lunes, 3 de octubre de 2011

¿Contraloría controlará a Salud?

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

La medida parece adecuada, pero también hay quienes la toman como una posible forma de distracción para todos los problemas que vive el Gobierno del Estado.
Iván López Fernández, Contralor General del Estado, refirió este martes que esa dependencia “dio vista” a la Procuraduría General de Justicia del Estado del caso de los medicamentos apócrifos que se encontraron el año pasado en el Centro Estatal de Cancerología.
De por si es extraño que la Contraloría haga una denuncia de este tipo, porque son pocas las realizadas (para no decir que nunca se había efectuado una similar), pero más insólito es que el titular de la Secretaría de Salud en el estado defienda a la empresa que entregó (porque no proveyó, porque esto hubiera implicado el que se hubiera satisfecho una necesidad) dichos (¿cómo se les puede llamar, porque no eran medicamentos, y por tanto un producto tampoco)… objetos.
“Esas cosas” (les diremos así, porque finalmente eso son, cosas, porque no se les puede llamar medicamentos) eran para tratar a enfermos de cáncer en el Centro de Cancerología del gobierno del estado.
Pablo Anaya, además, no ha tenido una carrera como Secretario de Salud de lo más destacado, precisamente, porque los conflictos le han estallado por todos lados: tiene hospitales sin terminar, centros de atención médica en los que no hay ni alcohol, personal sin lugares de trabajo designados, clínicas y hospitales con carencia de personal, reclamo por falta de pagos, cambio de personal por favoritismos… y otras cosas.
Pero que defienda a una empresa farmacéutica (o más específicamente, al representante de esta) por haber entregado cosas que para nada son medicamento… eso… eso sí es muy extraño.
Iván López refirió que le enviará una copia del expediente a su compañero en el gabinete del Gobierno del Estado, para que ambos estén en el mismo “tenor”, en cuanto al tema.
Pablo Anaya, en días anteriores aseguró tener “guardado en mi escritorio” el dictamen “final” que sobre el caso emitieron la Contraloría Interna y la Dirección Jurídica de la Secretaría de Salud, donde se asienta que “no existe ninguna responsabilidad para nadie” sobre el asunto.
De hecho buscó de disminuir la gravedad del asunto diciendo que se trata de una turbiedad de la cosa esa (porque medicamento no es), por lo que todo el lote de se recogió.
Pero más que nada, aseguró que todos los pacientes a los que se les dio a consumir la "cosa esa”, se encuentran vivos.
Eso es una muestra de su falta de sensibilidad hacia la salud de los veracruzanos, sobre todo de los terrenales que deben acudir a las instancias publicas de salud.
Lo que tengan, será grave hasta que les provoque la muerte, antes, no…
Y esa es también la visión que tiene para el ejercicio de la función pública: una cosa que sustituye un medicamento, será mala hasta que mate a un paciente, antes, no…
Por lo pronto el proveedor de la “cosa esa” está suspendido en sus ventas al gobierno del estado.
Pero quien realizó la compra y recibió y avaló la “cosa esa” sigue en funciones, con todo y su poco (o nulo) espíritu de servicio a los veracruzanos, tanto místicos, como terrenales.
La Contraloría en este caso debe persistir, sobre todo si quiere darle fuerza y credibilidad al programa que recién arrancó este lunes “Yo soy honesto”, en un evento con los alumnos del colegio particular Simón Bolívar, en donde estuvo, precisamente el Contralor.
Ahí Iván López dijo que la dependencia a su cargo tiene como una de sus tareas vigilar que los servidores públicos hagan bien su trabajo en beneficio de los veracruzanos.
Tan sólo esto es más que suficiente para que la dependencia mantenga las acciones.
Pero además, un actuar que muestre los errores cometidos en el caso de la “cosa esa” que se quiso hacer pasar como medicamento para enfermos de cáncer, y que propicie un castigo adecuado para quienes permitieron que este ocurriese, fortalecería una imagen de honestidad y trabajo hacia el Gobierno del Estado de Veracruz, la cual es necesaria en estos momentos en que el golpeteo mediático hacia el poder ejecutivo del estado es permanente.
Tiene razón el Contralor, cuando asienta que las observaciones las hace la dependencia a su cargo, pero cuando estas se trasladan a la Procuraduría de Justicia del Estado, es esta dependencia la que define qué es lo que pasó.

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