Habitual recorrido con Harry por el parque. Nada nuevo de no ser por un acto de vandalismo en el área de juegos. Las patas del bote de basura han sido dobladas. El espectáculo se hace más grotesco porque el bote, atiborrado de desechos, es rodeado de desechos en el suelo. Regreso a casa con Harry.
Cerca de las 10 de la mañana, aprovechando que sacamos la basura de la casa, volvemos a dar otra vuelta al parque. Ya con más luz, el cuadro es deprimente alrededor del área de juegos. No entiendo cómo un padre o una madre es capaz de tener a sus hijos jugando entre tanta basura.