miércoles, 14 de octubre de 2009

¡Una buena nalga!


Salvador Muñoz
Los Políticos

La tragedia que vive en estos momentos Alejandra Guzmán mueve a hacer la siguiente reflexión sobre las nalgas.
La nalga, si no me equivoco, es la parte más carnosa que tiene el ser humano… y si el lector me contradice es probable que entonces sea víctima de a lo que comúnmente se acude en estos casos: “llegó tarde a la repartición de nalgas”.
Ha de ser por ello, el que sea la parte más carnosa, que nuestros padres aplicaran sus castigos en salva sea la parte para que no fueran tan duros los golpes ¡pero cómo jijos duele!
Y del “Dale sus nalgadas” al “Dime vaquero”, lo único que pasó fue el tiempo y se trastocó dolor por placer.
Entonces los glúteos, las pompas, la nachas, los cachetes, trasero, posaderas, tienen otra perspectiva para el joven o el adulto. Eso sí, ya sea hombre o mujer, pero de cierto modo, un buen trasero causa cierta sensación en quien lo mira.
De allí que no falta quien diga: “En esa cola sí me formo”, en el caso de los hombres; en las mujeres, es más fácil que digan “hay de dónde agarrarse” porque de hacerlo en otro lado sería muy doloroso.
No podemos negar que las nalgas son parte de la sensualidad que rodea a nuestro erótico mundo. Ya ve que hay gente que hasta se pone almohadillas para aparentar más pompas o gente que hace ejercicio para levantarlas… aunque también se recurre a la cirugía estética…
Ahí está el caso de Ale Guzmán, que en aras de hacer más frondoso su culo (no se ofendan castos lectores… está bien dicho), pasó a la estética de Valentina de Albornoz y le pusieron una inyección que le provocó una infección, al grado de fibromatosis, que es el desarrollo de varios tumores.
En fin… De acuerdo a los cánones que marcan un buen culo, unas buenas nalgas, un buen trasero, o como quiera llamarle, deben ser de glúteos redondos, firmes, duros pero en cuestión de gustos se rompen… géneros.
Pero dice una frase, ha de disculpar el autor, pero no recuerdo su nombre, que explica de mejor manera qué tan importante pueden ser las nalgas en una persona: “El negro ha de ser bembón y de la nalga bolá, pues sin esa condición, el negro no vale na’ ”.
Sí, méndigos negritos, ya no sólo presumen de tener un falo grande sino también ser nalgones…
Sin embargo, en defensa de blanquitos y morenazos de fuego como el que escribe, hay unas especies que fácilmente pueden ganarle a cualquier negro, al menos en lo que a pompas se refiere…
Reporteros, columnistas, funcionarios, políticos, diputados (de preferencia priistas)…
Son estos personajes los que sencillamente gozan de un excelente trasero, usted los habrá de identificar mejor.
¿No me cree?
Cheque cómo se expresan digamos, aquí, en Veracruz, del Gobernador Fidel Herrera… Lea loas y alabanzas a Tío Fide; escuche lisonjas de nuestros legisladores; ¿recuerda la frase “el mejor gobernador que ha tenido Veracruz”?
Eso no es más que sinónimo de una cosa: ¡Se van de nalgas!
Luego entonces, si la fuerza de gravedad los vence es porque de seguro tienen un enorme trasero… ¿o no?

e-mail: dor00@hotmail.com

2 comentarios:

Lázaro dijo...

¿Quién lo diría?
Muchos llegamos a creer que las nalgas de La Guzmán eran de ensueño...
...pero no,
al final resultaron ser de policarbonato

saludos a todos!!!!

Miguel dijo...

Lo que hay que ver, mira que ese fenómeno ya alcanzó a algunas compañeras periodistas que, al no contar con dinero para ir con el doctor Samuel del Villar, mejor se inyectan aceite o guayacol, aunque los efectos no son los mismos, sí se ven protuberantes.