Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
“¿Cómo está México?”, se le preguntó a Javier Aguirre, técnico de la selección nacional. A lo que contestó: “Jodido, Jodido”. Se refería a la situación de violencia y narcotráfico por la que atraviesa el país cuyas autoridades, con sus dichosas acciones de combate contra todo lo malo, ¿será?, nada han logrado en materia de seguridad. Porque la inseguridad y el narcotráfico, dice el Vasco, “ha permeado la sociedad, es indudable, hace 20 o 25 años cuando yo todavía jugaba futbol el narco ya estaba, pero ajustaban sus cuentas entre ellos. Hoy sí, no puedes andar en la calle tranquilamente y te pilla en medio, yo desde luego soy gente conocida, respetada, pero uno nunca sabe”. ¿En serio?
Pero Aguirre aludía también, ¿a poco no?, a la triste y deslucida selección nacional de fútbol que está jodida, jodida, vaya, pa’ llorar. ¿Tons, a qué carajos irá al Mundial de Sudáfrica? Pos no más a pasear y a ganarse una lana, ellos y las autoridades deportivas, televisoras y demás. Y a qué tanto chillar, me dirán ustedes, porque eso sí, ni dudarlo, aquí los mexicanos jodidos –ya el Tigre Azcárraga así nos tildaba- estaremos viendo los partidos, comiendo papitas y embriagándonos pese a que, ya lo sabemos, pierdan y nos dejen como estamos: de la chingada.
Ah qué joder, pa’ qué tanto pesimismo si no pasa nada, como no pasa nada en el PRD de Veracruz, a según Uriel Flores Aguayo, y no pasa nada ni pasará, mientras tengamos en cuenta que "no puede haber éxito sin la participación ciudadana, pues lo que da vitalidad a las acciones de gobierno, se quiera o no es la participación ciudadana", dijera el Presi Calderón. Ajá, ahora sí nos quiere incluir, ¿acaso nos tomó en cuenta pa’ esa guerra contra el narcotráfico?
"Todos somos Juárez, reconstruyamos la ciudad", sí, claro; pero Presi Calderón, ¿“todos somos México, reconstruyamos el país”, no sería mejor?, porque hay reconstruir el país, pero completito…y todos juntos, ya, todos juntos ya…
Y ya que estamos hablando de mi México lindo y querido, jodidos pero felices, ajá, cómo ño, ¿se acuerdan mis lectores fans del significado de los colores de nuestra Bandera? Pos yo tampoco; bueno, maomeno. El caso es que en este año de celebraciones mexicanísimas, habría que reflexionar sobre su semántica cromática –qué lindura de cacofonía-, porque del color verde, ya casi no tenemos, es decir, esperanza; del blanco, mucho menos, esa unidad tan manoseada por los políticos; del rojo, pos qué les puedo decir, México teñido de rojo, por la sangre de nosotros mismos y, sobre todo, de nuestro hijos que hoy sin deberla ni temerla sufren y sufrirán un país que se nos está yendo de las manos…¿pa’ dónde? Vaya usted a saber. Cuestionemos mejor a nuestras autoridades y sin lamentaciones empecemos por nuestra propia casa a reinventar una convivencia respetuosa y tolerante, incluyente –a qué ganas de molestar con este término devaluado-, equitativa, colmada de amor, paz y buena salud…chale, ya me puse mamila. Sí, salud por esta fiestas de 2010 y sírvanme otra…
Los días y los temas
Al paso que vamos, no dudo que ahora las autoridades eclesiásticas católicas romanas y hasta los gobiernos panistas, pugnen porque el color blanco de la bandera signifique, otra vez, religión (fe a la Iglesia Católica). Si tan sólo con la palabrita “laico” en la Constitución se les apareció el diablo. Ya no digamos con los matrimonios del mismo sexo y mucho menos con eso de la adopción. ¡Jesús, Jesús, que se vaya el diablo y aparezca Jesús!
Pero ya lo dijo la actriz Julianne Moore, a propósito de la película “The kids are all right” que protagoniza: “Cualquier familia se sustenta sobre la lealtad, eso es lo importante, da igual si quien está al frente son dos madres lesbianas o un padre y una madre”.
Ah, pero eso sí, qué tal los sacerdotes pederastas en Irlanda, de lo cual sólo disculpas públicas ofreció del papa Benedicto XVI. Pos ‘ta bien, no pasa nada, con sólo unas Aves Marías y unos Padres Nuestros los pecados quedan absueltos. ¿Y las víctimas? Bien, gracias a Dios.
Digo, ya pa’ qué hablamos del padre Rafael Muñiz.
De cinismo y anexas
A propósito del matrimonio, del modo y modelo que gusten, les comparto estas palabras de Susan Sontag: “Quien sea que haya inventado el matrimonio era un ingenioso torturador. Es una institución DEDICADA a amortiguar los sentidos. Todo el objetivo del matrimonio es la repetición. A lo que mejor apunta es a la creación de fuertes codependencias mutuas”. Tintán, digo, tan tan.
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
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