viernes, 6 de noviembre de 2009

Sobre El pedo de Dios

Salvador Muñoz
Los Políticos

A primera vista puede resultar insultante el título de este escrito, pero no deja de ser la palabra tan común como su expresión verbal o corporal… mmm… me refiero al “Pedo”.
Verbalmente, de acuerdo a la Real Academia Española, su acción es expresada correctamente en el puerto jarocho como “peer”.
¿Quién no ha escuchado al jarocho decir “estás peído”? Claro que la expresión que más me gusta es “Voooy… te pees”…
No vamos a entrar en el tema fisiológico del Pedo porque en él guarda mucho de hipocresía… ¡en serio! ¿No me cree? ¡Nadie acepta ser el autor material de ese olor fétido que inunda nuestras narices! Evitamos al máximo el sonoro rugir del cañón y apostamos por el silencio de los inocentes bajo el riesgo de llegar al grado máximo que eso conlleva: ¡La rajita de canela! ¡Buscamos orejas calientes para responsabilizar a alguien ante la sospecha de un pedo!
Pero nunca, nadie, acepta ser sujeto del verbo “peer”…
Algunos quizás por miedo a ser estigmatizados bajo el mote del “Pedorro” (de ahí viene un albur) y otros por falsos pudores.
Es más, en privado ¡es divertido! en sociedad, resulta ofensivo… es cuestión de moral ¿y de una buena digestión?
En el Pedo se tiene la acepción de “Problema” o “crear un problema”.
Ejemplos…
* Víctor Arredondo Alvarez se va a meter en un “Pedo” porque la escuela Refugio Soni Salazar continúa dando clases en la cochera de una casa y el recreo los niños lo hacen en plena calle.
* Miguel Ángel Yunes Linares a los diputados federales del PRI veracruzanos les diría: ¿Cuál es su “pedo”?
* Y Fidel Herrera a los diputados locales del PAN que no quieren asistir a su informe sería algo así: ¿Por qué la hacen de “pedo”?
Por supuesto que esa no es la única acepción que se le da al Pedo…
El ejemplo más claro es el de beodo, ebrio o borracho, como fue el caso de “Octagón” al que agarraron con unas copas de más ¡o pedo!
Auque también tiene su lado femenino cuando, verbi gracia, se dice: Juan Humberto agarró la “peda”…
Pero así como hay acepciones también tiene sinónimos. Permítame el lector un fragmento de “Gracias y desgracias del ojo del culo” de Francisco de Quevedo:
“Los nombres del pedo son varios: cuál le llama ‘soltó un preso’, haciendo al culo alcaide; otros dicen: ‘fuésele una pluma’, como si el culo estuviera pelando perdices; otros dicen: ‘tómate ese tostón’, como si el culo fuera garbanzal. Otros dicen algo crítico: ‘cuesco’, derivado de la enigma; y otros han dicho: ‘Entre peña y peña el alba, río que suena’. De aquí se levantó aquel refrán que dice: ‘Entre dos peñas feroces, un fraile daba voces’. Y finalmente, dijo el otro: ‘El señor don Argamasilla cuando sale chilla’."
Por favor, no se ofendan con el Pedo, porque es totalmente parte de nuestra naturaleza y complementario de nuestro cuerpo como lo es las lágrimas a los ojos, el gargajo a la boca, los mocos a la nariz…
Ahora, tampoco se ofenda del título: El pedo de Dios.
Es el título de una canción de una uruguaya llamada Natalia Rosas que a ritmo de “cumbia dance” (aunque a mí me suena a “ponchis ponchis”) se la dedica a Diego Armando Maradona después de que, en una cena con el Director Técnico de la selección de Argentina, se le escapara una flatulencia.
Les dejo esta joya de canción, pero por favor, por lo que más quiera, nomás no la haga de pedo por la forma en que utilizan la palabra “Dios”…

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