Y luego se quejan

Fernando Hernández Fernández
El Marcaje

Qué tristeza es ver cómo aparecen visores de otros equipos y entidades en pos del talento veracruzano que compite en la Olimpiada Nacional de béisbol en Culiacán.
Y luego nos quejamos que en otras entidades vemos peloteros de nuestro estado y que no quieren o pueden jugar para los Rojos del Águila o los Petroleros de Minatitlán.
Qué paradójico. Equipos como Sultanes de Monterrey, Saraperos de Saltillo, Pericos de Puebla, Tigres de Quintana Roo, Diablos Rojos del México y Olmecas de Tabasco buscan firmar a jugadores desde temprana edad para renovar sus filas y pulirlos en su técnica de juego para posteriormente prestarlos o venderlos a otros equipos, entre ellos los clubes de Veracruz.
¿Desinterés o ignorancia? Porque es increíble que durante este torneo no haya nadie de los aguirrojos o del oro negro para ver con quiénes se pueden engrosar sus filas con miras al futuro.
Lo más chistoso es que las chilletas vienen después, cuando se dice que se quiere un equipo lleno de veracruzanos, la bronca que los de mayor calidad ya están en otros conjuntos, porque nadie se puso las pilas anticipadamente en la entidad.
Igual y no hay dinero para pagar un avión hacia Culiacán desde Boca del Río o Minatitlán, pues en camioncito, digo, es el futuro de esas organizaciones; yo creo que se gastaría menos ahorita, que en unos años, cuando tal vez algún pelotero de apellido Barragán, Mora o Chaparro quieran ser vendidos por algún cuadro de jerarquía en Liga Mexicana y con un costo estratosférico.
Con esta actitud podría pensarse que José Antonio Mansur y Ranulfo Márquez no tienen ganas de cambiar la mentalidad y buscar una paralelismo con las otras organizaciones que compiten en el béisbol veraniego; por eso es que el Águila y Petroleros no terminan por figurar en los recientes años.
En fin, ojalá estos chamacos deslumbren en lo particular, porque tal parece que en su estado natal no interesan; y que Benjamín Barragán no sea el único pretendido por franquicias de Estados Unidos, como la de los Piratas de Pittsburgh que ya coqueteó con el cátcher.
Hasta la vista.

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