Cuando el perro es bravo ¡hasta con el mar se pelea!

Boyd T. Pess

Unos dicen que fueron 15 millones de pesos en recursos federales los que el mar se llevó; aunque otros aseguran que quien realmente los tiró al agua fue el alcalde de Boca del Río, Miguel Angel Yunes Márquez.
Se trata del andador recién inaugurado enfrente del Infonavit El Morro, sobre el bulevar Miguel Alemán.
Dicha obra, más de relumbrón que de beneficio social, fue criticada por la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción durante su proyecto, proceso y conclusión, por no reunir las condiciones mínimas de seguridad.
No obstante, Chiqui-Yunes retó a la naturaleza, retó al mar y sintiéndose más poderoso que Poseidón, más fuerte que Namor, más osado que Aquamán ¡y nos salió Sirenita!
Fiel a su naturaleza, por supuesto, se aferró en continuar con su muro de contención adornado con un pequeño andador salpicado de palmeras y su necedad no le permitió tomar en cuenta las recomendaciones de quienes saben y el mar simplemente reclamó lo suyo…
Hay que mencionar que el andador “Las Olas”, orgullo del Chiqui-Yunes, es obra de Alberto Kalash, el mismo que construyó la biblioteca José Vasconcelos, la misma que tenía más defectos que el jorobado de Notre-Dame.
Habrá que ver si el orgullo de Chiqui-Yunes le permite tomar en cuenta las observaciones que ingenieros, constructores y especialistas en la materia han hecho sobre el Cañonero Gunajuato, al cual, consideran, le hace falta una tabla-estacado pues el continuo bamboleo en el agua pudieran en un momento dado ¡partirlo!
Así como la Plaza de Paco Gutiérrez en terrenos ganados al río Jamapa, está a condenada a sufrir, tarde o temprano, el mismo fin que el muro de contención del Chiqui-Yunes…
¿Hará caso esta vez el Chiqui-Yunes o persistirá ese espíritu de perro de aguas capaz de pelearse con el mar, tirando al agua 15 millones de pesos en una obra que en su principio nació muerta…
Bueno, pero es que cuando el perro el bravo ¡hasta con el mar se pelea!