domingo, 22 de febrero de 2009

El Ejército orgullo de México

Javier Duarte de Ochoa *

El Ejército Mexicano es la institución que inspira mayor confianza y respeto a su pueblo, los cuales se han construido a través de los años de trabajo y respaldo a la ciudadanía.
Lo anterior nos demuestra que esa confianza se basa en el trabajo, el espíritu de lucha, y apoyo incondicional a la población, cuando ésta ha sufrido alguna emergencia.
Las fuerzas armadas han cumplido a cabalidad con su función dentro del gobierno mexicano: han estado presentes tanto para auxiliar a la población en momentos de desastres naturales, como frente a amenazas a la seguridad de nuestro país.
Con cada intervención, han demostrado su solidaridad y respaldo a la ciudadanía así como su lealtad a las instituciones y al gobierno de la República.
Sus miembros se han forjado como personas comprometidas con la seguridad, la integridad y el patrimonio de la sociedad mexicana.
El Ejército mexicano es un baluarte de la seguridad nacional.
En la actualidad, su labor fundamental se ha centrado en el combate al narcotráfico.
En los dos últimos años, han salido a las calles para combatir la mayor amenaza que ha enfrentado nuestro país: el crimen organizado.
Frente a una problemática que se ha infiltrado en numerosas áreas de la vida diaria y de las relaciones internacionales de nuestro país, el Gobierno Federal ha actuado con firmeza con el fin de recuperar la seguridad y la paz en todo el territorio nacional. Esta lucha no ha sido fácil.
Sin embargo, la participación del Ejército no sólo ha sido bien recibida por la mayoría de la población, sino que se mostró imprescindible, debido a la poca confianza que se tenía en el resto de las instituciones de seguridad mexicanas.
Pese a la escalada de violencia que hemos presenciado en fechas recientes, es innegable que se han alcanzado grandes resultados.
Por un lado, se ha logrado replegar las zonas de influencia de los narcotraficantes.
Por el otro, en este periodo se han decomisado montos históricos de armas, drogas y dinero.
Ante esta situación, debemos mantenernos firmes y unidos.
Mantener al ejército en las calles resulta necesario para evitar que estos avances se vean truncados, y porque estamos conscientes de que están defendiendo la seguridad e integridad del territorio nacional
Como ciudadanos mexicanos, es nuestro deber y convicción respaldar su labor en esta lucha.
Como veracruzano, me siento orgulloso por el trabajo que están realizando en nuestro Estado.
Su presencia es sinónimo de protección y seguridad para los ciudadanos.
En diversas oportunidades, la población ha manifestado su apoyo y confianza, por lo que la lucha no debe claudicar.
Las manifestaciones ocurridas la semana pasada en distintos estados de la República son eventos aislados que responden a grupos contrarios a la política de combate al narcotráfico del Gobierno Federal.
En la lucha contra el narcotráfico, sociedad y gobierno deben actuar de manera unificada para alcanzar una seguridad más estable e integral.
Actualmente, las Fuerzas Armadas son la única institución de seguridad nacional que cuenta con la infraestructura y determinación para enfrentar al crimen organizado. Por eso, cuentan con nuestro apoyo.
La lucha contra el crimen organizado es una que debe integrar los mejores esfuerzos de cada sector de la sociedad, y que no debe darse por sentada, sino trabajarse día con día para asegurar y consolidar su victoria.
El narcotráfico es un problema internacional que como hemos presenciado, sólo puede atenderse en conjunto por los países afectados.
En México, la sociedad es la que está pagando el costo más alto de este conflicto.
Por esta razón no sólo me sumo al apoyo que debemos expresar como mexicanos y como veracruzanos a la estrategia del Gobierno Federal, sino que reitero la necesidad de consolidar un frente único que ponga un alto a la violencia en nuestro país.

*Precandidato a la Diputación Federal
Distrito 16 de Córdoba
jduarte@duarte2009.com

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