martes, 22 de abril de 2014

La historia de una parodia del poder

Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Místicos y Terrenales

La galería de imágenes que publica Presidencia de la República, donde en ningún momento Javier Duarte está a menos de un metro de distancia del presidente Enrique Peña Nieto, prueba ¿la agonía?  del poder de Javier Duarte.
¿Agonía?.
No, usted perdone. No puede agonizar lo que nunca fue.
Y Javier Duarte nunca ha sido el gobernador de Veracruz como él se ha mentido a si mismo.
Nunca rompió con el exgobernador Fidel Herrera.
¿Romper?, pero que iba a romper si pasó de hijo adoptivo a un lastre que ya nadie sabe como se puede abandonar sin hacer más daño.
La teatralidad del poder se salió del guión, se volvió espectáculo de la banalidad, que es el verdadero porno de hoy.
Vaya, ni siquiera Comunicación Social del gobierno del estado pudo conseguir una imagen que fuera realmente favorable a Javier Duarte.
Así pues, el evento del 21 de abril sirvió para reabrir el rumor de que Javier Duarte será llevado a la administración de Enrique Peña Nieto.
Lo que sí es que todos coinciden en que es un buen deseo.
Quienes están con Duarte afirman que sería para que ocupe un “buen” puesto en el gobierno federal, probablemente alguna subsecretaría de Hacienda, por sus ¿grandes capacidades financieras?, o alguna otra posición de relevancia.
Quienes no están con Duarte aseguran que son buenos deseos porque cualquiera (y cualquiera es cualquiera de los que están en su gobierno ahora) lo haría mejor. Para comenzar se eliminarían todas esas fugas de recursos que propiciaron que en la cuenta pública del 2012 la Auditoría Superior de la Federación emitiese observaciones por más de 13 mil millones de pesos.
Entonces, si hay consenso que la salida de Javier Duarte del gobierno del estado es un bueno deseo ¿porqué no firmar todos los que quieren que se vaya un documento pidiéndole a Peña Nieto que se lo lleve?. Tanto los que se sienten místicos de la política como los terrenales.
Un buen deseo, pues.
Pero, de convertirse en realidad el rumor, ¿quién sería el próximo gobernador?. Una incógnita total, porque el Congreso del Estado lo controla quien puso a la mayoría de los diputados, quien los escogió y les dio recursos y estrategias para ganar.
¡Y no fue Gabriel Deantes!.
Si el primo del coordinador de Comunicación Social del gobierno del estado hubiera sido el artífice de los resultados de la anterior elección no lo hubieran despedido y mucho menos hubieran dejado correr esos rumores malévolos de que lo despidieron por que se desaparecieron varios miles de millones de pesos.
¿Entonces quién armó esa estrategia?.
¡Quien ejerce el control y el mando del estado!.
¿A quién le hablaban los aspirantes y candidatos que querían las posiciones?.
Al genio rojo. A ese que armó toda la estrategia, el mismo que pactó con el PAN para que no impugnase la llegada de todos los diputados plurinominales del PRI, el que compró la fracción del PRD que está ahora en el poder para que rompiese la alianza PAN-PRD que en otros estados funcionó muy bien contra el PRI
Entonces, si el control de la Legislatura del estado la tiene una sola mano, es muy probable que esa misma fuerza es la que lleva las riendas en el gobierno del estado y realmente, la que sirve de valladar para impedir que los buenos deseos sobre la partida de Javier Duarte se hagan realidad.
Y si las cosas llegasen a ocurrir de esa manera, esa misma fuerza roja tendría mucho peso para designar al interino, por su control de la Cámara de Diputados.
El artículo 47 en su párrafo 3 asienta que:
Cuando la falta de Gobernador ocurriese en los cuatro últimos años del período respectivo, si el Congreso se encontrase en sesiones, elegirá al Gobernador sustituto que deberá concluir el período; si el Congreso no estuviere reunido, la Diputación Permanente nombrará un Gobernador provisional y convocará al Congreso a sesiones extraordinarias, para que, erigido en Colegio Electoral, haga la elección de Gobernador sustituto”.
¿Y porqué esa fuerte influencia en la designación?
Tiene todos los votos del PRI, todos los votos del PAN (¿cuándo han visto en ésta Legislatura que la fracción panista vote en contra de los intereses del PRI?), todos los votos del Panal, todos los votos del PVEM, todos los votos del PRD.
Pero no todos comparten los “buenos deseos” de que Javier Duarte sea llevado a la Ciudad de México. Al menos los verdaderos reales aspirantes a la designación para la candidatura gubernamental en el 2016 por parte del PRI no quieren, porque quien ocupe el cargo entre el 1 de diciembre del 2014 y el 30 de noviembre del 2016 no podrá ser electo para el periodo inmediato.
Pero esto son sólo rumores, “buenos deseos” tanto de quienes están con Javier Duarte como de quienes ya desean su salida para hoy.
Entonces, ¿quién es el verdadero gran místico del poder en Veracruz?.
¿A quién le hacen caso los otros que miran hacia abajo a los terrenales?

No hay comentarios: