viernes, 18 de mayo de 2012

Rendón, desde que se acabaron los pretextos…

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Realmente aún no puedo creer las excusas de Alberto Rendón, mandamás del tae kwon do veracruzano en la actualidad y que nuevamente fracasó en la Olimpiada Nacional.
Es cierto, consiguió un oro oficial más que el año pasado, pero sólo uno, cuando el pronóstico era de nueve. ¿Eso no es fracaso? Aquí y en China, cuando un resultado, un objetivo o una meta no se cumplen es un fracaso.
Alberto Rendón le tiene miedo a esa palabra, por su soberbia, por su poca autocrítica, por su inseguridad y miedo, porque sabe que como directivo le falta mucho y que siempre la sombra de Santiago Escutia estará encima de él.
Desde que tomó las riendas del taekwondo veracruzano no ha podido igualar lo hecho por su antecesor y por el contrario, ha dividió al deporte, enseñado que todo lo que huela a Xalapa lo odia, porque no se para por la ciudad ni por casualidad, salvo cuando los representantes de la región en esta disciplina tomaron el centro de la capital del estado clamando por justicia. Ese dio se vio temeroso y correlón, incluso, ante los cuestionamientos de la prensa prefirió huir.
Al que esto escribe lo mandó a llamar en privado, para darme “detalles” de lo que sucedía, cuando le dije que me acompañarían más periodistas ya no quiso darme esa “información privilegiada”.
Alberto Rendón está al frente del tae kwon do de la entidad porque lo solapa el titular de la Federación, Juan Manuel López, y porque Roberto Bueno fue un tibio a la hora de meter la mano dura y defender los derechos de un centenar de atletas bloqueados en el 2010, ayudado en la acción por el entonces subdirector de Alto Rendimiento, Israel Benítez, que cooperó en dejar fuera a Jesús Díaz, quien era el encargado de Normatividad, en buscar una real solución al asunto.
El actual dirigente del arte marcial coreado en Veracruz es un mal para su propio deporte y en general, no es autocrítico, y tan fácil decir que cuando él no estaba, la delegación tenía nueve oros y estaba entre los tres mejores del país. Cuando él entró cayeron ocho, cinco y seis metales dorados en las recientes tres Olimpiadas Nacionales, para estar en cuarta posición.
Y no puede ser un tropiezo nada más, cuando la carta más fuerte del estado, Luis Aguilar Jaime, falló en su intento de ganar su séptima presea de primer lugar. ¿Eso no es fracaso señor Rendón? ¿Por qué le teme tanto a esa palabra? Porque es una constante en su gestión al frente del tae kwon do en la entidad.
Dele las gracias a Juan Manuel López, Roberto Bueno, Israel Benítez y toda la gente que le ha solapado una trayectoria en su Unión de Clubes repleta de “tropiezos”.
Hasta la vista.

fhernandez1980@gmail.com
Twitter: @ferdeportes

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