¡Hijo’eputa!

Salvador Muñoz
Los Políticos

Hijo’eputa. ¿Sabe qué es eso? ¿Sabe qué significa?
En una definición compleja pudiéramos hablar del sujeto que gusta de hacer la vida imposible de sus congéneres o demás seres, bajo el síndrome de “El Mago de Oz”...
¿Eh? ¿Síndrome del Mago de Oz?
Vaya, recuerda que en el cuento Lyman Frank Baum hay tres personajes en torno a la joven Dorothy: Es un hombre de lata, un espantapájaros y un león. Sendos personajes carecen de corazón, de cerebro y de valor, respectivamente... vaya, que si los unimos, pudiera ser que estuviéramos hablando de un “hijo’eputa”.
Pero le decía al principio... estas líneas anteriores son la definición compleja de tal palabra. La más sencilla pudiéramos definirla así: “Una mala persona”... sí, desde la óptica de quien expresa la palabra, el sujeto receptor de tal, es un “hijo’eputa”.
Hijo’eputas hay por todos lados. Son, hasta pudiera decirse en un momento dado, parientes de los “pendejos” pero los primeros son malvados... los segundos, son pendejos.
A un hijo’eputa lo podemos encontrar desde la mañana cuando uno sale de su casa y ve al “hijo’eputa” que subió su carro al área verde y ni un “hijo’eputa de Tránsito” se aparece por la casa para mínimo multarlo.
Cuando uno va al trabajo, no falta el “hijo’eputa” imprudente que atraviesa la calle o avenida a la suerte de Dios sin tomar el puente peatonal que está a escasos metros de él.
O ese “hijo’eputa” que no nos cede el paso para incorporarnos a la avenida principal. O el “hijo’eputa” que conduce como abuelito o al contrario, maneja como si estuviera en las 24 Horas de LeMans.
Llegando al trabajo es fácil encontrarse con el “hijo’eputa” de su jefe/a que de seguro, no tuvo sexo nuevamente en la semana y todo le parece de la chingada.
Y seguiríamos encontrando a cuantimás “hijo’eputa” pero el identificarlos, no es el asunto de este escrito...
Si nos abocamos a los “hijo’eputas” es por una expresión que dejó escapar el gobernador Javier Duarte de Ochoa, vía twitter, tras una serie de críticas que por la misma vía recibió en torno a la balacera suscitada en Boca del Río, este fin de semana, entre presuntos narcos y federales. La perla dice así:
“¿Cuál es tu propuesta? ¿Dejar que estos hijos putas estén en la calle secuestrando, extorsionando o vendiendo drogas? criticar es fácil”.

Algunos twitteros de inmediato se sorprendieron por la respuesta “altisonante” y “grosera” que dio el Gobernador. ¿Cómo? ¿Un gobernador diciendo picardías?
Desde mi humilde punto de vista, creo, no fue el Gobernador el que habló o escribió en el twitter... no, no lo creo.
Tengo la ligera sospecha de que el que habló a través de esta red social fue un joven que demostró que tiene agallas, huevos y coraje: Javier Duarte.
No pretendo hacer lisonja, al contrario. Estoy en desacuerdo en varios puntos en torno a la forma de gobernar del mandatario estatal, pero debo reconocer a Javier que, al menos en este “twitt”, se sacudió esa pesadez que ha de ser o significar ser Gobernador con una expresión tan similar a un “estamos hasta la madre” de corrupción, violencia y narco.
Hoy, al menos en esta ocasión, comparto tanto la expresión como el sentimiento con que escribió Javier Duarte (no el Gobernador)... estoy seguro que aún no lo hemos perdido.
¡Duro contra los hijo’eputa! Veracruz te apoya.

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