lunes, 28 de septiembre de 2009

El PRD Veracruz entre el acuerdo político o la desintegración

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

Cumpliendo con el mandato del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el PRD en Veracruz va a realizar el día 8 de noviembre elecciones internas para elegir a su presidente y secretario general del Comité Político Estatal.
Estas elecciones son producto de la anulación del proceso de selección de dirigentes que se realizó el 16 de marzo del 2008. Es importante recordar que en este primer intento para definir la ocupación de los máximos cargos de dirección del Sol azteca en la entidad, se exhibieron una serie irregularidades durante la jornada electoral de tal magnitud que fue imposible que ese proceso interno llegara a buen término.
Es del dominio público las graves irregularidades que se presentaron el fatídico 16 de marzo de 2008. Robo y relleno de urnas, sustracción de papelería electoral, falsificación de actas de escrutinio y cómputo de la jornada, amenazas físicas y verbales, secuestro de personas, compra y coacción de votantes y la intervención de personajes vinculados con el gobierno estatal.
En su momento, la mayoría de los contendientes a la presidencia estatal del PRD ofrecieron pruebas testimoniales y documentales, señalando como responsables de estos repugnantes actos a Rogelio Franco Castán y a Cesar Ulises García.
No obstante el escándalo mediático que género este desaseado proceso, los órganos internos del PRD a nivel nacional avalaron el triunfo de Cesar Ulises García como presidente estatal del PRD.
Afortunadamente a Ulises García no le duró mucho el gusto de en el cargo, sus críticos acudieron al Tribunal Electoral, y esta instancia judicial dictaminó la anulación del proceso electoral interno.
Con este mandato judicial, García Vázquez fue obligado a abandonar la presidencia del Sol Azteca y en su lugar se quedó un presidente con carácter de interino.
Bajo estos antecedentes, el Consejo Estatal del PRD ha publicado la convocatoria para cumplir con la resolución judicial, este 8 de noviembre, día de la nueva jornada electoral abre una especial coyuntura que a lo mejor puede permitir resarcir los daños que Rogelio Franco y Cesar Ulises García le han conferido a este partido de izquierda.
Igualmente esta nueva elección representa un valioso momento de modificar los equilibrios internos entre las corrientes del PRD, de fortalecer el consenso interno y de salir fortalecidos rumbo al proceso electoral estatal.
Para lograr lo anterior, se requiere que los principales actores del perredismo veracruzano se comprometan con sus acciones a evitar que en estas elecciones se presente un escenario parecido al del 16 de marzo de 2008. Esto implica que los líderes de los grupos interesados en rescatar al PRD de la debacle electoral y de la corrupción interna, apliquen todas sus habilidades políticas para lograr ponerse de acuerdo entre sí y conformar un sólido bloque con capacidad de neutralizar las redes de corrupción que van a volver a intentar hacer de las suyas el día de las elecciones internas.
Al parecer ya hay ciertos avances al respecto, se maneja que Arturo Herviz, Enrique Romero y Uriel Flores, se encuentran en pláticas para ver de qué manera pueden conformar un bloque que los lleve en unidad de fuerza, de convocatoria y de movilización a ponerles un alto a los demonios que se encuentran sueltos en el PRD.
Me parece que a estas alturas, lo más sano para el PRD en Veracruz es que puedan constituir un amplio acuerdo político entre las corrientes más representativas. Hay que pensar en un amplio acuerdo que se sostenga por lo menos en tres momentos claves para el PRD: a) la definición de los cargos a elección el día 8 de noviembre, b) la definición en la postulación de los cargos de elección popular del 2010 (presidentes municipales, regidores, diputados locales y gobernador) y c) la participación activa y relevante de todas las corrientes durante la campaña electoral local.
El objetivo central de este acuerdo tiene que ser un asunto de sentido común, se trata de llegar fortalecidos a un proceso electoral local en el que se va a reconfigurar el sistema político veracruzano, y en esta reconfiguración los perredistas tienen que formar parte de los espacios de poder.
La moneda se encuentra en el aire, los perredistas logran conformar un amplio acuerdo político que les permita rescatar electoralmente al PRD en Veracruz, de lo contrario si continúan ensimismados en fragmentarse por cuestiones mezquinas van a estar condenados a vivir la desintegración de su propio partido político.

*Director de la revista digital independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx

raul@vozuniversitaria.org.mx

No hay comentarios: