Javier Duarte de Ochoa *
Al llegar al ocaso de este año, es prudente realizar un recuento de las acciones que desde cada una de nuestras funciones hemos realizado.
En términos del trabajo realizado desde la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), estamos convencidos de que el balance es positivo para Veracruz. Y no se trata sólo de un balance superficial del estado de las finanzas públicas, sino de uno que incluye también el impacto que éstas han tenido en el desarrollo económico y social de la entidad.
Durante este año, las finanzas públicas de nuestro estado han sido el reflejo de políticas públicas eficientes, bien planeadas y sobre todo, responsables.
En este sentido, se han privilegiado los gastos en inversión y obra pública sobre los incrementos en gasto corriente.
Las acciones de la Secretaría de Finanzas han logrado ser un impulso al crecimiento económico, a la generación de empleos y combatir la pobreza extrema. Los mecanismos de operación están estructurados en torno al saneamiento de las finanzas públicas, el fortalecimiento de la recaudación, la focalización del gasto público a población desprotegida y la responsabilidad hacendaria.
La organización de la Sefiplan y sus acciones han estado cimentadas en incrementar los ingresos gracias a la recaudación sobre actividades productivas y no mediante deuda pública, en estructurar el gasto alrededor de la atención a la pobreza y en dignificar la labor hacendaria.
Concretamente esta ha sido la base de coordinación fiscal con los municipios.
Haciendo un breve resumen, podemos decir que a través de modernos esquemas como el de bursatilización, ha sido posible financiar el desarrollo sin incurrir en deuda pública.
Asimismo, a través del impulso al uso de tecnologías de la información hemos logrado eficientar la comunicación entre el gobierno y los contribuyentes, tanto como facilitar al contribuyente su pago de impuestos, acercar y mejorar el trato a la ciudadanía y facilitarle trámites en general.
Si bien no es posible en este espacio ahondar sobre todo lo que este año ha significado en términos del fortalecimiento de las finanzas estatales, si podemos resaltar los principales logros en esta materia, mismos que sin duda marcan un parte aguas en el impulso al desarrollo y al crecimiento económico.
Política económica de ingresos: Unas finanzas públicas sanas atraen inversiones productivas, elevan los recursos disponibles para el gasto social.
El fortalecimiento de las finanzas públicas estatales ha seguido dos líneas estratégicas, una que atiende a las condiciones económicas del estado y la otra a las prerrogativas de Veracruz frente a la República.
Así, una línea ha favorecido la eficiencia y equidad en la recaudación, tanto al facilitar al contribuyente el cumplimiento de sus obligaciones, como al ejecutar una administración eficiente y responsable de los recursos; la segunda línea estratégica promueve una actitud proactiva para obtener más recursos federales y en menores tiempos.
Gracias al seguimiento de estas líneas estratégicas, de los más de 61,000 millones de pesos ingresados, el 99.5% fueron ingresos ordinarios. De hecho, los ingresos totales en el periodo 2007-2008 fueron, descontando los efectos de la inflación, fueron 8.2% mayores que el periodo anterior y 6.2% por encima de lo presupuestado.
Política económica de gasto: El fortalecimiento de la hacienda y la búsqueda eficiente de recursos no tributarios, adquieren relevancia sólo si hay un objetivo claro y socialmente válido que los legitime.
Para el Gobierno del estado de Veracruz, es claro que el objetivo ha sido durante todo este año el impulso al desarrollo social. En torno a él hemos estructurado y llevado a cabo una política de gasto público, que en este año en particular ha privilegiado el combate a la pobreza, la infraestructura para el desarrollo, la seguridad pública, la procuración de justicia y la atención al medio ambiente.
Sin embargo, no hemos dejado de lado como ejes transversales la equidad social y de género, el desarrollo de los pueblos indígenas, la reactivación del campo, el combate a la corrupción y la transparencia y rendición de cuentas, en un contexto de austeridad, ahorro y control del gasto público.
En consecuencia, durante este 2008 nos encontramos con un balance equilibrado, que no gasta más de lo que ingresa ni se restringe en gastos necesarios.
Gestión administrativa y financiera: Un componente esencial de la eficiencia administrativa es la congruencia entre el trabajo realizado por personal de la administración y el gasto administrativo que ello representa.
Este año hemos reforzado nuestro compromiso con la transparencia en la toma de decisiones sobre el personal y los fondos gubernamentales, mismos que se han convertido en un fuerte indicador de un gobierno democrático, sano y estable.
En términos de gestión administrativa y financiera, el manejo de la deuda pública es un elemento fundamental para el desarrollo.
Hoy es un orgullo decir que la presente administración no cuenta con Deuda Pública Directa, sólo una deuda Contingente que en mayo contaba con un saldo de 336.9 mil pesos correspondientes a un crédito del Fondo Nacional de Habitaciones Populares.
El saneamiento de las finanzas públicas, durante este año se vio reforzado por un innovador esquema financiero que permitió obtener recursos netos por 6,300 millones de pesos a través de la bursatilización del impuesto sobre Tenencia o Uso de Vehículos.
El Fideicomiso ha cubierto 25.3 millones de pesos de capital y 397.6 millones de pesos por su servicio. Sus fondos de reserva ascienden a 445.2 millones de pesos a julio del 2008. Este esquema, además de ser nuevo como instrumento de financiación para el desarrollo, ha permitido la participación coordinada del Ejecutivo con los ayuntamientos, en busca de beneficiar a la ciudadanía.
Hasta ahora, 199 municipios del Estado obtuvieron autorización de sus respectivos Ayuntamientos y del H. Congreso Estatal para efectuar una bursatilización conjunta hasta por 1,300 millones de pesos.
Planeación económica para el desarrollo: La pertinencia de la planeación es evidente ante la situación económica actual, en la que las consecuencias de una desaceleración, estancamiento o recesión económicas traspasan fronteras y gobiernos nacionales, de manera que las iniciativas y anticipaciones locales son los frentes contra los malos tiempos económicos.
Una evaluación a conciencia nos permite ver las ventajas para Veracruz por cooperar y coordinarse con organismos internacionales, la Federación y otros vecinos regionales para financiar programas sociales ya sea de manera pública o bien permitiendo la participación del sector privado en los mismos. De esta forma, 2008 ha estado marcado como un año de acuerdos, no sólo en coordinación con el gobierno federal, sino con las regiones aledañas a la entidad.
Dentro de estos acuerdos, destaca la contribución activa del estado en el Comité Técnico del Fideicomiso 2050 para el Desarrollo Regional Sur-Sureste, así como en la Estrategia integral para el desarrollo social de los municipios más pobres del país.
Al finalizar 2008, nos sentimos satisfechos con los avances que hemos alcanzado, conscientes de que hemos cumplido a cabalidad e incluso superando en algunos casos, las expectativas.
En este sentido nos sentimos confiados y seguros de que vamos por el camino adecuado. Un camino cuyo objetivo es el bienestar de los veracruzanos.
Un camino que hoy, no sólo se está consolidando sobre bases firmes y congruentes para dar resultados en el corto plazo, sino que está construyendo los puentes que permitirán una estabilidad y un crecimiento constantes en el largo plazo también.
*Secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado.
jduarte@sefiplan.gob.mx
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