viernes, 30 de enero de 2009

La Quiniela

Alejandro Aguirre Flores
Futbol de Veracruz

En el fútbol, la vida y los negocios, las envidias siempre generan división. La soberbia molestia y en infinidad de ocasiones la unión la destrucción.
¿Contradictorio, no? Pero les voy a contar una historia que me dejó perplejo... y conste que redacté perplejo.
Les voy a ser franco, a mí el estilo y la forma de juego del técnico de los Tiburones Rojos, Sergio Orduña, no me gusta en lo absoluto; es más, yo fui de los que pedí su no continuidad al frente del equipo.
Hoy me sostengo en esa postura, no obstante pondré a consideración de todos lo que me he enterado hace algunos días y que ratifica que el ambiente al interior del vestidor del equipo no es tan bueno como muchos pretenden hacernos creer.
Los Tiburones Rojos están divididos. Hay varios subgrupos y casi todo el plantel jala para su propio lado. Las manifestaciones de felicidad que hemos visto en algunos momentos son falsas, son montajes creados astutamente por los mismos futbolistas.
A muchos nos viene a la mente ese gol que marco Alberto Arvizu en pretemporada contra el San Luis, donde corrió hasta media cancha y fue recibido por Nicolás Olivera que salió desde la banca para felicitarlo y abrazarlo.
En ese momento todos dijimos: "Qué buena onda de Olivera", "qué bien se llevan", "qué buen ambiente hay en el equipo". ¿Pero usted cree que esa felicitación fue sincera? ¿Que realmente Olivera sea tan buen tipo y líder del equipo?
Me cuentan mis orejas que el más sorprendido de esta manifestación fue el propio Arvizu y no es porque no se lleve bien con el uruguayo, sino que en realidad la unión de grupo no es tanta como se cree.
Un alto porcentaje del plantel está a disgusto, no sólo con un grupo de compañeros, sino también, y principalmente, con el entrenador Sergio Orduña.
Ese porcentaje de futbolistas no quiere al llamado "Millonario", por su actitud y otra parte por su forma de ser tan frío y desairante.
Tal es la antipatía de los futbolistas hacia su entrenador, que a inicios del campeonato tres o cuatro de ellos se juntaron e hicieron una quiniela.
Ésta consiste en que el que atine en cuantas jornadas caerá Sergio Orduña, ganará una bolsa de dinero acumulada y con ella pagará un asado para todos los participantes en la misma. Realmente no me extraña que esto ocurra, cuando la relación del entrenador no ha sido buena con el plantel, muchos futbolistas se sienten ignorados por el timonel y su malestar se ha extendido.
Si a esto le sumamos que algunos de los jugadores que sí son tomados en cuenta califican el sistema de Orduña como "ratonero" y poco atractivo, nos damos cuenta que la situación es difícil.
Por lo pronto cuatro de los futbolistas que apostaron que Orduña se iba en la fecha tres han quedado eliminados de la quiniela, por lo que seis más continúan con vida y con aspiraciones a llevarse el botín en las fechas cuatro y cinco.

futboldeveracruz@hotmail.com

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