El Estado, ¿inmenso cementerio?

Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel

El movimiento social que encabeza Javier Sicilia, luego del asesinato de su hijo José Francisco, demanda claramente justicia, paz y seguridad, pero también el empoderamiento de los ciudadanos, por eso reclama una auténtica reforma política que parece no ser escuchada ni por el Gobierno ni por los legisladores. Quizás por eso Mijail Bakunin dijo que el Estado es un inmenso cementerio al que van enterrarse todas las manifestaciones de la vida individual. ¿Ya valimos? No del todo. En el mundo se están sucediendo varios movimientos sociales que gritan el hartazgo al que hemos llegado. El más reciente es el de España, y aquí en México esperemos que cobre más fuerza el de Javier Sicilia, a quien le mando mi apoyo. Pero conviene escuchar lo que declaró en entrevista al El Universal (23 de mayo/2011):
“El Estado como lo conocemos, el que surgió desde la Ilustración, desde la Revolución Francesa, ha llegado a su fin tal como se concibió. Estamos frente a modificaciones históricas, estamos en un parteaguas histórico, de crisis del Estado. Ahora sí el Estado ya no está cumpliendo con su vocación, ya no le está sirviendo a los ciudadanos, se está desmoronando, se está construyendo algo nuevo que no sé claramente qué es, pero el Estado actual no está funcionando”.
Sicilia agregó: “Hay una queja en Europa y en México por la partidocracia, pero en Europa al menos hay Estados democráticos, las instituciones funcionan; las movilizaciones de México se parecen más a las movilizaciones que se han gestado en Medio Oriente, porque son Estados podridos, Estados criminales, encubridores, que dejan a los ciudadanos en manos de la delincuencia, que dejan las cosas en manos de policías y de militares que muchas veces son criminales”.
Sicilia fulmina: “Cuando a los ciudadanos los pueden matar, y todo queda impune, es un Estado que no funciona; ojalá estuviéramos como en Europa, pero estamos como en Oriente Medio”.
Respecto al movimiento que encabeza, Javier Sicilia es claro: “Esta lucha va hacia la unidad ciudadana que permita hacer una exigencia al Estado mexicano para que haga cambios fundamentales, porque ahorita el Estado es un Estado sumiso, que sirve a intereses de empresarios, de partidos y de criminales. Estamos envueltos en una guerra tonta, que no nos ha dado seguridad, al contrario, nos ha dejado más inseguridad”.
Y puntualiza: “Los ciudadanos no tenemos ningún tipo de armas. Por eso estamos pidiendo una reforma política, para tener instrumentos de presión frente a la clase gobernante, para lograr la refundación del país”.
Aquello que decía el político estadounidense James William Fulbright, de que para ser un hombre de estado, primero debe ser elegido, hoy habría que agregársele que debe ser revocado si no funciona.
Por eso el movimiento “Sicilia” demanda, entre otros puntos, revocación del mandato de un presidente de la República, de un gobernador, de un secretario de Estado; que los diputados y senadores corruptos puedan ser juzgados y las candidaturas ciudadanas sean posibles.
¿Es mucho pedir? Es difícil lograrlo, pero no imposible. Manos a la obra, desde la trinchera que se pueda. Ahí nos vemos, ahí los quiero ver…

Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx