Los neoliberales también lloran

Juan Camilo Mouriño Terrazo: ¿Un gallego héroe nacional?

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

Bien lo dice Celia Cruz, “…la vida es un carnaval”. Y así se encuentra el país en estos momentos, en que la derecha aferrada a sus preceptos neoliberales ha contribuido a aumentar las diferencias sociales, acrecentando la pobreza en cada rincón del país. De una derecha que habla “del bien común” que en los hechos se traduce en mayor exclusión social y en hacer uso de las fuerzas de seguridad para reprimir a los movimientos sociales.
Esta derecha corresponsable junto con el PRI de haber aprobado el FOBAPROA que representa el mayor fraude financiero en la historia del país. Ahora pretende lucrar con la muerte de Juan Camilo Mouriño Terrazo, convirtiéndolo sin sustento alguno en una especie de héroe nacional.
Sólo así se puede entender las constantes exaltaciones a la Nación y a la Patria en los discursos que Calderón le ha dedicado a su extinto colaborador.
Con todo el respeto que la situación merece, considero que estas exaltaciones discursivas que pretenden llevar al estrado de los héroes nacionales a un exfuncionario del gobierno de Calderón se encuentran completamente fuera de lugar.
Honor a quien honor merece.
Hay que recordar, antes que nada, que Mouriño Terrazo llegó a ocupar el segundo cargo de Estado más importante sin haber cumplido uno de los tres requisitos que el artículo 91 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos exige para ocupar el cargo de secretario de Despacho: “…ser ciudadano mexicano por nacimiento”.
El ex secretario de gobernación nació en Madrid, España en 1971. Descendiente de una familia de gallegos originarios de Vigo. Dando pauta para que la oposición, en especial el PRD, en su momento impugnara su designación, declarándolo como un secretario ilegal.
Esta impugnación a su cargo, marcó el inicio polémico en su desempeño como el responsable de Despacho de Bucareli.
Distintos encabezados de periódicos españoles, manejaron la información de la designación de Juan Camilo Mouriño Terrazo como Secretario de Gobernación, como si se tratara de la llegada de un virrey español al gobierno mexicano, reforzando el señalamiento de su respectivo origen.
Esta polémica, lejos de atenuarse se fue intensificando con nuevos ingredientes relacionados al uso de los cargos públicos que detento Mouriño Terrazo para beneficiar sus negocios familiares. En este rubro, resalta la intentona de amparo para que el IFAI no tuviera acceso a la información relacionada con la riqueza de su padre: Manuel Carlos Mouriño Atanes.
No hay que olvidar que esta información sobre el padre de Mouriño fue solicitada por la INTERPOL de España, en coordinación con el Ministerio de Hacienda español, bajo el contexto de una investigación que se sigue en torno al origen de la riqueza de Manuel Carlos Mouriño Atanes. Quien en la actualidad es dueño de 38 empresas, entre las que destacan una red de gasolineras en territorio nacional. Negocios inmobiliarios tanto en México como en España, una fabrica de acero y un equipo de fútbol de primera división en Vigo, el Club Real Celta de Vigo. Sospechas de enriquecimiento ilícito que surgen cuando de manera contrastante el papa de Juan Camilo Mouriño Terrazo llegó a México en 1984 en condiciones poco prosperas.
Bajo estas circunstancias, resulta aberrante que en un afán propagandístico, de un gobierno surgido de una crisis de legitimidad, dirija una intentona para colocar a un nacido en el extranjero, con un pasado poco claro en sus finanzas familiares. Que a todas luces se benefició de los cargos públicos en pro de sus negocios familiares, le quieran colocar adjetivos dignos de un verdadero héroe nacional.
¡Señor Presidente¡: los héroes dan la vida por la Patria, se entregan en gestas históricas para enfrentar a los invasores. Nacieron en México para servir a la Patria, no para servirse de ella.

Director de la revista digital independiente Voz Universitaria

raul@vozuniversitaria.org.mx