lunes, 26 de mayo de 2014

Álvaro Capetillo, prófugo de la justicia

Armando Ortiz
El Hijo Pródigo

El viernes 23 de mayo fue detenido por elementos de la AVI, afuera de sus oficinas, el director de Telebachillerato (TEBAEV) Osvaldo Pérez Pérez; inmediatamente se le remitió al reclusorio de Pacho Viejo, Veracruz. Días antes, Humberto Vázquez Medina, Agente tercero del Ministerio Público Especializado en Delitos Cometidos por Servidores Públicos, solicitó a la jueza de Pacho Viejo, mediante el acta de investigación FESP/560/08/III/I, una orden de aprehensión para Osvaldo Pérez Pérez, pero también para Álvaro Cándido Capetillo por el delito de “insolvencia fraudulenta”.
La “insolvencia fraudulenta” ocurre cuando el deudor, para substraerse al pago de sus obligaciones, oculta sus bienes, simula enajenaciones o créditos o se traslada al extranjero con el propósito de no responder al pago de sus deudas.
De acuerdo con el Código Penal, «el deudor civil que se alzare con sus bienes, los ocultare, los enajenare maliciosamente, o simulare créditos en fraude de sus acreedores, será penado con prisión de quince a dieciocho meses».
Resulta que los acusados, siendo funcionarios públicos del IVEA, en flagrante conducta delictiva, cambiaron dinero de una cuenta a nombre de esa institución. Esa cuenta se encontraba embargada a favor de un trabajador, quien había ganado un juicio a la institución por despido injustificado. Este trabajador, con la intención de asegurar un laudo a favor, logró por ley que se embargara esa cuenta del IVEA.
Se sabe que los acusados, Osvaldo Pérez Pérez y Álvaro Cándido Capetillo, se valieron de la complicidad del encargado de la cuenta embargada en el banco HSBC; el empleado bancario se prestó para que el dinero de la cuenta del IVEA se trasladara a otra cuenta a disposición de los acusados. Cabe señalar que en la misma orden que la jueza concediera, se solicita también la aprehensión de este empleado bancario.
El viernes 23 de mayo se preparó un operativo para detener a Osvaldo Pérez. Primero una persona acudió a sus oficinas del TEBAEV para cerciorarse de que se encontrara. Una vez comprobada su ubicación, los agentes de la AVI lo aprehendieron a las 16:00 horas y lo llevaron al CERESO de Pacho Viejo donde pasó su primera noche en reclusión.
Álvaro Capetillo, por su parte, recurrió a sus amigos políticos. Se dice que llamó a Salvador Manzur, con quien operara políticamente. El caso es que Álvaro Capetillo, a quien tenían bien localizado, logró eludir a la justicia. Según algunas versiones Capetillo sí fue detenido por elementos de la AVI. Algunos apuestan a que sus amigos políticos lograron que se evadiera, otros señalan que logró ponerse de acuerdo con la misma AVI y que éstos se hicieron de la vista gorda y lo dejaron en libertad.
El caso es que Álvaro Capetillo no pisó el reclusorio de Pacho Viejo como sí lo hiciera Osvaldo Pérez Pérez, conocido en la cuenca del Papaloapan como “El cinturita”, amigo cercano de Fidel Herrera; tan cercano que algunos dicen que Fidel lo llamaba suegro.
Debe haber pasado una noche muy difícil el director del TEBA que el sábado, cuando acudió a la ventanilla para deliberar sobre el caso, rogó a quién lo acusaba que le otorgara el perdón. Osvaldo Pérez salió el sábado por la tarde de la cárcel después de que se le otorgase el perdón. Sin embargo, el delito por “insolvencia fraudulenta” sigue en pie, lo mismo que para Álvaro Capetillo, pues su conducta delictiva se persigue de oficio.
Cabe señalar que a causa de los malos manejos financieros y del maltrato al personal del IVEA, Capetillo fue renunciado como director de esta institución en enero de este año. Se le veía a Capetillo frecuentando los cafés del centro de la ciudad capital, pero su refugio era el hotel Lois de Veracruz, lugar en el que siendo director del IVEA realizara siempre sus reuniones de trabajo.
Álvaro Capetillo estaba muy tranquilo esperando a que las aguas se calmaran, pues se dice que en unas cuantas semanas lo designarían delegado de la SEV en la zona de Veracruz, en lugar de Raúl Díaz Diez.
Si sus contactos políticos le ayudan, se dará carpetazo al delito de “insolvencia fraudulenta” y entonces Álvaro Capetillo podrá reunirse nuevamente con sus amigos en los cafés del centro o en el hotel Lois; incluso, siendo optimistas, podría cumplirse que llegue a ser delegado de la SEV en Veracruz. Porque en este estado lo que cuenta es tener amigos, la ley, como ya se ha visto antes, queda subordinada a la “amistad”.

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