Luis Alberto Romero
Hace apenas una semana, Jorge Carvallo Delfín retomaba sus conferencias de prensa y aseguraba que en sus planes no estaba la renuncia a la presidencia del Comité Directivo estatal del PRI. Hoy podemos decir que es prácticamente un hecho que Carvallo se va del CDE priista y que en su lugar llega Ranulfo Márquez Hernández, en un intento –aunque sea tardío– por elevar un poco el bajísimo nivel de dicho órgano partidista.
El cambio, en el Comité estatal del PRI se produce luego de que una cascada de voces críticas exigiera la salida de quien dice estar llamado a ocupar el liderazgo de la fracción priista en la legislatura estatal. Aunque eso del liderazgo está por verse, porque en esos espacios normalmente ubican a políticos con experiencia, trayectoria y sobre todo capacidad; Carvallo no parece reunir ninguna de esas características.
Es que organizaciones y sectores del tricolor ya se habían manifestado al respecto, exigiendo la salida de Jorge Carvallo del CDE. Desde la CTM hasta la CNC, cuya dirigente estatal, Bertha Hernández, se sumó la extensa fila de priistas que apuntaban que la continuidad en el cargo no era viable.
Raúl Díaz Diez, secretario de Organización del PRI estatal, intentó ser cordial y apuntó que el dirigente estatal del partido cumplió “dignamente” con su encargo al ganar la gubernatura y el Congreso local en las pasadas elecciones del 4 de julio… y de inmediato reconoció las virtudes políticas de quien sería el sucesor.
Habría que señalar que eso de “dignamente” tiene que ver con las virtudes que posiblemente tenga la persona de Jorge Carvallo, “dignamente” en nada se relaciona con capacidad y talento político, cualidades que evidentemente no mostró en su prueba de fuego: las elecciones el 4 de julio.
Finalmente, los 650 miembros del Consejo Político estatal del PRI se reunirán este lunes a las siete de la noche en el Museo del Transporte de Xalapa, y aunque el periodo de Carvallo termina el 20 de noviembre del 2012, nada obliga a los priistas a respetar esos tiempos, por lo que el relevo se adelantará.
El cambio no resulta nuevo ni inesperado: ya Edel Álvarez Peña, exdirigente estatal del PRI, habría señalado hace dos semanas que durante la próxima sesión del Consejo Político estatal se evaluaría el desempeño del actual dirigente del partido. La posición era ya insostenible y por ello se determinó el cambio de inmediato.
Así, el oriundo de Toluca pasará a la historia reciente de Veracruz como producto de un error, de una equivocación que costó al PRI casi 130 ayuntamientos y 10 diputaciones locales.
PRD, la disputa por los despojos
La dirigencia estatal del PRD ya adelantó que sus dos únicos diputados en la próxima Legislatura serán llamados a acatar la “línea” que marque el partido, antes de emitir cualquier voto o pronunciamiento.
“Estaremos pendientes de los diputados y de lo que se vote, tendrá que pasar por la línea estatal y que asuman el compromiso del Partido”, estableció el dirigente estatal de ese partido, Celso David Pulido Santiago. Sin embargo, nada impide a los legisladores perredistas ignorar el llamado y transitar por la libre, estableciendo alianzas con los partidos mayoritarios; es ahora, cuando los perredistas estarán más cotizados que nunca.
Mientras eso ocurre, la dirigencia estatal puede seguir peleando por el control de lo único que alcanzó su partido: dos diputaciones plurinominales; 24 de los 212 ayuntamientos –gobernarán los municipios más pobres– y 56 de las 630 regidurías en juego. Es la lucha por los despojos.
luisromero85@hotmail.com
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