viernes, 22 de mayo de 2009

¿Por qué Sammy?



Salvador Muñoz
Los Políticos

Permítame el lector abordar un tema que es completamente ajeno a la política pero que es de suyo, importante como persona.
Soy bromista en exceso… un castroso, dirían… y es que desde pequeño aprendí que la burla puede ser un arma muy poderosa porque la he sentido en carne propia.
El hecho de no pronunciar la “R” como el común de los demás niños, nos hizo a mis primos y a mí de ser blanco de bromas, como el que nos dijeran “monsieur” o nos cantaran “egue con egue cigago, egue con egue baguil…”
O el simple hecho de que me dijeran “mi Chava” cuando iba a una primaria de puro varón, hizo que en una o dos ocasiones hubiera narices rotas por no aguantar la broma… ¡claro! La mayoría de las veces esas narices fueron mías.
Así que tuve que dar primero el salto… ir adelante… es cierto, a veces el ser bromista es una forma de defensa más que de ataque…
Dicen que en la broma va implícita la risa y ésta ayuda mucho a la salud… y por lo regular, siempre he considerado, nos reímos en dos momentos:
De alguien o de lo ilógico.
Ahí está el caso de Sammy, que de seguro usted ha visto en la televisión en los programas de Eugenio Derbez.
¿Usted se ríe de Sammy o de lo ilógico que hay en él?
Si se da cuenta, nos reímos en cosas que para nosotros, tienen respuestas sencillas o lógicas pero él, al responder, rompe con nuestro sentido común… bueno, ¡ésa es mi tesis! Sammy destroza nuestra lógica.
He visto la “broma” que Galilea Montijo y Roxana Castellanos le hacen a Sammy. Entrecomillo “broma” para tratar de hacer una definición de ella: “juego mental o truco, que se emplea para engañar a una persona. Implícita la maldad, un dejo de perversión y es posible que se lastime los sentimientos de la víctima”.
Quien ha hecho una broma, sabe que estos ingredientes no pueden faltar.
¡Ojo! No confundan “humor” con “broma”.
En el humor lo importante es romper con nuestra lógica.
Por ejemplo, cuando atrás de un sujeto aparece corriendo un grupo de personas, entonces se rompe la lógica y empieza a correr el sujeto por instinto…
O cuando de repente pasa una dama por una ventila y levanta la falda de la mujer, los testigos se ríen porque nos es ilógico ver a una mujer con la falda levantada.
La clásica era ver al hombre corriendo detrás de su sombrero mientras el viento se lo lleva… todo mundo reía.
En la broma es probable que se llegue al llanto, al enojo, a la decepción y en muy raros casos, a la alegría que, al final, ha de acabar en cualquiera de las sensaciones citadas palabras atrás.
En la broma de Roxana y Galilea, que trata parece, por lo que vi, de seducir a Sammy, no hubo una respuesta por parte de Sammy en la conclusión… es decir, careció de Catarsis por parte de la víctima.
La polémica se desata cuando Rafael Inclán, de cierto modo, defiende a Sammy por considerar que las damas “le faltaron el respeto a las condiciones” del actor de Eugenio Derbez por considerarlo el cómico, “no normal”, un “accidente televisivo”.
¿Tiene razón Inclán? Desde mi punto de vista sí, pero lo critican por su falta de tacto o por no utilizar eufemismos.
Galilea considera “normal” que Sammy “obedezca” a un “cotorro de peluche” porque Sammy cree que realmente le está hablando dicho juguete.
¡Y es cierto! En el mundo de Sammy es capaz un peluche de entablar contacto con él y por eso, cuando el ave le pide que se quede en chones y baile, lo obedece.
Sinceramente, a mí no me dio risa… igual que Inclán, considero que dejó de ser broma para convertirse en burla.
Hoy, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación interpuso queja por presuntos actos de discriminación cometidos en agravio de “Sammy” en dicho programa.
Hay una cosa clara, Sammy no es comediante (acaso, comediante involuntario) y mucho menos actor; que “utilice” Derbez los dislates que rompen nuestra lógica para hacernos reír (lo confieso, me ha hecho reír Sammy) es una cosa, pero “bromear” a Sammy, es otro asunto.
No soy psicólogo, pero es claro que para que alguien capte una broma o un chiste, debe tener noción de cierto lenguaje corporal o ciertas pistas cognitivas de sus interlocutores… Sammy no sabe captar ni lo uno ni lo otro. Es decir, usted puede burlarse de Sammy y él jamás entenderá que está siendo objeto de su “broma”.
¿Por qué Sammy? ¿Por qué hacerlo blanco de una broma?
No lo sé… no quiero saberlo…
Lo único que sé es que no tuvieron madre Roxanna y Galilea…

1 comentario:

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo contigo, es indignante que recurran a este tipo de actos para tener exito en su programa y lo consideren "excelente" y ademas que al público nos perciban carentes de criterio como para aplaudir su falta de ética y talento.