EPN, y los “internautas incómodos”

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales 

No fue de repente.
Mucho menos sin razón.
El Twitter, el Facebook, las redes sociales, esa nueva plaza pública para gritar, expresar, señalar, manifestar o sólo exhibirse, comenzó a mostrar como crecía y se mantenía el trending topic #EPNvsInternet.
Y es una campaña con respaldo internacional contra las intenciones del gobierno de la república de México por controlar internet y sus contenidos y por vigilar lo que los internautas colocan en sus mensajes.
En síntesis, es @EPN contra los internautas incomodos.
Y es que sí, al presidente de México, Enrique Peña Nieto le han llovido campañas y campañas por diferentes errores que ha cometido en sus discursos públicos, que han quedado grabados en video y que han sido subidos a la red y permanecen, porque Youtube, hoy parte de Google, entendio que le sale más caro poner censura a sus usuarios que el permitir la critica abierta.
Vaya, ni Estados Unidos –de un lado-, ni China –del otro- han logrado controlar el flujo en las redes sociales ni en internet. ¿Cómo podría lograrlo el gobierno de México?.
Para muchos gobiernos, de muchos lados, de muchas tendencias, el aceptar la libertad en el tráfico de contenidos en la red le resulta pesado, por las criticas y los “inconvenientes” que les causan.
En particular Google apunta que recibió un incremento sustancial en las peticiones gubernamentales para eliminar contenidos durante el primer semestre de 2013, de un 69%, con respecto al segundo semestre de 2012.
Fueron 3,854 solicitudes gubernamentales para eliminar 24,749 piezas de contenido, apunta Susan Infantino, Directora Legal de Google (Los gobiernos del mundo incrementan sus intentos por censurar a Google, en http://www.alef.mx).
¿Y si es un problema de censura que el gobierno de México quiere imponer contra los internautas de México, porqué la campaña tiene rango internacional?.
Porque así como se hizo la protesta mundial contra los intentos de control en Estados Unidos y la Unión Europea, porque sería un antecedente que crecería por todo el mundo, así puede ocurrir con el caso México.
Así El Netizen Report en su reporte “Reformas de telecomunicaciones en México recuerdan al pasado autoritario”, publicado por Global Voices Advocacy en su edición de abril, resume el porque de las protestas contra la ley de Peña Nieto:
“Anunciada como un esfuerzo por disolver los notorios monopolios de telecomunicaciones y radiodifusión de México, la Ley de Telecomunicaciones cubre una amplia gama de temas de comunicaciones electrónicas ─ y pisotea el territorio de los derechos humanos. A instancias de las autoridades “competentes”, la ley autoriza a las compañías de telecomunicaciones a “bloquear, inhibir o anular” los servicios de comunicaciones “en momentos críticos para la seguridad pública y nacional”. La ley también autoriza a los proveedores de servicios de Internet a ofrecer paquetes de servicios que “respondan a las demandas del mercado” y a diferenciar en “capacidad, velocidad y calidad” ─ una medida que podría imposibilitar la protección de la neutralidad de la red en el país. Por si fuera poco, las medidas de seguridad incluidas en la ley permitirían a las autoridades realizar un seguimiento de la actividad de los usuarios en tiempo real, utilizando herramientas de geolocalización, sin obtener aprobación judicial previa”.
Un panorama bastante deplorable en cuanto al respeto de las garantías y derechos individuales.
La Ley es un atentado contra la existencia de las radios indígenas, voces independientes que han buscado callar desde la época de Carlos Salinas, y de todos los medios comunitarios en sí.
El bloqueo de señal lo que pretende es crear “zonas de silencio” al obligar a las empresas de telecomunicaciones a no emitir ninguna señal de telefonía, internet y de radio durante manifestaciones, concentraciones y durante situaciones que el gobierno federal considere que ponen en riesgo la seguridad nacional.
Y, precisamente contra este panorama de represión y censura, se convocó a la Jornada Global Contra la Censura en México, dentro de la cual se incluye el hacer una “tormenta mundial de mensajes, videos, posts de blogs, artículos de prensa, canciones y todo aquello que sirva para apoyar” con la etiqueta #EPNvsInternet la cual ya fue tendencia mundial, según reporte de la organización @YoSoyRed.
La nueva etiqueta se implantó porque la anterior #ContraElSilencioMX la inundaron de spam los “peñabots” como los llamó el Colectivo Libre Internet para Todos.
La acción es urgente porque se espera que en este mes salgan las leyes secundarias de la reforma en telecomunicaciones.
Así pues, la defensa de un internet libre incluso es algo que le conviene a los místicos del poder, a los que están en la oposición, a los que son divergentes del gobierno. Pero sobre todo es algo que los terrenales deben disfrutar porque es un salida a las inquietudes ciudadanas y un control al gobierno.
Por eso es que el gobierno quiere controlarlo.

¿PISO PAREJO EN EL 2016?. El senador Héctor Yunes Landa pidió “piso parejo” para quienes buscan la candidatura gubernamental en el 2016:
“Yo exijo que sea a navaja limpia, que sea juego limpio para la sucesión, que no haya cargada ni por parte del gobierno ni por parte de mi partido”, aseveró.
¿A qué se refirió con esto?, ¿acaso Héctor Yunes siente que ya lo están dejando fuera de la contienda?.
Sería interesante que éste místico de la política veracruzana aclare a los terrenales la situación, porque se carece del contexto hacia lo dicho.

MANIFESTACIONES VS. @EPN. Un grupo de profesores de Veracruz se manifestaron contra el presidente Enrique Peña Nieto, por la reforma laboral a que los está sometiendo.
El asunto no sería raro, de no ser por un ingrediente: los dirigentes de los manifestantes cuidaron en todo momento el que no se hablase mal de Javier Duarte.
¿O acaso los medios que difundieron la nota sobre la manifestación eliminaron toda referencia negativa hacia el mandatario estatal?.
¡Misterio!

RECONOCIMIENTO DE ERROR. Por cierto, en la columna anterior por un error más que garrafal se le puso al senador Héctor Yunes como segundo apellido el de Márquez, pero el suyo es Landa. Va también una disculpa por las incomodidades causadas a los Yunes, tanto del lado Landa como Márquez.