Salvador Muñoz
Los Políticos
Hace unos días hablaba de las cosas que, considero, deberían de cambiar nuestros diputados como algunos productos de la Canasta Básica, así como darle otro enfoque a la “representación popular” y al “fuero”.
Hoy, agregaría a ello el tema de los “trapecistas” o “chapulines”.
Tales temas se refieren a nuestros “representantes populares” que van de puesto en puesto a veces sin concluir alguno.
Quizás recuerden hace algunos meses la crítica ácida que hizo el dirigente del PRI a una especialista en el tema del “trapecismo” o del “chapulineo”: Alba Leonila Méndez Herrera.
Diputada federal, alcaldesa, diputada local y actualmente diputada federal, si no mal recuerdo pero si estoy mal, que me corrijan los de Martínez y Atzalan.
Igual, pudiera estar equivocado, pero de esos puestos, la mayoría de “representación popular”, ninguno concluyó.
El chiste, dijera el tlacuache Garizurieta, es vivir dentro del presupuesto y mantener el “hueso”.
No sé si sea tema del “trapecismo” o “chapulineo” el caso de Julio Saldaña, quien compitió en la elección para diputado federal para ganar, aunque perdiera, estando entre los primeros de la lista de “plurinominales”… de cierto modo puede que sea trapecismo, con tres giros y medio aunque con red protectora… y así, no tiene chiste.
Pero… ¿el “trapecismo” o “chapulineo” es un mal único de los panistas?
No…
Habría que ver cuántos diputados locales del PRI se aventaron a la curul federal…
Lo peor, es que uno de esos casos sea ahora citado para competir por la alcaldía porteña… Carolina Gudiño.
¿No se cansarán los porteños de ver en cada elección a Carolina?
¿No tiene más cartuchos el PRI en el Puerto?
¡Ya chole con la Gudiño!
Digo, para la alcaldía, hoy sobran “tiradores” con un PRI en la administración: Ya mencionan a Chemo Estandía y a un priista que se la rifó en los trienios dorados del PAN en el Puerto: Marlon Ramírez. ¿No se la debe el PRI y/o no se la merece Marlon?
El asunto se torna más “chapulinesco” cuando se cita a Salvador Manzur para competir por la alcaldía de Boca del Río…
Lo mismo… si fuera así, el PRI exhibiría que sus cuadros ¡ya son cuadritos! Y que no saldrían de los mismos en un cuatrienio…
La cosa se pone más candente cuando dos diputados federales, recién estrenando curul, apenas calentándola, pudieran competir para contender por la Gubernatura:
Javier Duarte de Ochoa y Pepe Yunes Zorrilla.
¿En qué posición ética quedarían, no con los militantes del PRI, sino con el pueblo, ajeno a partidos y colores, que depositaron su voto para que trabajaran tres años en San Lázaro?
¿Dónde queda ese voto? Peor aún: ¿Dónde quedan sus compromisos? ¿Dónde sus promesas de campaña?
Sí… lo sé… mi escrito es sólo un sueño guajiro porque al final de cuentas, nosotros sólo tenemos valor cuando votamos, después, ni nos toman en cuenta.
Al final, Carolina, Manzur, Duarte o Pepe Yunes, podrían pedir licencia para competir por una alcaldía o por la gubernatura y volveríamos a oír sus promesas y compromisos pero con más enjundia…
El asunto es si la gente volvería a confiar en alguien que no cumplió a carta cabal a lo que se había comprometido…
Posiblemente sí… prometer no empobrece, ¡cumplir es lo cabrón!
e-mail: dor00@hotmail. com
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