Álvaro Belin Andrade
Hora Libre
A punto del llanto y con los ojos coloradotes, el director del IVE Guillermo Zúñiga Martínez ha salido de nueva cuenta a quejarse ante los medios informativos de la incomprensión de que se dice víctima por parte de la SEV.
Con pucheros y respiritos, el pobre hombre ha querido gritar “¡ahí viene el lobo!”, aunque apenas le ha salido un hilito de voz, porque lo que se le viene encima no es cualquier cosa: se le acusa de defraudador.
Hace unos meses, cuando los problemas que había generado ya no podía solucionarlos, abandonó el Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA) y dejó que todo el costo político de su populismo ramplón lo pagara la SEV: miles de estudiantes de su multifacético menú de licenciaturas quedaron ensartados en una formación mediocre y en un limbo burocrático que costó sangre resolver (si es que ya se ha resuelto del todo).
Eso sí, muchos defraudados con ‘síndrome de Estocolmo’ salieron a defender al Zelaya jarocho que, emberrinchado, se retiró a fraguar rebeliones, mascullando contra el sistema que lo alejaba del saludable negocio de las cuotas escolares.
Y es que, en efecto, el prohombre de la educación pública y gratuita se cebó con las nada democráticas cuotas cobradas en el IVEA por estudiar una licenciatura que, desde entonces pero ahora con toda la evidencia, no les ha servido para convertirse en profesionistas reconocidos.
Y eso amenaza con derrumbar los nuevos castillos de naipes que ha vuelto a levantar en medio de la ventisca.
Con el Instituto Veracruzano de Educación Superior (IVES) que le hicieron a modo, las cosas no han variado un ápice de cómo las hizo en el IVEA. Su entusiasmo raya en la mitología, mientras su proceder se fragua en la más inveterada nostalgia del poder perdido.
Reprobado en matemáticas, Zúñiga sabe multiplicar (aunque siempre por mil), pero no sabe sumar. Alguien habrá que le crea cuando afirma a los cuatro vientos que, a un año de fundarse, el IVE tiene en sus 31 carreras una matrícula de 31 mil estudiantes (31x1000).
La jornada que ha emprendido contra la SEV tiene un claro sentido: zafarse de su responsabilidad en el caso de decenas de egresados que no encuentran chamba no sólo porque sus estudios difícilmente podrán ser reconocidos legalmente sino porque no tienen sustento de calidad.
La primera expresión ha sido la de una egresado de Cardel quien no ha encontrado
Y en ello se han puesto de acuerdo múltiples fuerzas que uno consideraría enfrentadas. En el mismo carril se hallan algunos estudiantes de la UPV, el Partido Nueva Alianza y sus representantes magisteriales de la sección 56 del SNTE, grupos políticos priistas que hoy pugnan por ser incorporados en la lucha por candidaturas en 2010, sobre todo para la gubernatura, entre otros tantos.
A ciencia cierta
En los últimos años, Veracruz ha diversificado los esfuerzos y las fuentes de financiamiento para el desarrollo del trabajo científico.
Con apoyo del gobierno estatal se ha buscado contribuir para romper el círculo vicioso que ha sometido la búsqueda de nuevos conocimientos a los vaivenes presupuestales de un gobierno federal que no ha entendido el enorme papel que juega la investigación científica y tecnológica en el desarrollo general de la nación.
Sin desconocer que es la Universidad Veracruzana la institución que más aporta en términos de la generación de nuevos conocimientos, que cuenta con un capital humano que se fortalece con el tiempo, lo cierto es que nuevos esquemas de participación estatal han permitido la incorporación de nuevos agentes e instituciones de educación e investigación a la labor científica.
La creación de la contraparte veracruzana del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, ha permitido orientar recursos financieros locales a proyectos de investigación propuestos tanto por instituciones locales como nacionales, con el denominador común de la búsqueda de conocimiento que ayude a resolver problemas sociales y productivos de Veracruz.
Durante la apertura de la 16ª Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, el titular de la SEV Víctor Arredondo dijo que el impulso dado por el Consejo Veracruzano de Ciencia y Tecnología (COVECyT) en temas relacionados con la rentabilidad de la productividad en el campo, el desarrollo de energías alternativas, fuentes renovables de energía, el manejo del agua, entre otros ejemplos, demuestran que la ciencia y la tecnología son guías para la toma de soluciones y para el manejo mucho más inteligente de los recursos.
De esta manera, a los numerosos proyectos de investigación que llevan a cabo la UV y el Instituto de Ecología, se han sumado otras instituciones locales como los institutos tecnológicos e, incluso, universidades y centros de investigación de otros estados del país.
Esta sinergia, que debería observarse en el ámbito nacional y al que debiera sumarse con verdadero entusiasmo la iniciativa privada, como sucede en otros países, ha permitido el financiamiento de proyectos puntuales orientados a resolver problemas regionales, apuntalar procesos productivos y poner en perspectiva problemas para los que habrá que bregar para encontrar respuestas adecuadas.
Ojalá que los cambios sexenales no releguen este proyecto al cajón de los olvidos.
Ciencia, en lugar de armamento
Las prioridades siempre son dispares, según la cabeza que las defina. Hemos hablado de la sistemática disminución de recursos federales a educación e investigación científica y los enormes daños que ello significará para las próximas décadas.
No sólo enfrentamos la crisis mundial y el desaseo e impericia con que se ha manejado en el país; el problema también es de prioridades, y la más fuerte para Felipe Calderón es el derroche de recursos para enfrentar la guerra contra las mafias.
Muchos han llamado la atención sobre el hecho de que la sistemática carencia de recursos para educación y para investigación científica y tecnológica lo que da como resultado es una enorme desigualdad y una enfermiza dependencia con el exterior que nos sale muy caro.
Mexicanos sin oportunidades de estudio y de empleo constituyen el mejor capital humano con que se pueden hacer los cárteles del narcotráfico.
Como en el caso de las enfermedades y epidemias, a los que médicos o sistemas de salud enfrentan para curar, pero no para prevenir, la lucha antinarcóticos se orienta exclusivamente a remediar las manifestaciones y los agentes dañinos. Nada hay para evitar el fermento de las enfermedades.
De ahí que haya sido interesante lo dicho por Rodger Garner, director en México de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
En el marco de la Tercera Conferencia de Enlaces, realizada en Boca del Río en días pasados, Garner dijo que daría un mejor efecto en el tema invertir los 200 mil millones de pesos que México y Estados Unidos orientan a la lucha contra el consumo de drogas, si en lugar de ello se encauzaran al sector educativo.
Por desgracia, ni Calderón ni Alonso Lujambio estaban en el evento.
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