jueves, 19 de abril de 2007

Tiempo de lamentar… ¡y mentarla!

Salvador Muñoz

Unas vacaciones justas, merecidas, que si bien nos alejan del terruño, el mundo globalizado nos mantiene cerca.
Hablando de globalización, uno se da cuenta que es muy en serio eso del calentamiento político global.
Me di cuenta cuando regresaba de cómo ha afectado la contaminación a nuestra geografía. Veracruz se está llenando de islas, pequeñas islas que de tantas, amenazan con convertirse en una especie de pequeño continente.
Nuestros políticos, expertos en geología, han dado en llamar a estas ínsulas “Hechos aislados”.
Sucede entonces, que cuando hay nuevas tierras, por ende, hay “Gente Nueva” pues alguien tiene que poblar los nuevos espacios.
Sin embargo, tal parece que esta “Gente Nueva” no le interesa el desarrollo de Veracruz, porque en lugar de sembrar (aunque sea a sus muertos), los bota en la calle, dando un mal espectáculo al turismo nacional que, dicho sea de paso, nunca como antes, se presentó en la entidad.
A lo mejor los visitantes, con la idea del turismo de aventura, quisieron constatar de cerca qué tan de aventura se puede vivir (o morir) en Veracruz, con eso de que los muertitos que ha habido por estos lares, si no son de Tabasco, son del norte del país.
Hay cosas que lamentar, claro, uno como veracruzano no puede quedarse con los brazos cruzados viendo lo que ocurre en nuestro terruño.
Por eso creo que es tiempo de lamentarse… ya vendrá el tiempo mentárselas:
Lamento enormemente no estar entre los miles y miles de turistas que atiborraron Veracruz en esta temporada de paz y recogimiento… de cadáveres.
Lamento que en las playas del Puerto jarocho no hubiera encontrado un chaleco a mi medida… un chaleco antibalas, por supuesto.
Lamento que a la hora de escribir salga un anuncio en la compu que diga: “Existen nuevas actualizaciones de Java para descargar”… La paranoia me ataca: ¿El Java Díaz?
Lamento que los policías confundan las escrituras y en lugar de haber un “Levántate Lázaro” haya habido un “Levantón a Lázaro”, cuando asaltaron el banco HSBC.
Lamento que la Policía confunda al xalapeño Lázaro Viveros con asaltabancos pero me congratula porque mantienen vivo ese lugar tan común que es: “Usted disculpe… fue una confusión”.
Lamento que los aficionados tiburoneros le hayan cambiado el nombre al Maño Ruiz: Aníbal por Anímal.
Lamento que la diputada Silvia Monge Villalobos esté envuelta en crímenes de perros; si así fuera, todo mi desprecio a su falta de amor y bondad por esos pequeños seres.
Lamento que encapuchados hayan desalojado a los sindicalizados del DIF cuando lo que se debe hacer es desencapuchar al nefasto Germán Lagunes.
Lamento mis noches de frío al tener que deshacerme de mis sábanas… ya son muchos ensabanados para aumentar la lista…
Lamento que mis amigos que se llamen Feyoyo se encuentren en la lista de la “Gente Nueva”… ¿eh? ¡despreocúpense! No tengo amigos con nombre Feyoyo… ¡Que se preocupen Valenzuela y Gándara!
Pero por sobre todas las cosas, lamento que un Soberano pen… digo, José Luis Soberanes, haya manchado el recuerdo de Ernestina.

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