Salvador Muñoz
Los Políticos
Javier Duarte es un político al que no se le conoce desplante alguno. La sencillez y humildad son características comunes a él.
Hace unos días sale en el periódico “Imagen” de Veracruz, los siguientes encabezados:
“¡Quiero ser Gobernador!” en su sección principal mientras que en la sección estatal titulan la nota de Rosario González: “¡Quiero la Gubernatura!”
El asunto, por supuesto, llama la atención que obliga al lector remitirse a la página 5b y encontrarse otro titular: “Me interesa ser el nuevo gobernador”.
Tales exclamaciones distan mucho del joven sencillo y humilde que conozco. Por eso leo con detenimiento la médula de la nota y encuentro lo siguiente: “El diputado federal por el distrito de Córdoba, Javier Duarte de Ochoa aceptó que le interesa ‘como a muchos otros más la gubernatura, si los resultados que estoy dando como legislador me ponen en una posibilidad de competir, lo analizaremos en su momento’ ”.
Imagino la pregunta inducida: “¿No le interesa la gubernatura?” y la consabida respuesta citada arriba.
Lo demás… ¡pura paja!
La cabeza o título de la nota, por supuesto, obra y gracia del jefe de redacción.
Yo, como un simple lector, nunca vi algo que se acercara a los tres titulares citados… a lo mejor, diga el político o el periodista: “Tienes que leer entre líneas” y por eso, como el grueso de la población no sabe leer entre líneas como yo, simplemente le descifran el mensaje subliminal que lanzó Javier Duarte de Ochoa…
Pero… No lo creo de Javier Duarte, no es un hombre de doble lenguaje.
Sin embargo, no deja de llamar la atención el efecto que provoca dichos encabezados.
Imagine el lector la sola posibilidad de tener a Javier Duarte entre los precandidatos a la Gubernatura…
Tendría similar condición a la que tuvo Alejandro Montano durante el alemanismo…
Por supuesto, hay diferencias.
Mientras Alemán hizo subsecretario de Seguridad Pública a Montano, Fidel hizo subsecretario de Finanzas a Duarte; mientras Alemán hizo secretario de Seguridad Pública a Montano, Fidel hizo Secretario de Finanzas a Duarte; mientras Alemán hizo diputado local plurinominal a Montano, Fidel hizo diputado federal a Duarte… la única similitud al momento más cercana entre Javier y Alejandro es que Alemán mantuvo a Montano entre los precandidatos como Fidel mantiene a Duarte entre los precandidatos.
La inconformidad que reinaba en ese tiempo contra Alejandro Montano era la posibilidad de que el “guarura” (perdón, así era la referencia) de Alemán pudiera ser Gobernador.
La inconformidad que reina en este momento contra Javier Duarte de Ochoa es la posibilidad de que un ayudante de Fidel pueda ser gobernador… los “mala-leche” se refieren a Javi como “carga-maletas”.
Por supuesto, los fidelistas dirán lo contrario como en su momento los montanistas lo hicieron.
Similitudes entre Alejandro y Javier son pocas aunque la más precisa es la de que, antes del alemanismo, Montano no era conocido por los veracruzanos (quizás sí, por algunos políticos) y Duarte tampoco era conocido por los veracruzanos hace cinco años aproximadamente.
Además de que, si bien no eran conocidos, hoy son personajes políticos. Montano vivió su momento de gloria al grado de ser hoy un prominente empresario periodístico. Javier Duarte aún goza de ese momento de gloria…
La posibilidad de que sea candidato a Gobernador Javier Duarte va acompañada de la experiencia vivida con Alejandro Montano, pero no por ello uno debe descartar al diputado federal por Córdoba…
¡Él ya lo hizo!
Bueno, si nos atuviéramos a leer entre líneas como lo hizo “Imagen”, uno pudiera pensar que Javier Duarte ya se descartó por lo citado en “Al Calor Político”:
“La verdad, agradezco a mi partido que me considere parte del grupo de posibles para ser candidato al gobierno del estado, pero mi trabajo está enfocado como legislador federal… ¡para eso fui electo!”
Y ese sí es el muchacho sencillo y humilde que conozco… ¡ese es Duarte!
¡Atraco en el Puerto!
Resumo carta que envía el lector Luis Rodríguez Martínez en contra de los abusos de Tránsito municipal del puerto jarocho:
“Este seis de octubre a las 11:30 horas, estacioné mi automóvil Chevrolet tipo Cutlas modelo 1993 en la avenida Nicolás Bravo, entre Zamora y Lerdo, sin tapar el acceso a negociación ni obstruir parada del servicio urbano, mientras realizaba la entrega de un documento en las oficinas de la Representación regional de gobierno del estado.
“Mi inconformidad se debe a que mi carro fue robado por un empleado de la Asociación Veracruzana de Automovilistas SA de CV, supuestamente con oficinas en el ejido Primero de Mayo, municipio de Boca del Rio, quien lo llevó al encierro de Tránsito municipal, a cargo de Francisco Miramón Ramírez, quien acepta que es el alcalde el que favorece a los grueros particulares, los que por cierto me cobraron $ 490.00 por el arrastre, por no decir robo, que hizo apoyado por una verdadera jauría de uniformados que quedaron mal acostumbrados y que son los mismos de siempre.
“Mi pregunta va para el señor encargado de las oficinas del sistema de Administración Tributaria: ¿acaso no se evaden los impuestos cuando los empleados de esa asociación, protegidos del alcalde porteño, cuando no nos dan recibo foliado o factura?
“¡Hasta cuándo se va a terminar con la impunidad y descarada corrupción que existe dentro de la dirección de Tránsito municipal de Veracruz!
Señor alcalde, ¿acaso no se han llenado con los parquímetros y los estacionamientos privados?”
e-mail: dor00@hotmail.com
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