Álvaro Belin Andrade
Hora Libre
El 15 de mayo próximo se cumplirán dos años de haber sido suscrita la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), entre la SEP y el SNTE.
La presión del organismo sindical por lograr el cumplimiento de muchos de sus postergados contenidos ha provocado que el titular de la SEP, Alonso Lujambio, esté en el ojo del huracán.
En efecto, este personaje que tiene la certeza de que la democracia mexicana es tonta ha sido blanco de innumerables críticas.
Los dirigentes del SNTE le han sonado duro por sus declaraciones en torno a hipotéticos avances en la negociación contractual, mientras que sectores del PRI en la Cámara de Diputados han cuestionado las formas en la adquisición de equipo de cómputo para profesores.
Es claro que la presión mediática del SNTE forma parte de una estrategia para ablandar a las autoridades federales y lograr que por fin se pague la firma estampada por Rafael Ochoa Guzmán en el documento de la ACE.
Y Lujambio ha estado cayendo redondito.
Primero, anunció la liberación de recursos para la operación del programa de estímulos a la calidad docente; ahora, ha trastabillado al toparse con una piedra fiscal cuando intempestivamente salió de compras, para obtener las 300 mil laptops comprometidas con el SNTE para los maestros.
En el apartado de modernización de los centros escolares, su antecesora Josefina Vázquez Mota se había comprometido a equipar con computadoras a los maestros que lograran su certificación de competencias digitales, a partir del mismo 2008.
Al parecer éste y otros compromisos habían sido puestos por las autoridades en el cajón, para lograr a cambio, antes de soltar todas las zanahorias, que el SNTE se comprometiera a involucrar a sus agremiados en los nuevos esquemas de acceso tanto a plazas magisteriales como a puestos de dirección de escuelas, además de participar en los procesos de actualización.
Y el tiempo les ha llegado. De alguna manera se han de cobrar el apoyo al PAN por parte del partido sentista, el Panal.
¿Megacompra sin transparencia?
Algo está fallando en la estrategia oficial, porque todo se hace a toda prisa para lograr un acuerdo satisfactorio con el mayor sindicato de América Latina, y en ese apresuramiento se ha caído en acciones que se prestan a la maledicencia.
El diputado federal priista, Ramiro Hernández, integrante de la comisión de educación de la Cámara de Diputados, ha cuestionado la adquisición de más de un cuarto de millón de computadoras que serán repartidas entre profesores seleccionados por el SNTE mediante un mecanismo no considerado en la ley de adquisiciones del sector público.
Con ello, la SEP contribuye a una mayor desconfianza en el manejo de los recursos públicos por parte del gobierno federal.
Según el diputado jalisciense, la megacompra resulta muy sospechosa pues se evade la ley de adquisiciones para hacer una asignación directa, lo que implicaría un interés muy particular de por medio.
¿Qué ha respondido a este respecto la parte aludida?
La SEP ha negado que esté violando la ley de adquisiciones del gobierno federal al tratar de comprar 300 mil computadoras destinadas a igual número de docentes del SNTE, que comanda Elba Esther Gordillo.
Y es que, según su decir, no hay necesidad de licitación puesto que los recursos no son públicos, sino provenientes de un fondo particular de los trabajadores. Por ello, la SEP seleccionará cuatro compañías proveedoras sin lanzar convocatoria para que concursen abiertamente las compañías que se crean con la oferta más conveniente.
“Aunque en todo momento se ha buscado que el proceso de adquisición de 300 mil computadoras sea absolutamente transparente y apegado, en la medida de lo posible, a las prácticas que establece la Ley de Adquisiciones, lo cierto es que la naturaleza de los recursos, que son patrimonio de los trabajadores, no permite que las instancias que la Ley define actúen como si fuera una licitación pública, porque no tienen competencia para ello. La eventual participación del Comité de Adquisiciones de la SEP hubiera, simple y llanamente, violado la Ley”, puntualiza la SEP en un comunicado.
De todas maneras, suena del todo extraño que el SNTE le haya hecho el encarguito a la SEP de ir al mercado a comprar computadoras con dinero de sus agremiados.
A todas luces, ese fondo fue constituido con dinero de los trabajadores y de la dependencia federal y, en ese sentido, los recursos de él provenientes debieran ser tratados como públicos, con todas las consecuencias jurídicas que ello implica.
Enlace: los números de Veracruz
En la semana previa a la aplicación de la prueba Enlace (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares), la secretaría de Educación (SEV) ha movilizado de nueva cuenta a los actores del proceso educativo, desde autoridades regionales y locales hasta padres de familia, con la idea de que la participación de los veracruzanos compruebe en los meses próximos que el estado puede estar ubicado en los primeros 10 lugares del ámbito nacional.
Y es que el examen está a la vuelta de la esquina. Su aplicación está programada para la semana del lunes 19 al viernes 23 de abril.
Ya hemos comentado la magnitud del reto que representará para nuestra entidad participar en esta evaluación que, en otros estados, sólo se aplicará de manera parcial.
Según datos proporcionados por la SEV, en la prueba participarán un millón 57 mil 42 alumnos, matriculados en grupos de tercero a sexto de primaria y de primero a tercero de secundaria, en 11 mil 514 planteles: 8 mil 678 primarias y 2 mil 836 secundarias.
Para el secretario Arredondo, la base del éxito del proyecto educativo del actual gobierno estatal radica en la importancia de emprender un trabajo colaborativo entre todos los participantes del quehacer pedagógico para asumir un nuevo liderazgo nacional.
En total, se han distribuido 18 mil 217 cajas de materiales de evaluación para las escuelas y 64 mil libros de apoyo, todo lo cual que representa 225 toneladas, transportadas a las 14 delegaciones regionales de la SEV mediante nueve tractocamiones.
Según la dirigente de la Asociación Estatal de Padres de Familia (AEPAF), Diana Santiago, el 82% de padres de familia con hijos en los grados que serán evaluados participarán como observadores de la aplicación.
Ya veremos cómo sale Veracruz…
Espacios derrotados, ¿espacios atendidos?
En febrero pasado, dedicamos un comentario al grave deterioro que sufren los espacios públicos en Xalapa. Varias observaciones recibidas de lectores y amigos resultaron más incisivas.
La opinión reiterada es que, para fortuna de la ciudad, sus pobladores y sus visitantes, el alcalde David Velasco Chedraui no tendrá más tiempo para intervenir en áreas de esparcimiento que han quedado olvidadas.
Si el equipo de inexpertos diseñadores urbanos que impuso la transformación de la imagen en el acceso al Paseo de los Lagos tendrá a su cargo los demás proyectos, más valdría que le bloquearan todo género de inversiones.
Xalapa y su paseo no se merecen ese resumidero escalonado, plagado de tubos y carente del menor vestigio vegetal, que el ayuntamiento construyó, con recursos etiquetados del gobierno federal, pensando que serían las gradas para espectáculos pueblerinos.
Las lámparas plantadas en el primer descanso, deterioradas a estas alturas, parecen haber surgido de una imaginación febril pero carente del más básico sentido de buen gusto y ánimo de posteridad, porque los tubos verticales coronados con lámparas ahorradoras no durarán ni lo que resta del trienio.
A la luz de los mencionados adefesios, todo visitante puede observar cómo los dos pequeñísimos contenedores de basura que el propio ayuntamiento ha colocado son rebasados, pidiendo prestado espacio en el piso para adornar con los desechos restantes sin que ningún empleado municipal esté presto a desahogarlas.
De ahí mismo comentamos el poco provecho que se obtiene de unas extraordinarias instalaciones, la ex Casa de Artesanías, hoy en manos de la Universidad Veracruzana bajo un nuevo nombre (Casa del Lago), pirateado de la UNAM, institución que hace ya muchas décadas hace florecer la cultura y las artes en la casona ubicada en el Bosque de Chapultepec, durante muchos años dirigida por el escritor y melómano veracruzano Juan Vicente Melo.
¿Por qué no se le ha puesto Casa de los Lagos? Todavía tiene tiempo la rectoría de rectificar.
La UV en el Paseo de los Lagos
Para fortuna de quienes hemos llamado la atención sobre este tema, nuestra alma mater ha hecho público un, en el papel, extraordinario proyecto para rehabilitar el viejo cascarón fabril que preside el paseo xalapeño por antonomasia.
Hace algunas semanas, durante marzo, las autoridades universitarias salieron al paso, anunciando la realización de un estudio para adecuar las instalaciones de la Casa del Lago xalapeña de manera que puedan disfrutarse espectáculos de danza, teatro y música, establecer un área permanente para la editorial universitaria y extender los espacios destinados a la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).
Se proyecta la creación de dos foros bajo la modalidad de caja negra, uno para espectáculos teatrales con capacidad para 300 espectadores, en una superficie de 560 metros cuadrados, y otro para danza, con capacidad para 105 espectadores.
Incluye también la instalación de un foro flotante al aire libre, con capacidad para albergar a la Orquesta Sinfónica de Xalapa, institución que podría ofrecer en él conciertos a un público de hasta 500 personas, en gradas colocadas provisional o permanentemente.
En la anterior FILU funcionaron muy bien las actividades culturales alternativas programadas en los foros de la Unidad de Artes, si bien el público debía salir a la calle para transitar entre la Casa del Lago y la sede de las facultades de Artes Plásticas, Danza, Teatro y Música.
Por ello, la UV contempla crear un acceso entre ambas instalaciones, lo que facilitará el tránsito de personas durante la FILU.
Se anunció como posible la colocación de un techo sobre el patio principal de la Unidad, lo que la haría el escenario propicio para actividades de la FILU y para eventos propios de las facultades.
Este anuncio es, al menos, una esperanza de que Xalapa recupere paulatinamente los que yo denomino los espacios derrotados.
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