Parque Juárez
Este martes 27 de mayo se cumple un mes de la caída de granizo que no tiene precedentes y que causo daño a un número todavía no bien calculado de automóviles y casas habitación en Xalapa, en una tarde que nadie esperaba sacudiera con fuerza el cambio climático.
De manera preliminar se hablo de cerca de 300 autos con daños en parabrisas y medallones; sin embargo conforme corrían las horas posteriores al fenómeno meteorológico que registro granizo con tamaño de pelotas de beisbol, iba en aumento el número de daños que abarcaron los municipios conurbados con la capital del estado.
Como en este mismo espacio lo dijimos la misma noche del hecho, se lanzo en forma precipitada, sin análisis serio previo, la promesa de pagar aquellos parabrisas y medallones que hubiesen resultado dañados durante el evento climático.
La desproporcionada promesa, con tintes populares, fue tomada con reservas por la población, que afectada por una caída de granizo inesperada, se fue acercando a la dependencia encargada de organizar el pago a los afectados, la Secretaria de Protección Civil.
El primer obstáculo para quienes resultaron afectados en territorio veracruzano, fue que las placas debían ser del estado; con ello, de paso se daba castigo a los propios paisanos ( en varios casos funcionarios ) que decidieron emplacar en Puebla para evitar el excesivo pago de tenencia que nos recetaron aquí en la entidad.
De ahí, se pensó que la cantidad de vehículos dañados a pagar disminuiría. Pero no, la lista continuaba creciendo, se habla incluso de más de 3 mil autos y ello si que puso a temblar primero a los desorientados empleados de protección civil que no sabían que hacer con la multitud que demandaba el pago.
Posteriormente se fueron exigiendo requisitos varios para quedar en el registro de pagos; fotografías del vehículo, credencial de elector, llenar solicitud y hacer fila por horas para ser atendido.
Sin embargo, los propios empleados de protección civil comentaban a todos los que llegaban que no se realizaría el pago total del daño, sino solo un apoyo, como un paguito digamos. Mil o mil quinientos se dijo en la desesperación ante tanta interrogante de los ya inconformes ciudadanos.
¿ Pero que cree ? no se ha realizado el pago a todos, al menos varios nos reportan, que continúan esperando se cumpla la promesa después de que ya hicieron efectivos todos los requisitos estipulados.
Quienes prometieron pagar los daños a la población de aquella inusual tarde, tienen la gran oportunidad de hacer efectivo el pago prometido a todos, no solo a unos cuantos, cuando se cumple un mes del hecho; no hacerlo, provocará desanimo, decepción, hartazgo y rechazo.
Los tiempos no están para no cumplir, los tiempos exigen mayor puntualidad en la respuesta a una población altamente sensible.
Ágora
Y las casas habitación que continúan con serios daños por el granizo de aquel domingo 27 de abril, parafraseando a Lolo Navarro “ esa, es otra historia “.
@monicamarena
Este martes 27 de mayo se cumple un mes de la caída de granizo que no tiene precedentes y que causo daño a un número todavía no bien calculado de automóviles y casas habitación en Xalapa, en una tarde que nadie esperaba sacudiera con fuerza el cambio climático.
De manera preliminar se hablo de cerca de 300 autos con daños en parabrisas y medallones; sin embargo conforme corrían las horas posteriores al fenómeno meteorológico que registro granizo con tamaño de pelotas de beisbol, iba en aumento el número de daños que abarcaron los municipios conurbados con la capital del estado.
Como en este mismo espacio lo dijimos la misma noche del hecho, se lanzo en forma precipitada, sin análisis serio previo, la promesa de pagar aquellos parabrisas y medallones que hubiesen resultado dañados durante el evento climático.
La desproporcionada promesa, con tintes populares, fue tomada con reservas por la población, que afectada por una caída de granizo inesperada, se fue acercando a la dependencia encargada de organizar el pago a los afectados, la Secretaria de Protección Civil.
El primer obstáculo para quienes resultaron afectados en territorio veracruzano, fue que las placas debían ser del estado; con ello, de paso se daba castigo a los propios paisanos ( en varios casos funcionarios ) que decidieron emplacar en Puebla para evitar el excesivo pago de tenencia que nos recetaron aquí en la entidad.
De ahí, se pensó que la cantidad de vehículos dañados a pagar disminuiría. Pero no, la lista continuaba creciendo, se habla incluso de más de 3 mil autos y ello si que puso a temblar primero a los desorientados empleados de protección civil que no sabían que hacer con la multitud que demandaba el pago.
Posteriormente se fueron exigiendo requisitos varios para quedar en el registro de pagos; fotografías del vehículo, credencial de elector, llenar solicitud y hacer fila por horas para ser atendido.
Sin embargo, los propios empleados de protección civil comentaban a todos los que llegaban que no se realizaría el pago total del daño, sino solo un apoyo, como un paguito digamos. Mil o mil quinientos se dijo en la desesperación ante tanta interrogante de los ya inconformes ciudadanos.
¿ Pero que cree ? no se ha realizado el pago a todos, al menos varios nos reportan, que continúan esperando se cumpla la promesa después de que ya hicieron efectivos todos los requisitos estipulados.
Quienes prometieron pagar los daños a la población de aquella inusual tarde, tienen la gran oportunidad de hacer efectivo el pago prometido a todos, no solo a unos cuantos, cuando se cumple un mes del hecho; no hacerlo, provocará desanimo, decepción, hartazgo y rechazo.
Los tiempos no están para no cumplir, los tiempos exigen mayor puntualidad en la respuesta a una población altamente sensible.
Ágora
Y las casas habitación que continúan con serios daños por el granizo de aquel domingo 27 de abril, parafraseando a Lolo Navarro “ esa, es otra historia “.
@monicamarena
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