martes, 20 de marzo de 2012

Pagar deuda con más deuda

* Desorden financiero en el gobierno
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

Algo se está haciendo mal: La deuda pública de Veracruz en lugar de reducirse, crece.
Aunque Tomás Ruíz diga que por lo menos la calificación de Veracruz no decayó…
Es un muy buen ejemplo de “mal de muchos…”
Los supuestos místicos de las finanzas públicas que iban a salvar al estado de Veracruz de la bancarrota y que lo llevarían al nirvana financiero, en el tiempo que llevan en el poder nada han logrado mejorar en las calificaciones crediticias del gobierno del estado de Veracruz.
Y eso lo dice la calificadora bursátil Fitch Ratings México, la cual emitió su evaluación de la deuda del estado de Veracruz apenas este 16 de marzo.
De hecho el boletín emitido por Fitch Ratings asienta de manera textual:
“La perspectiva crediticia de la calificación se mantiene negativa fundamentalmente por el aún elevado nivel de pasivos circulantes que mantiene el Estado”.
El endeudamiento del estado de Veracruz es alto, muy alto.
Las intenciones del Gobernador Javier Duarte y de su secretario de Finanzas de reducir los gastos del gobierno del estado con el “Plan de Ajuste Fiscal” implementado durante 2011, fracasaron, y por eso en este año se inventaron los Lineamientos para el Control y la Contención del Gasto Público en el Estado de Veracruz, anunciado el martes 13 de marzo, el cual en si mismo muestra el tamaño del desorden que existe en la administración pública estatal, que no habría necesidad de confeccionar si la versión original hubiera resultado efectiva.
Lo que sí, es que resulta muy fuerte que Tomás Ruíz diga que el estancamiento financiero de Veracruz (para no decir que existe un decrecimiento económico), que se refleja en la evaluación crediticia del gobierno del estado, después de más de un año del actual gobierno es “es el reflejo de las acciones emprendidas por el gobernador Javier Duarte de Ochoa, tales como el reordenamiento de las finanzas públicas, la generación de ahorros en la operación del gobierno, la administración responsable de los recursos, así como el cumplimiento paulatino de las obligaciones con proveedores”.
Porque reordenamiento de las finanzas no existe, el dejar de cumplir compromisos no es ahorro, y los dos elementos anteriores muestran que no existe una administración responsable de los recursos, además de que tampoco se ha cumplido con las obligaciones contraídas.
El gobernador Javier Duarte estaba más que interesado en que se le diera una buena calificación a Veracruz, tanto que propició que Eduardo Hernández de la Garza, director de Finanzas Públicas de Fitch Ratings, llegase a la Conferencia Anual de Municipios 2012, que se realizó en el WTC el 1 y 2 de marzo.
Ahí el representante de Fitch Ratings, por la amabilidad que le debía al anfitrión (¿o sería por alguna otra razón?) dijo que las perspectivas de calificación financiera para el estado de Veracruz mejoraban.
Pero ya la calificación final, la emitida el 16 de marzo mostró que no, que las condiciones financieras de Veracruz se mantienen como malas.
Los pasivos circulantes, o deuda a corto plazo, Fitch Ratings los calcula en “un nivel superior a los $12,000” millones de pesos, a finales del 2011.
Esto significa que la declaración emitida por el Secretario de Finanzas a finales del año pasado, en el sentido de que la deuda a proveedores ya se estaba liquidando, estuvo tergiversada, bien por interés propio o por mala información de sus subordinados.
Lo mas seguro es que Tomás Ruíz estuvo consciente de que estaba falseando la información, porque aseguró que se habían utilizado 2 mil millones de pesos para liquidar el 80 por ciento de la deuda con contratistas y proveedores.
Y esa cantidad estaba muy lejos del llamado pasivo contingente que se había detectado antes, que era de 17 mil 400 millones de pesos, a menos que a los 2 mil millones de pesos se les haya caído un “0” en alguna parte y la referencia fuera hacia 20 mil millones de pesos.
Por que esos 17 mil 400 millones de pesos ya habían sido rebasados y para el 30 de septiembre del 2011, el monto ya ascendía a 19 mil 106 millones de pesos, según asienta el boletín de prensa de Fitch Ratings.
Como sea, el Secretario de Finanzas aseguró entonces que quedaban sólo 600 millones de pesos de pesos, que representaban el 20 por ciento de la deuda con proveedores del gobierno del estado.
¿Y los otros 17 mil millones de pesos a donde se fueron a parar?.
Porque además aquí debemos retomar la parte donde la calificadora dice que la deuda de este tipo se calculaba a finales del 2011 en más de 12 mil millones de pesos.
¿Cómo fue que ésta deuda se redujo?.
Pues muy fácil, adquiriendo créditos bancarios para pagar.
Dicho en palabras de terrenal, destaparon un hoyo más grande, para tapar otro hoyo.
Esa es la gran maestría en el manejo financiero de los grandes místicos que tienen en sus manos esta materia en el gobierno del estado de Veracruz.
La Sefiplan consiguió a finales del 2011 que le autorizarán 4 créditos, los que en conjunto suman 10 mil 820 millones de pesos, los cuales supuestamente se aplicarían al pago de la deuda contingente, conforme a lo estipulado en el decreto 289 de la Legislatura del estado, publicado el 5 de agosto de 2011, mediante el cual se autoriza “la contratación de endeudamiento para hacer frente a las obligaciones con terceros pendientes de pago, derivadas de la ejecución de obras, contratación de servicios y adquisición de bienes, hasta por un monto de $17,400'000,000.00 (Diecisiete mil cuatrocientos millones de pesos 00/100)”.
¿Pero si sólo consiguieron 10 mil 820 millones, cómo le hicieron para pagar los 19 mil 106 millones de deuda con proveedores y contratistas, que en realidad era el monto de lo que se debía?.
Pues no, no pagaron esas cantidades.
Por eso ahora Fitch Ratings calcula que la carga a finales de 2011 era superior a los 12 mil millones de pesos.
Entonces la genialidad de conseguir nuevos préstamos para pagar deuda vieja, ni siquiera resultó todo lo eficaz que pensaban, porque la confianza de las instituciones bancarias apenas alcanzó el 62,18 por ciento del objetivo y el 56.63 por ciento de la necesidad detectada.
Los créditos anotados son:
500 millones de pesos Banamex; 4 mil 600 millones, Banobras; mil 220 millones de pesos, Banobras, también; Banorte, 4 mil 500 millones de pesos.
Entonces la gran genialidad de los místicos financieros del estado, como que… no se despliega aún con eficacia.

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