lunes, 25 de enero de 2010

Consideraciones en torno a las alianzas PAN-PRD

Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI

En política la división entre el pensamiento racional y el fundamentalismo se encuentran separados por una muy delgada línea. Estos aspectos del ámbito político se pueden apreciar de distintas formas dependiendo del sistema cultural al cual se haga referencia.
En este caso, me voy a centrar en torno a las fricciones discursivas que se han presentado en los recientes días sobre el tema de las alianzas PAN-PRD.
Lo anterior me parece que es un buen ejemplo en dónde de manera práctica podemos identificar los dardos que se intercambian entre el pensamiento racional y el fundamentalismo político.
Sobre este asunto se han dejado ver con suficiente claridad los que se encuentran a favor o en contra de este tipo de alianzas. Es una cuestión que ha generado una fuerte efervescencia.
Entre los que han cuestionado severamente esta forma de participación electoral, se encuentran distinguidas voces del PRI, de Vicente Fox, de Ricardo Alemán columnista de El Universal, de Andrés Manuel López Obrador, de académicos de izquierda como Arnaldo Córdova, y Antonio Gershenson, entre otros.
Este diverso grupo de gente relacionada con la izquierda, la derecha y un desfigurado priísmo que cuando le conviene se dice nacionalista pero que sus legisladores y gobernadores son promotores activos del neoliberalismo, han coincidido en que este tipo de alianzas son de tipo “antinatura” y que se atenta en contra de los “principios y congruencia de la izquierda”.
Instalándose de facto en un peculiar comité de la santa inquisión, sus integrantes se han dado rienda suelta en descalificar al PRD en su intento de consolidar una alianza electoral con el PAN en los estados de Oaxaca, Hidalgo y Puebla.
La postura que han asumido los priístas es acorde a sus intereses, tienen la certeza de que si se llega a concretar una alianza PAN-PRD van a perder al vuelo tres gubernaturas, y en consecuencia su regreso a Los Pinos se va a ver frustrado.
Por su parte, el movimiento lopezobradorista rodeado de neosalinistas y la izquierda académica, ungidos en un exasperante puritanismo hacen un llamado para defender a la izquierda de sus “traidores”.
Se equivocan estos sui géneris puritanos con tendencia al fundamentalismo ideológico, se equivocan al identificar al PRD como un partido de izquierda. En un sentido estricto el PRD no es un partido de izquierda, a lo mucho en ese partido confluyen una serie de actores y movimientos sociales vinculados con la izquierda, aun con esta confluencia no es suficiente para pegarle la etiqueta de “izquierda”.
Sin la prevalencia de un PRD de izquierda, los puritanos que ven en el Sol Azteca lo que no existe se quedan bailando en la lona.
En un sentido contrario a estas críticas, nos encontramos con una dirigencia nacional del PRD encabezada por Jesús Ortega haciendo un fuerte esfuerzo para sacar al PRI de Oaxaca, Hidalgo y Puebla, lugares en los que por más de 80 años ha gobernado el mismo partido político, promoviendo la conformación de un amplio bloque electoral entre Convergencia, el PAN y el PRD, en tan sólo tres de los 10 estados de la república que van a tener elección de gobernador.
El objetivo de esta alianza, recae en el reconocimiento de separar al PRI de estos gobiernos estatales. El escenario al que se quiere llegar consumada la derrota de este partido podrido desde la base hasta la cúpula, consiste en aplicar una serie de medidas para democratizar estas entidades estatales.
En el caso de Oaxaca, en el año de 2004 se presentó una alianza de este tipo, “Todos Somos Oaxaca” conformada por el PRD-Convergencia y el PAN, postulando a Gabino Cue para gobernador.
Si bien el PAN y el PRD son partidos antagónicos han visto necesario unir fuerzas en por lo menos tres de las 32 entidades de la república.
Esto es una forma racional de hacer política, que pondera los intereses de los ciudadanos para iniciar un inaplazable proceso de democratización en los estados en el que el PRI se ha atrincherado a punta de balazos y corrupción para mantener el poder.

Director de la revista digital independiente voz universitaria www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx

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