* “Te voy a dar donde más te duele”
* Los números rojos de J. Carvallo
José Ortiz Medina
En Corto... sin Cortes
“Quién te crees pendejo para andar sobornando gente, hijo de la gran mierda, estúpido, pero hasta aquí llegaste hijo de puta y reputa madre porque yo sí te voy a dar donde más te duele cabrón y te los voy a embolsar pendejo”.
Así inicia una amenaza de muerte que recibió el 25 de octubre de 2007 un ex funcionario del Centro Estatal de Comando, Comunicaciones y Cómputo, mejor conocido como C-4, quien nos pide por seguridad personal no revelar su nombre. Asimismo, asegura que no ha sobornado a nadie, por lo que no entiende el motivo de esta agresión.
En un sobre cerrado había cinco hojas blancas tamaño carta, cada una con textos y fotos del ex servidor público, de su esposa y de su casa.
Algunos de los escritos aparte de ser intimidatorios, hablan de actos horrendos que harán a la cónyuge y progenitores del destinatario principal de las amenazas. Son alusiones de ataques sexuales o de descuartizamientos a los familiares, que provienen sólo de una mente enferma, llena de odio. Por respeto a la dama y sus pequeños hijos, no los reproducimos textualmente.
Otro mensaje:
“Y a ti (…) no sabes qué fin te espera, luego que termine con toda tu familia, comenzando por tu linda esposa (…) esto ya no tiene remedio, pendejo, así pidas perdón de rodillas, le acabas de firmar la sentencia de muerte a toda tu familia, y ahora sé hombrecito”.
Más adelante, el cobarde escondido en el anonimato le pregunta al ex colaborador de Gustavo Tronco Quevedo, ex titular del C-4, qué color de bolsa prefiere para que metan la cabeza de su hija.
Tres días antes, el ex funcionario del C-4 vio merodeando frente a su casa a dos mozalbetes. Jamás imaginó que esos sujetos habían tomado las fotos de su residencia.
El jueves 25 de octubre de hace dos años, la empleada doméstica recibió el paquete que contenía las mortales advertencias. Le pusieron para disimular una dirección de Perote. Se supone que lo llevó un empleado de una empresa de mensajería rápida.
Por fortuna, de dos años a la fecha, no se han concretado las amenazas de muerte, pero la familia entera vive en la zozobra total. Y no es mera paranoia. Un día unos sujetos interceptaron a la esposa y a punto estuvieron de subirla a la fuerza a un auto sin placas. Sin embargo, los facinerosos no cumplieron su cometido porque la mujer de inmediato gritó que iba a llamar por celular al teléfono de emergencias 066. Al escuchar esto, los hombres mal encarados emprendieron la huida.
¿De dónde provienen las amenazas? se preguntaba día tras día el ex servidor, quien se dispuso a presentar una denuncia ante el Ministerio Público no sin antes hacerle un poco al detective privado e investigar por su cuenta.
Averiguó, por ejemplo, que las fotos que aparecían en las amenazas escritas coincidían con la licencia de manejo de él y de su esposa. Dedujo que esas fotos podrían provenir del C-4, organismo que posee una vasta base de datos sobre ese y otros documentos.
En la querella menciona a varios sospechosos, pero con el transcurrir del tiempo, ha ido depurando la lista de los posibles culpables de esa infamia. Le late que al menos habría –según él-- dos aparentes sospechosos: el ex titular del C-4 Gustavo Tronco Quevedo y el director del Centro de Planeación y Estrategia, el Teniente de Navío, José Antonio Villegas Rosas, que depende del secretario de Seguridad Pública Sergio López Esquer.
Aún sin tener las pruebas contundentes, todos los días cree encontrar más evidencias y elementos.
Se ha dedicado a investigar y, por ejemplo, ha obtenido copias de dos archivos de la Armada de México, en los que se evidencia que Villegas Rosas tiene malos antecedentes.
Uno de los documentos –cuyas copias poseemos— es el oficio 075, de fecha 10 de marzo de 1986, en el que se lee que el Honorable Consejo de Disciplina del Plantel se reunió para analizar el caso de Rosas Villegas “relativo al maltrato de hecho de parte de este cadete en contra del cadete de primer año Manuel García Rodríguez”.
Luego, el 28 de marzo de 2007, según el oficio 008/2007, que dirige a Villegas Rosas el Capitán de Navío Presidente del Tercer Consejo de Honor Ordinario, Francisco Javier Montes Alvarado, manifiesta que el aludido habría sido “probable responsable de cometer faltas graves en contra de la disciplina militar”.
A grandes rasgos y según ese escrito, Villegas Rosas no dio “debido cumplimiento al oficio FUERNAVGO número 1627/05 del 15 de agosto, mediante el cual se le ordenó procediera a implementar controles y medidas preventivas que le permitieran cumplir con lo establecido en el Cuadernillo de Actualización de Directivas sobre el manejo y aplicación de captación de recursos autogenerados, en su parte relativa a economías de alimentación de personas (raciones) de fecha 1º de enero de 1998”.
Nuestra fuente asegura que hay al menos otras dos investigaciones que hizo la Armada de México sobre el actuar de Villegas Rosas, pero esa será tarea de Sergio López Esquer de averiguarlo, para que sepa la clase de subordinado que tiene.
De lo demás, de las amenazas cometidas en contra del ex servidor público del C-4, ya le tocará averiguarlo el procurador de Justicia del Estado, Salvador Mikel Rivera, según la investigación ministerial número 1283/2007/ III, radicada en la agencia segunda del Ministerio Público, que está ubicada en el fraccionamiento Los ángeles, de esta ciudad capital.
Coofia, Audirac y el préstamo de 125 mdp
Mauricio Audirac Murillo está involucrado en el escándalo de Coofia. No hay la certeza de si está como ahorrador defraudado o como inversionista, pero sí tenemos la seguridad de que el auditor del Orfis está hasta las manitas y eso habremos de investigarlo. También se sabe de excelente fuente que hasta del Gobierno del Estado habrían tenido que pedir a Coofia algo así como 125 millones de pesos, dinero que –por cierto-- no ha sido pagado, incluido los réditos. Dicen que tuvieron que recurrir al préstamo hace un año porque no había recursos ni para los aguinaldos de los maestros. ¿Se acuerdan?
El PRI, en números rojos
Que tanto se tomó en serio Jorge Carvallo el color de la fidelidad, que el mexiquense desde hace rato tiene al PRI en números rojos. Lo más grave es que un cercano colaborador le pidió al dirigente 20 mil pesos prestados a cuenta de salario para resolver un problema familiar, pero Jorge ni así se conmovió del dolor ajeno. Qué poca.
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