miércoles, 13 de octubre de 2010

La deuda

Luis Alberto Romero

La información que se maneja en el ámbito nacional coloca a Veracruz como uno de los estados más endeudados del país. El crecimiento de la deuda ha sido exponencial y ese hecho reducirá el margen de operación de los próximos gobiernos.
Hay quien estima que la cifra podría superar al finalizar el actual sexenio, los 19 mil millones de pesos, si es que se hace efectiva la autorización para obtener diez mil millones.
Pero no sólo el Gobierno del estado ha comprometido futuros ingresos: actualmente, la deuda de los ayuntamientos de Veracruz llega a ocho mil millones, sin contar con el hecho de que al menos 50 gobiernos municipales solicitaron autorización para pedir más préstamos.
El asunto de la deuda del gobierno de Veracruz se ha vuelto tema de discusión en el Congreso, donde Acción Nacional propuso reformas a los artículos 73 y 117 de la Constitución, para asegurar que los gobiernos de los estados comprometan excesivamente sus futuros ingresos.
Y es que de acuerdo con Felipe de Jesús Cantú, diputado federal, la deuda de Veracruz se ha incrementado durante los últimos diez años en un 53 mil por ciento, sin contar con el más reciente crédito autorizado por la Legislatura del Estado, diez mil millones de pesos que servirán para la reconstrucción de las zonas siniestradas por los fenómenos naturales. Gabriela Cuevas, también legisladora federal, fue más allá y señaló que el Gobierno del estado “prácticamente tiene embargadas a las siguientes generaciones.”
La cifra del endeudamiento de Veracruz puede resultar escandalosa; sin embargo, prácticamente no hay estado ni municipio de la República sin deuda. Ernesto Cordero, secretario de Hacienda del Gobierno Federal proporcionó –durante su reciente comparecencia ante el Congreso– datos que hablan del creciente endeudamiento de los gobiernos locales: en un año y medio, la deuda de estados y municipios pasó de 203 mil a 270 mil millones de pesos, debido a que se niegan a ejercer sus facultades recaudatorias y únicamente esperan la llegada de recursos de la Federación.
Desafortunadamente, Veracruz es de las entidades con más deuda. En diez años pasó de 17.8 millones de peso a 9 mil 580 millones.
En su descargo, el gobernador Fidel Herrera negó que las finanzas estatales se encuentren comprometidas a futuro, dado que la bursatilización –utilizando términos de la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público– “no es una deuda sino una obligación y la única que hemos hecho es la de la tenencia”, de igual manera, apuntó que Veracruz no ha dispuesto de ni un centavo de la línea de crédito autorizada por la legislatura (los diez mil millones de pesos), ni ha hecho efectiva la bursatilización de cinco por ciento de las participaciones federales.
La explicación puede ser tomada como un eufemismo, porque si bien no es exactamente deuda, de igual manera se tiene que pagar; es como la reciente declaración de un funcionario de finanzas, quien aclaraba que Veracruz no tenía deuda, sino adeudos…
En todo caso, lo de menos es si se trata de adeudos, obligaciones o deuda, de cualquier manera se tiene que pagar y eso le tocará a las próximas administraciones.
Fidel Herrera pasará a la historia de Veracruz como un gobernador hiperactivo, que respondió, a su manera, a las necesidades del estado, que ejerció el poder y logró conservarlo y que… dejó una enorme deuda. En ese sentido, la tendencia y el rumbo de este Gobierno estatal quedaron definidos desde el 2006: de acuerdo al informe de deuda pública de entidades y municipios (SHCP), la deuda de Veracruz creció ese año cerca de 60 por ciento, pasando de tres mil 464 millones a cinco mil 514 millones de pesos, y con los años creció todavía más.

luisromero85@hotmail.com

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