lunes, 23 de marzo de 2015

Pepe Yunes: “Si llego a ser Gobernador…”


Salvador Muñoz
Los Políticos

Si la política fuera como el futbol, ¿qué serías? ¿Tiburón o Águila?, le pregunto a José Yunes Zorrilla. Está a unos minutos de partir a México, pero se da tiempo para platicar con un plato de melón de por medio para él y unos huevos con picante para mí.
Es un apasionado del balompié. Sus ojos lo delatan. Alguna jugada que pasan por la pantalla lo distrae. Incluso, le recuerdo que me platicaron que cuando niño, iba con los trabajadores de su padre, don Pepe Yunes Suárez, a invitarlos a echarse una cascarita. Lo recuerda y se ríe. Dice que jugó en la media de contención y que fue el tiempo quien le sacó tarjeta amarilla… está sentido de las rodillas…
II
El destape que hicieran de Pepe Yunes para la Gubernatura de dos años matiza algunos detalles que no pueden pasar desapercibidos para quienes siguen la justa por el relevo a la gubernatura el próximo 2016, como por el ejemplo, el alza de un Yunes y la baja de otro Yunes… ¡vamos! que si Pepe fuera el dólar, si mantiene la postura que sostiene hasta el momento, podríamos vaticinar que al fin de año ha de costar 20 pesos, o desde otro punto de vista: Héctor se está devaluando.
III
Aunque a fuerza de ser sinceros, no es el destape del pasado fin de semana lo que sube los bonos de Pepe Yunes rumbo al 2016, sino es la misma actuación del otro senador, Héctor, quien tal parece que, tras su operación de Hernia, el Doctor Duarte también aplicó la “Operación Cicatriz” de la que todo indica que salió mejor, tan recuperado y renovado que no sólo varió su discurso, sino que ya hasta tiene (sin que haya intervenido, dice él) hasta compadres en el Gabinete, o dijera el Tlacuache Garizurieta, dentro del presupuesto. ¡Ah! Y se fue a Japón.
IV
Pero hay una variante que no cambia: Si va a haber candidato a la Gubernatura para el 2016, al menos por parte del PRI (Falta que se defina el PAN), sin lugar a dudas ha de ser un Yunes, pues se quiera o no, al menos hasta este momento, las tendencias y encuestas sitúan a este apellido como favorito. Por supuesto, de diciembre para acá, el despegue de Pepe con relación al Tío ha ido creciendo, yendo contra el vaticinio del mismo Héctor cuando dijo: “hasta que la convocatoria nos separe”... no hubo que esperarla.
V
Por eso, cuando le pregunto a Pepe, si la política fuera como el futbol, ¿qué sería? ¿Tiburón o Águila? me responde: “Diría don Miguel Alemán que él era Tiburón cuando estaba en el agua; era Puma, cuando estaba en la tierra; y era Águila, cuando volaba (soltamos una de tantas carcajadas que hubo en ese desayuno). Yo te puedo decir que hay un gran cariño por todo lo que signifique Veracruz; por tanto, en verdad, hay un enorme respeto y una enorme simpatía por los Tiburones Rojos… me emociono en sus juegos, ¡quiero que ganen! ¡vivo apasionadamente sus partidos! ¡y es al único equipo que no me genera ningún tipo de malestar cuando golea al América!” y reventamos enésima carcajada… sí, vaya que nos dolió esa goliza.
Y suelto una última pregunta:
—Si llegas a ser Gobernador… ¿te vas a los penales?
—Si llego a ser Gobernador, no tengan la menor duda de que voy a llevar a las instancias de los penales a mucha gente.

smcainito@gmail

¿Los senos, un arma?


Brenda Caballero
Números Rojos

No recuerdo bien, tal vez tenía doce o trece años cuando me empezaron a crecer los senos, pechos o mamas. Según leo, aún existe una controversia de cómo se debe decir. Algunos afirman que lo correcto es mama, ya que en términos médicos se dice cáncer de mama, examen de mamas y porque somos mamíferos. Para otros, lo correcto es seno, que si se busca la definición tiene que ver con el pecho y éste a su vez, con mama, que a su vez se relaciona con teta y ésta, como órgano glanduloso de los mamíferos. Otros más fresas les dicen bubis; en algunos países, lolas, chichis, domingas, bufas, etcétera; aunque también hay hasta quien les pone un nombre a cada una como Márgara y Teresa.

domingo, 12 de octubre de 2014

Alvarado y su medalla


Salvador Muñoz
Los Políticos

Alvarado es sin lugar a dudas algo más que mentadas de madre, un cliché con el que se ha marcado a este puerto. En lo particular, cuando pienso en Alvarado, recuerdo más sus nieves y su gastronomía… ¡Dios! ¡Qué rico se come en ese lugar! Sin embargo, Alvarado no es leperadas o comida, tiene mucho que aportar y es curioso, porque goza de historia, igual de valiosa que el Puerto de Veracruz, tan así, que este miércoles, se recuerda un evento que bien puede enmarcarse en letras de oro en cualquier recinto que se preste de reconocer a nuestros veracruzanos valientes.
Los alvaradeños de cepa, amantes de sus raíces, que respetan y hacen respetar su historia, tienen por estos días, una fecha marcada en su corazón: el 15 de octubre de 1846… la batalla naval de Alvarado.

Ayotzinapa, el México que hemos construido


Armando Ortiz
El Hijo Pródigo

Todo mundo se pregunta cómo fue posible esa masacre; todo mundo se pregunta quién dio la orden de disparar; todo mundo se pregunta en qué pensaban los oficiales de policía al momento de acribillar a jóvenes indefensos que les suplicaban el cese al fuego; todo mundo se pregunta quién cavó las fosas; todo mundo se pregunta quién ordenó quemar los cuerpos; todo mundo se pregunta si los quemaron todavía vivos; todo mundo se pregunta quién fue el que desolló a Julio César Mondragón; todo mundo se pregunta qué país hemos construido.

Este otro, también fue inhumano y de barbarie


Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política

Pedrito decía que cuando terminara su tratamiento y regresara a su pueblo, no iba a parar de jugar con sus amigos con unos juguetes que le habían regalado. En sus ojos se reflejaba y así expresaba su deseo más grande de poder volver a jugar como lo hacen los demás niños. Soñaba con llegar a tener una computadora.
Con gran ilusión hacía planes de que sus tíos y el resto de la familia contribuyeran para tener su fiesta el siguiente año. Mary no pensaba en otra cosa que no fuera la celebración de sus quince años. Platicaba de la comida que prepararían, la música, el pastel, y por supuesto su vestido.
Para Isabel, su anhelo más grande era llegar a conocer y tener en sus brazos a su primer nieto que en siete meses más nacería. Ella sabía tejer y deseaba estar ya en su casa para comenzar a elaborar algunas prendas blancas para el nuevo miembro de su familia, porque decía que todavía no sabía si sería niño o niña.
Los sueños no llegaron a realizarlos.