El articulista Jorge Arturo Rodríguez con el escritor Arnoldo
Kraus, quien sostuvo que la cultura es la única esperanza para humanizar un
poco al ser humano tan inhumanizado”.
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Tierra de Babel
Arnoldo Kraus es un tipo alto y delgado, con un chingo de conocimientos en medicina, ética médica y anexas. Cabello y bigotes desaliñados, un tanto a la Albert Einstein. Sobre el Hay Festival dijo que es “fantástico, todo lo que tenga que ver con la cultura siempre pienso que es la única esperanza para humanizar un poco al ser humano tan inhumanizado”.
Le pregunté por el aumento en estos tiempo de las enfermedades. Dijo claro: “Hay una cuestión que se llama enfermedades de la pobreza, es un concepto que hizo un neumólogo mexicano hace muchos años, el doctor Celis, y es correcto, hay enfermedades que tienen que ver con la pobreza, y en México aunque se niegue y aunque se diga que hay una cobertura del cien por ciento a partir del Seguro Popular, creo que es una de las tantas grandes mentiras que se esgrimen en nuestro gobierno. En sí, son enfermedades relacionadas con la pobreza, como la desnutrición, diarreas, cáncer cérvico uterino, cáncer de mama, por no detectarse a tiempo. Y también en México ya tenemos enfermedades de la riqueza, que son las que sufren las gentes gordas por comer mal y que tienen problemas crónicos del corazón, de diabetes, a veces no se cumple, también hay que saber por qué proviene, muchas veces se da en la misma pobreza por comer carbohidratos porque no tienen otras fuentes para poder alimentarse, porque es lo más barato”.
Sobre el suicidio, señaló, seguro: “Es un tema muy complejo. El suicidio sí se está incrementando, no sé en Veracruz, no tengo las cifras, pero sí hay una tendencia mundial, en dos polos de la línea: en jóvenes y en viejos. En viejos diría que es por el abandono y la soledad, y en jóvenes porque nunca encuentran líneas rectoras para alimentar su espíritu, suficientes. Y sí hay un incremento a nivel mundial”.
No hay duda, en Hay Festival hubo para todos y para todos los gustos. El escritor y monero Bernardo Fernández, “Bef”, al preguntarle del narcotráfico, me comentó que “ya llegamos a un callejón sin salida. A mí ver, la única manera que hay es despenalizar el consumo global, no nada más drogas suaves, y empezar a considerar la legalización. Porque, mira, el modelo que tengo es la prohibición del alcohol en los Estado Unidos, no sirvió de nada, tuvieron diez años con esa guerra que no sirvió de nada y tuvieron que despenalizarlo y no pasó nada, el país no se acabó por eso. Entonces, yo estoy a favor de la despenalización y la legalización, porque creo que es en esas dos fases como podríamos detener esta locura de violencia que, además, a Veracruz que es un lugar que yo quiero tanto, le ha pegado tan duro. Con el cambio de gobierno quiero pensar que sí habrá un cambio para hacer frente a la violencia y al narcotráfico, quiero pensar que sí”.
Bef tiene un libro de monitos llamado ¡Cielos, mi marido!. Le pregunto sobre la infidelidad y me contestó, con una sonrisa pícara: “No sé, eso lo hice por los chistes, yo soy muy bien portadito”. Con mucha razón escribió en el “Epiloguete” de ¡Cielos, mi marido!: “Pocas cosas son más complicadas hoy en día que ser divertido”.
El articulista Jorge Arturo Rodríguez con el
escritor y monero Bernardo Fernández, “Bef”. |
De Cinismo y Anexas
Hablando de lo complicado que es hoy en día ser divertido, les cuento que en una de las tantas campañas en pro de la decencia que se han emprendido sin éxito (¿por fortuna o por desgracia?) en la M. H. (¿Muy Heroica? ¡No!, Mal Hablada) ciudad de Alvarado, tendientes a suprimir el “Hijo de puta”, que allí es el tratamiento usual entre personas, la profesora recomendó a los niños que tuvieran respeto a los mayores, sobre todo si son extraños.
Así las cosas, llegó a casa de Pepito un señor:
-Niño, ¿está tu papá?
-Sí, caballero.
-¿Se encuentra ocupado?
-No, caballero.
-¿Quieres llamarlo?
-Con mucho gusto, caballero –el niño hace bocina con las manos y grita-: “¡Papá, aquí te busca un hijo’e puta!” (Picardía mexicana, de A. Jiménez).
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
Así las cosas, llegó a casa de Pepito un señor:
-Niño, ¿está tu papá?
-Sí, caballero.
-¿Se encuentra ocupado?
-No, caballero.
-¿Quieres llamarlo?
-Con mucho gusto, caballero –el niño hace bocina con las manos y grita-: “¡Papá, aquí te busca un hijo’e puta!” (Picardía mexicana, de A. Jiménez).
Por lo pronto, ahí se ven.
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
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