¡Electroshock sindicalista!

Salvador Muñoz
Los Políticos

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A primera vista, pareciera que el decreto que ordena la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, bajo el criterio de ser un “elefante blanco”, “objeto inútil” y “gasto innecesario”, debiera ser aplaudido por la ciudadanía, quien al final de cuentas, como siempre, es la que paga los platos rotos de cualquier sistema de Gobierno.
Ahora, les queda esperar a los ciudadanos del Altiplano si tal resolución presidencial en verdad tendrá beneficios o lleva maleficios.
También habrá que ver si nuestra región resulta beneficiada con ello, es decir, seguimos aportando energía eléctrica pero igual la pagamos alta… ¿o no repercutirá de ningún modo positivo a los productores de “luz” este “golpazo mediático” de Felipe Calderón?
El asunto se vuelve más electrizante cuando se ventila en los medios nacionales que el Sindicato Mexicano de Electricistas era una fuente de provisiones económicas a favor de Andrés Manuel López Obrador.
Para ponernos “al corriente”, cabe recordar que en el SME se reelegía por tercera ocasión Martín Esparza hasta que fue parado en seco por la secretaría del Trabajo, la que cortó por “Lozano” un caso más de liderazgo “charro” sindical.
Entonces… ¿qué tan político puede ser la toma de Luz y Fuerza del Centro?
Si lo vemos por un lado, el sindicato, si están de acuerdo sus agremiados y sus estatutos se los permiten, puede hacer de sus cuotas sindicales lo que crea conveniente.
Pero podemos decir que un Sindicato no puede prestarse a promover a una persona para realizar marchas, manifestaciones y plantones…
Aunque… habría que pensar si no es “eso” lo que hacen algunos (¿o todos?) sindicatos…
Así es, los Sindicatos, a cambio de algunas canonjías, prestaciones y regalos, prestan sus servicios al gobierno en turno o al mejor postor, como aparentemente ocurrió con el SME y López Obrador, o como sucedió en su momento con Elba Esther y PRI; Fox, Calderón y los que vengan…
Los agremiados, por supuesto, no se las ven tan mal… gozan de prestaciones, exclusiones, días de descanso, vacaciones, apoyo para despensas, para transporte, para útiles escolares, un horario fijo que no te permite cinco minutos más de trabajo, la comodidad de saberte sindicalizado y que sencillamente tus jefes te pueden pelar los dientes sin hacerte nada… en fin… también la manada tiene de cierta forma sus beneficios.
Aunque en el caso de Luz y Fuerza del Centro, que todo indica que pasará a ser parte de la CFE, simplemente equivocó el “servicio”… o a lo mejor adquirió demasiados compromisos…
Hay una cosa que evidencia todo el zangoloteo que se hace en torno al “apagón” de este sindicato y la empresa donde laboraba… ¡El sindicalismo charro!
No sé ustedes, pero de cierto modo uno recuerda a La Quina o a Napoleón Gómez Urrutia… dejaron de servir al Estado ¡y descubrieron todos su pecados!
Claro… a nivel nacional no sólo se cuecen habas…
Veracruz no es la excepción en el caso de “Sindicalismos charros”…
• Juana Consuelo Méndez, del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz
• El de Eloína Vargas Merino, del Setsuv
• Ricardo Diz Herlindo, del Sutsem y supuesto empresario restaurantero
• Víctor Flores Morales, dirigente ferrocarrilero y cabeza del Congreso del Trabajo, además de diputado federal plurinominal
• Enrique Levet Gorozpe, dirigente del Fesapauv…
Algo han de saber hacer estos “líderes sindicales” para permanecer tanto tiempo al frente, yendo en contra de cualquier tinte democrático, de cualquier idea maderista, viviendo del poder… ¡ha de ser eso! Que tanto viven del poder como sirven al poder… puede que ahí esté su secreto y el elíxir de su permanencia voluntaria.
Aunque, claro, la sumisión de su manada también cuenta…
Luego entonces, hay que esperar que, ante tanto rollo político de Calderón contra las huestes del Peje, al menos Veracruz, junto con su producción de energía, sea un poco beneficiada con ello.
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