La marcha pacífica por la Seguridad: Las provocaciones no fraguaron
Claudia Guerrero Martínez
Entre lo utópico y lo verdadero
¿Dónde estaba usted, inteligente lector, a las 10:30 de la noche, del martes 8 de junio del 2010? A estas alturas, tal vez, usted no lo recuerda con exactitud o probablemente, ya olvidó lo que hizo ayer y mucho menos, ese día en específico. Dos familias xalapeñas, nunca olvidarán ésta fecha. Los han marcado como un tatuaje y la recordarán toda su vida.
La familia Hákim Santiesteban y Méndez Hernández Palacios han sufrido el peor acto de barbarie, violencia y brutalidad, que se tenga recuerdo en Xalapa. Y más, porque son familias estimadas y han aportado a la comunidad xalapeña, prestigio y arraigo. Los asesinatos planeados y arteros de Fouad e Irene han trastocado la verdadera situación prevaleciente durante este sexenio, del que el Gobernador Fidel Herrera Beltrán pide, en su doble discurso, no hacer “Raja Política de este lamentable hecho”. Por otro lado, sus escribientes de la Guerra Sucia, se han encargado de denostar a las dos familias, quienes todavía no enterraban a sus muertos y ya aparecían publicadas sendas cartas desprestigiando, por ejemplo, a Don Alfredo Hákim Aburto.
Para debilitar el hecho que ha conmocionado a la capital del estado, inicia la guerra de basura en contra de los familiares de la pareja ejecutada. Y recalcamos, ser basura pseudoperiodística, pues otra vez, César Augusto Vázquez Chagoya hace alarde de su ética y valores, al publicar una carta escrita por un conocido columnista encubierto, quien lastima a las dos familias, además de ser cobardemente anónima y los datos no pueden ser comprobados. Es lamentable, los alcances de este hombre, Vázquez Chagoya, quien varias veces, elogiamos su trabajo periodístico y ahora, se ha convertido en lacayo del Gobierno Estatal para la denostación, el agravio y la difamación.
Los hechos dolorosos y violentos han marcado la fragilidad de Xalapa. Funcionarios como Sergio López Esquer, Secretario de Seguridad Pública y el Procurador de Justicia del Estado, Salvador Mikel Rivera muestran su ineptitud, complicidad y solapamiento, ante la ola de crímenes sin resolver. Nadie se salva de las agresiones, levantones y ejecuciones en el estado y predominantemente en Xalapa, donde las extorsiones son el pan nuestro de cada día. Todos tenemos a un amigo, familiar y hasta conocido, quien paga protección a grupos del crimen organizado. Fidel Herrera quiere convencer a la ciudadanía en forma mediática, que los ataques, muertes y ejecuciones son parte del ambiente electoral, ocultando la gravedad de que el poder y la seguridad se le fueron de las manos. Es pues, un Veracruz secuestrado por grupos delincuenciales.
El miedo se posiciona de los empresarios y académicos; las cámaras y organizaciones exigen seguridad en Veracruz pidiendo a los jefes policiacos, si no pueden con el paquete, que renuncien por vergüenza y la ciudadanía clama acciones rápidas para terminar con esta ola de inseguridad e incertidumbre. Por eso, los que ahora tienen tribuna, son los candidatos y políticos de las diferentes fracciones, quienes desde sus trincheras exigen al Gobernador del Estado haga algo al respecto y no continuar con esta tolerancia, misma, empieza a ser sospechosa.
Las investigaciones ministeriales giran en torno de los negocios de la familia Hákim y las autoridades ponen a los dolientes en el banquillo de los acusados, como si ellos tuviesen la culpa de lo sucedido. Esperemos, ser trasparente ésta averiguación y dé nombres de personajes con poder sexenal, quienes sí están involucrados en obras fraudulentas, recursos oscuros y constructoras con prestanombres… Fouad e Irene son inocentes de un sistema corrupto…
***La marcha pacífica por la Seguridad: Las provocaciones no fraguaron
Eran las 10:45 de la mañana, cuando arrancaba la Marcha Pacífica por la Seguridad, Democracia y el Respeto de Libertades de los Ciudadanos. Cerca de 30 mil personas eran convocadas a no caer en provocaciones y Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN-PANAL a la Gobernatura de Veracruz y César Nava, dirigente Nacional de Acción Nacional encabezaban dicha marcha.
Se percibía el ambiente denso y preocupante, pues ya se había notificado a los asistentes que el Movimiento de los 400 Pueblos y las carpas con gente contratada por Pasillos del Poder, de César Augusto Vázquez Chagoya estaban esperando a Yunes Linares para la denostación y provocación intensa. También, enviar a reporteros oficialistas con cuestionamientos teledirigidos y una de ellas, reportera de la Jornada Veracruz, en estado etílico, trató de provocar a los asistentes. Ante todo esto, no tuvo respuesta…
Los asistentes en forma pacífica, no cayeron en provocaciones: Si había denostaciones, se realizaban aplausos; si había gritos acusadores, se debilitaban con peticiones de justicia y democracia; si los parlantes acusaban de represor, los asistentes gritaban “Sí se pudo, Sí se pudo”. Si los priistas gritaban, los manifestantes exigían Seguridad y Paz…
Los discursos inician con Mariana Aguilar, exponiendo la real situación en el estado. Luego, César Nava, compadeció a Javier “Javi Du” Duarte a no asistir al debate, porque no le dio permiso su Patrón: “Javier, yo también tendría miedo de debatir con Miguel Ángel Yunes Linares”… Y lanzó una advertencia: “Con esta marcha, ya nadie nos para”, provocando el aplauso de 30 mil almas, quienes gritaban Yunes, Yunes… Después, en el discurso de Yunes Linares, invitó a los veracruzanos a exigir seguridad, trasparencia y democracia. A un mejor Veracruz, que está enfermo y con graves problemas por una administración corrupta.
Al final de éste multitudinario evento, la presencia de carros pintados de rojo, con personas en apoyo a Elízabeth Morales y Javier Duarte, quienes lanzaban sandwicheras, playeras, morrales y termos, en forma de proyectiles, golpeando a varios asistentes al mitin. Esto se revirtió, pues todo lo que lanzaban, les eran devueltos de la misma forma. Lo más preocupante, la presencia de oficiales de Tránsito, entre ellos, el encargado de operatividad de apellido Alegría, le cuestionaban la facilidad de acceso a éstos priistas en la manifestación, con la intención de provocar conatos de bronca y se limitó a decir: “Yo no puedo hacer nada, la calle es libre”. Ante esta respuesta, lamentamos la actitud de estos servidores públicos, quienes olvidan que su obligación es evitar alguna confrontación.
Este evento, fue minimizado por muchos medios oficialistas y rompe esquemas de represión, de quienes impedían realizar mítines partidistas en la capital del estado, organizados por Dante Delgado Rannauro o por el propio Miguel Ángel Yunes Linares. Los alcances de esta manifestación retumban en los oídos de Fidel Herrera, quien buscará en los siguientes días, minimizar el evento y poner a trabajar a todo su aparato estatal de Guerra Sucia. Lo único que logrará es el hartazgo de la ciudadanía…
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