lunes, 4 de junio de 2007

Changarros educativos

Salvador Muñoz

Lo que tiene un origen malo por lo regular tiene un desenlace malo.
Así sucede en las Universidades “Patito”.
¡Ojo! El hecho de que muchas universidades privadas gocen del Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios, el famoso RVOE, no debe garantizar en lo absoluto que dejen de ser “patito”.
¿Por qué? Sencillamente porque son las universidades privadas, por lo regular, aquellas que surgen de una generación espontánea, sin un respaldo docente, mucho menos de experiencia y compromiso social, las que se encargan de retomar a estudiantes que no tuvieron oportunidad de entrar a la Universidad Veracruzana o simplemente no pueden pagar una universidad privada de prestigio: Tecnológico de Monterrey, Anáhuac y a madrazos, defendiéndose panzarriba, la Universidad de Xalapa, a veces rescatada por el talento de pocos o algunos maestros como Raciel D. Martínez Gómez, entre otros.
Entonces, algunas universidades dejan de ser institutos educativos para convertirse en “changarros educativos”.
Son calificados así por no cumplir con los criterios mínimos formativos, donde el plan de estudios es un insulto tanto al criterio de maestros (les damos el beneficio de la duda) que obran de buena fe como al de los mismos alumnos; donde la carencia de equipo en carreras ofertadas brilla por su ausencia; donde la educación se convierte en una mercancía mensual y por lo mismo, queda estrictamente reprobar a los muchachos porque es más fácil despedir a un profesor que dar de baja a un alumno… ese es el “changarro educativo”.Así es… no basta el RVOE o decir que está en trámite (como vil pasquín)… hay que exigir requisitos para que, no la educación, sino los ideales de los jóvenes, de sus hijos, no los conviertan en un fraude.
Para ello, tanto alumnos, padres de familia y sobre todo, el Estado, deben exigir a estos “changarros” las mínimas garantías de que el futuro profesionista no está comprando un “título”.
(Moderatto en su comercial lo patentiza mejor: ¡No lo aceptaremos!).
El alumno debe rebelarse a una educación mediocre; el padre de familia no debe permitirse pagar porque a su hijo le den un “título a la mediocridad” y el Estado, sea federal o estatal, o ambos, no deben permitir “profesionistas en serie”. ¡Ya no más!
No basta echarle la bolita al gobierno federal: También la SEV debe exigir y proponer métodos de reconocimiento y evaluación a los programas de estudios de las Universidades Privadas. Hacer supervisiones, conocer el equipo, los talleres, evaluar no sólo a alumnos, maestros, incluso hasta a los rectores.
Si no se hace algo, seguirán surgiendo universidades privadas creadas por conflictos familiares, ofertando carreras que, además de no contar con el RVOE, están lejos de saber lo que es educar pero que saben cobrar.
Ejemplos: Acá en Xalapa se pueden contar fácilmente, pero baste sólo un botón para comprender cómo la educación ha sido secuestrada por mercaderes: Universidad Eurohispanoamericana, encabezada por la rectora (¿o empresaria?) Ruth María Rodríguez Pérez…

e-mail: dor00@hotmail.com

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