lunes, 23 de noviembre de 2009

¡Y colorín colorado!


Salvador Muñoz
Los Políticos

El “sospechosismo” que ve el rector de la UV en la toma de autobuses por estudiantes de la Universidad y que se plantaron en la USBI, este lunes, indica sólo una cosa… ¡no utiliza “urbano”!
El dudar de la espontaneidad del movimiento estudiantil tiene hasta cierto aire “Díaz-ordaciano” que además ofende el criterio de la juventud veracruzana.
Puede ser que tenga razón Raúl Arias Lovillo, puede que “alguien” “manipule” a los estudiantes de Xalapa… ¡y a los de Poza Rica! ¡y a los de Veracruz! ¡y a los de Orizaba!...
Salvo un pequeño detalle, no todos los estudiantes son de la Universidad Veracruzana… la manifestación también se dio por parte de escuelas privadas y de tecnológicos…
Y si alguien manipuló a esos estudiantes a lo largo y ancho del estado por el incremento arbitrario al costo del boleto, tenga por seguro que fue una señora… “Doña Necesidad”.
A lo mejor el rector, cómodo en Lomas del Estadio, no se ha percatado que muchos de nuestros jóvenes están sufriendo en carne propia la “Depresión Económica”…
Es decir, se deprimen porque se dan cuenta que no les alcanza para comprar material escolar, se deprimen porque no tienen para un “lunch”, se deprimen porque no tienen para las fotocopias, se deprimen porque no les alcanza para el libro, se deprimen porque no les alcanza para las chelas o la cachaza, se deprimen ¡porque les suben el precio al boleto de urbano!
Y por lo regular, esa depresión escapa de una forma muy sencilla: Con enojo, furia y “toma” de autobuses…
Si hay que culpar a alguien de manipular a los jóvenes para tomar camiones en presencia del Gobernador y de su delfín, Javier Duarte, por supuesto que se debe señalar al responsable: “Doña Necesidad”.
Lamentablemente todo indica que Raúl Arias Lovillo olvidó sus años de izquierda, de socialista, y en ello se le fue el entendimiento que debe tener un hombre que es cabeza de una universidad: Toda persona quiere y debe tener calidad de vida individual o familiar y por lo mismo, Arias Lovillo no está facultado para encabezar una negociación (como él pretende encabezarla) porque no sabe de las necesidades básicas de sus alumnos, de los universitarios…
Aunque, sin ánimos de hacerla al pitoniso, les voy a contar cómo va a acabar este cuento con dos variables, porque debe haber gusto para todos…
La primera:
El gobernador, tras largas pláticas y discusiones con los transportistas del estado de Veracruz, logrará que vuelva el boleto al precio normal, vistiéndose como el héroe y defensor de la economía familiar de todos los veracruzanos.
La segunda:
El gobernador pedirá a su diputado federal, Javier Duarte de Ochoa, que intervenga. Como el diputado federal pluri-circunscripcional y pluri-distrital es ducho para la negociación, logrará que los transportistas bajen a como estaba el boleto y entonces Javier Duarte se convertirá en el héroe y defensor de la economía familiar de todos los veracruzanos.
¡Y todos felices!
Claro… debe haber un epílogo en este cuento:
Señores… el próximo año son elecciones… Gobierno estatal y PRI estatal necesitan a los transportistas para acarrear gente a sus mítines. Por supuesto, el gobierno estatal no puede salir con su batea de babas diciendo que sí va a haber aumento cuando “viene lo mejor”… ¡sería un contradicho! Luego entonces, ¿cómo va a sostener el precio del boleto en el transporte urbano?
Bueno… ¡eso ya es otro cuento!
¡Y colorín colorado…!

e-mail: dor00@hotmail.com

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