lunes, 28 de julio de 2008

Cáncer para ricos


Juan Antonio Nemi Dib
Historia de Cosas Pequeñas

La revista científica LANCET ONCOLOGY acaba de publicar un estudio realizado para medir la sobrevida de casi dos millones de pacientes de entre 15 y 99 años afectados con diversos tipos de cáncer en 31 países. Los resultados del trabajo de casi 100 especialistas que observaron a los enfermos durante periodos de cinco años, vinculan directamente las posibilidades de supervivencia de un paciente con cáncer al grado de desarrollo económico de su país.
En otras palabras, los enfermos con cáncer que viven en Estados Unidos, Japón, Francia, Canadá y Australia tienen más posibilidades de prolongar su vida y que ésta sea de mejor calidad que los enfermos de cáncer en países de Europa del Este, Brasil o Argelia. Dicen los autores de la investigación que las "variaciones en la supervivencia de cáncer probablemente deban atribuirse a la baja inversión en los recursos nacionales de salud".
En su reporte oficial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2005 murieron en el Mundo unos 58 millones de personas de las cuales 7.6 millones –el 13.1%-- fallecieron a causa del cáncer y confirma los argumentos de LANCET: “más del 70% de todas las muertes por cáncer se producen en los países de ingresos bajos y medios, donde los recursos disponibles para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad son limitados o inexistentes.”
Una fácil conclusión de todo esto sería que, a mayor producto interno bruto de un país, mayor tiempo de vida de sus habitantes, pero las estadísticas no respaldan totalmente el argumento: según la misma OMS, los Estados Unidos de América –la nación más rica del mundo— ocupa apenas el lugar 42 en orden descendente en la lista de países con mayor expectativa de vida, lista que encabezan entre otros Japón (con una esperanza media de 83 años), Andorra, San Marino, Macao, Singapur, Hong Kong, Islandia, Suiza, Francia y Australia (cuyos habitantes deberán vivir, según la estadística, mas de 80 años).
De ello se desprende que la riqueza material de un país es muy importante pero no es el único factor que aumenta el tiempo y la calidad de vida de su gente.
La cultura, la manera de vivir y, especialmente, las desigualdades sociales, también influyen en esta realidad médica. Se sabe, por ejemplo, que en Estados Unidos se gastan cinco mil millones de dólares diarios en salud y que nadie les quita la vanguardia científica y tecnológica en la lucha contra las enfermedades y sus consecuencias pero a pesar de ello, los negros estadounidenses morirán (otra vez, de acuerdo con la estadística), en menos tiempo que los blancos, que EUA sufre mayor mortalidad infantil que otros países que gastan mucho menos en sanidad y que uno de cada seis ciudadanos de nuestro país vecino (unos 47 millones de personas) carecen de seguro médico, lo que trágicamente les limita y, a veces, les impide el acceso a los modernos pero costosos hospitales de Houston, de Rochester y de toda la Unión Americana. Algunos afirman que la falta de seguro médico en Estados Unidos es equivalente, en términos de riesgo para la salud, a una “sentencia de muerte temprana”.
Algunos expertos aseguran que, incluso en el cáncer, el tema está en la medicina preventiva, a la que consideran más barata y más eficaz que la clínica, y ponen de ejemplo que hasta un 40% de las muertes por neoplasias podrían evitarse mediante mejores estilos de vida, igual que numerosos casos de cardiopatías, diabetes y otras enfermedades que también matan a millones que igualmente podrían salvarse.
Dentro de los países también hay marcadas diferencias, que se vinculan a la región que se habita, al nivel socioeconómico y, faltaba más, al sexo.
En México, de acuerdo con el INEGI, en 2005, la esperanza de vida al nacer en el país era de 75.4 años; las mujeres vivían 77.9 años en promedio por 73 años de los varones. Entre 1970 y 2005 el indicador se incrementó en 14.5 años. Por entidad federativa, Baja California y el Distrito Federal presentaban la mayor esperanza de vida en el país con 76.6 años; Chiapas con 73.8 años, la menor. Esto coloca a nuestro país en el lugar 77 de un total de 225 naciones, por encima de Brasil, Polonia, Rusia, Colombia y Venezuela.
La OMS dice que en 2005 murieron 64 mil mexicanos por culpa del cáncer –menos de los que fallecieron por enfermedades crónico degenerativas y padecimientos cardiovasculares— y calcula que para el 2030 las muertes de mexicanos a causa del cáncer podrán incrementarse en un 2%.
En cualquier caso, lo mejor es no enfermar de cáncer, sobre todo si algunos de los medicamentos para combatirlo con eficacia cuestan hasta diez mil dólares por dosis y, explicablemente, no forman parte del cuadro básico de medicamentos básicos disponibles en nuestras instituciones de salud. Lamentablemente uno no lo decide.
Curiosamente, los estudios epidemiológicos también reflejan que los índices de desarrollo humano en los países analizados tampoco tienen una correspondencia exacta con la riqueza material –Estados Unidos cayó del 2º sitio en la estadística al 12º, en sólo un año— pero esa es otra historia.

antonionemi@gmail.com

No hay comentarios: