El negocio de la basura

Brenda Caballero
Números Rojos

¡Es un buen negocio! ¡Hay que invertir! Eran las palabras que escuchaba decir a una vecina acerca de un proyecto “maravilloso” en la administración de David Velasco, en ese tiempo recién elegido alcalde de Xalapa.
Tan emocionada estaba que no pudo evitar contarme tan “formidable negocio”:
Mira, el asunto es el siguiente: Como la basura siempre ha sido un gran problema en todas las ciudades, se pretende comprar contenedores. Ahh pero esos contenedores tendrán un dueño. Es allí donde hay primero que invertir treinta mil pesos en el depósito de basura.
¿Treinta mil? le dije.
Sí, sí me contestó pero serán recuperables.
¿Cómo se recuperará el dinero? ¿vendiendo la basura? Pregunté.
No, no, los contenedores tendrán publicidad diferente en sus cuatro caras; y la inversión se recuperará cuando la empresa que se publicite pague lo acordado. Lógicamente, al principio, la inversión será dura, pero poco a poco recuperaremos el dinero y tendremos ganancias.
Seis años después, aún recuerdo la emoción de mi vecina acerca de un proyecto de “Privatización” que afortunadamente no se llevó a cabo. Y digo “afortunadamente” porque no me imagino la ciudad llena de “basura publicitaria” en sus contenedores.
Han desfilado los alcaldes y los problemas que vivimos con la basura, siguen igual… o peor.
Pero, ¿puede empeorar el problema de la basura? Desde luego que sí, y más si se conjuga con los efectos del cambio climático.
Le cuento. Hace aproximadamente dos semanas me tocó ver en la avenida Villahermosa montones de basura en el camellón central. Cierto es que no debemos sacarla hasta que toque el campanero. Sin embargo, en dicha avenida había montones de bolsas de desechos cada cuadra. Razones pueden ser muchas: No pasó el camión de la basura; estaban de huelga los empleados de limpia pública; la autoridad no multa a los ciudadanos que sacan la basura a destiempo; los ciudadanos la sacan porque ya están hartos de tenerla dentro de sus hogares por días; el Ayuntamiento a pesar de cobrar por el servicio de limpia pública no hace su trabajo… justificaciones sobran, sin embargo, el problema se agravó con las torrenciales lluvias que hicieron ríos de basura.
La basura yacía fuera de las bolsas que flotaban de un lugar a otro al paso de los vehículos, provocando a su vez que taparan las coladeras e impidieran la salida del agua hacia los drenajes.
Para no hacerle el cuento largo, las lluvias y la basura en las coladeras y tragatormentas propiciaron inundaciones que a los automóviles les cubría totalmente las llantas.
Si eras peatón, el asunto empeoraba, ya que era imposible cruzar la avenida, y el que osadamente lo hacía, se llenaba de basura al hacerlo.
Hoy, leo que el ayuntamiento a cargo de Américo Zúñiga “está estudiando” privatizar el servicio de limpia pública; incluso, pretende allegarse de recursos federales y hasta internacionales para solucionar el problema.
Enhorabuena, si pueden bajar recursos para el medio ambiente. Aunque mis preguntas son: si se privatiza el servicio, ¿quién o quiénes serán los beneficiarios? ¿Por qué no dan un informe de la aplicación de los derechos por servicios de recolección, transporte y disposición final de desechos sólidos cobrados a los ciudadanos a principio del año? Posiblemente las autoridades dirán que se compraron camiones nuevos para el servicio de limpia pública, luego entonces ¿Por qué dichas unidades no tienen una larga vida útil? ¿será que no les dan mantenimiento?
Imaginemos que se privatiza, si es así, a la persona que aporte el capital, deberán prometerle jugosas ganancias, pues los xalapeños no estaremos dispuestos a pagar más por el servicio de recolección de basura.
Américo tiene que dar una solución a la población, o perderá la capitanía de la basura, ¿o realmente lo que pretende es abandonar el barco?

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