jueves, 11 de octubre de 2012

Alberto Silva, tras la gubernatura con todo

Tuxpan será el municipio más endeudao 
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales 

El alcalde de Tuxpan está más que dispuesto a hacerse notar rumbo a la gubernatura de Veracruz, para lo cual planea tomar un camino que ya demostró su ineficacia para construir capital político: endeudar la entidad gubernamental que le toca gobernar.
Cuando el gobierno de Fidel Herrera, en la etapa de la bursatilización,en múltiples ocasiones se manejó que el verdadero cerebro de los hijos de la fidelidad era Alberto Silva Ramos.
Tal vez eso sea cierto, porque ahora el presidente municipal de Tuxpan quiere seguir el mismo camino que se tomó durante el anterior sexenio, de realizar obras al por mayor y de proyectar su imagen más allá de su municipio para crear el imaginario de eficacia en la administración pública.
Y para eso el planteamiento es dejar al municipio de Tuxpan endeudado por muchos, pero muchos años, y con una inmovilidad administrativa mayor a la que tienen los ayuntamientos en funciones.
Al 30 de junio de 2012 Tuxpan tenía registrada una deuda de 172.4 millones de pesos, tan solo de deuda documentada. 
De acuerdo con lo difundido por la calificadora bursátil Fitch Raftings, esta deuda correspondía a 53.9 millones de pesos, a un plazo de 28 años con vencimiento en julio de 2038, con respaldo en la bursatilización; un crédito con la banca de desarrollo, al amparo del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal del Ramo 33, con saldo insoluto de 20.3 millones de pesos y vencimiento en noviembre de 2013; y un tercer financiamiento contratado en 2011 con saldo de $98.2 millones de pesos, a un plazo de 2 años y tasa variable.
Pero su deuda real tiene además la característica de ser mayor a lo que está registrado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en donde la cifra apuntada es de 135.8 millones de pesos; es decir que tienen un subregistro de 36.6 millones de pesos.
A esto se le debe sumar que Alberto Silva tuvo la aprobación del Congreso del Estado, según publicación del 19 de septiembre de 2012 en la Gaceta del Estado,para adquirir una deuda por 220 millones de pesos, con lo cual Tuxpan pasaría a ser el municipio más endeudado de la entidad, con 392.4 millones de pesos, muy por arriba de los 301.5 millones de pesos que en este momento se le adjudican a Coatzacoalcos.
El pretexto para buscar esos créditos es que supuestamente se destinarán 120 millones de pesos a reestructurar parte de la deuda actual, mientras que los otros 100 serán para inversión pública productiva.
Probablemente el nuevo crédito le alcance a Alberto Silva para operar y nuevamente ganar las elecciones en Tuxpan, las municipales y las distritales, el próximo año, tanto si va como candidato, a diputado como si logra su gran anhelo de ser Secretario de Gobierno.
Tal vez la medición política de Alberto Silva es que siendo Secretario de Gobierno, o que su primo Gabriel Deantes sea el Secretario de Finanzas, tendrá los recursos suficientes para recomponer la figura y poder llegar a la contienda por la gubernatura en el 2016, en forma para poderse confrontar con los Yunes, tanto los priistas como los panistas.
Pero si por alguna razón no hay recursos suficientes para Tuxpan del 2013 al 2016, la mala imagen que se proyectará desde un municipio paralizado lo alcanzará donde quiera que este y le impedirá crecer para alcanzar la candidatura gubernamental.
Simplemente debe mirar a su rededor y comprobar la imagen negativa provocada por la recesión económica en el estado y los efectos políticos reales de la misma.
De hecho, con que mire en su municipio, los reclamos que le hacen de obras públicas necesarias echándole en cara lo que llaman obras de relumbrón.
La composición de las fuerzas políticas en contienda para el 2013 será distinta, y lo más seguro es que quienes este 2012 fueron sus aliados, el próximo año serán sus contrarios.
¿En verdad cree que le alcanzará el capital político de aquí al 2016?

AGUA QUE FLUYE
LA CABEZA DE BERMÚDEZ. Arturo Bermúdez Zurita nuevamente se muestra en todo su poder, seguro –casi- de que no lo removerán, porque al parecer las diferencias con la Marina y el Ejército fueron zanjadas.
Arturo Bermúdez ahora se dedica a presumir lo que llama su “Policía vial” que entra en lugar de los agentes de tránsito, pero que es tan insuficiente que no pueden poner orden en el caos vial que es Xalapa cada día.
Pero aún así Arturo Bermúdez no ha podido mostrar eficacia en el control de la delincuencia en Veracruz.
Lo que sí es que Arturo Bermúdez no ha dicho como le va a hacer para lograr que toda la policía de Veracruz este certificada para enero del 2013, lo que incluye a su policía vial.

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