viernes, 29 de octubre de 2010

Lodo azul

Guillermo Basurto Origel

Aún no se desvanece en los aires el grito de fraude, clamado por las huestes azules con motivo de la elección de gobernador y alcaldes en la entidad veracruzana, cuando nuevamente se logra escuchar tal clamor, pero ahora atravesando las paredes institucionales y dirigiendo sus saetas dentro del propio ejército Panista.
El motivo es desde luego, la elección de Consejeros Estatales mismos que tendrán que nombrar al próximo dirigente Panista en Veracruz.
Guerra cruenta y sin cuartel la que libran las huestes. Apenas hace 5 meses hermanados por la ambición de la gubernatura y hoy enfrentados a muerte, sin medir consecuencias de maniobras y actuaciones alejadas de sus principios doctrinarios y democráticos… ¡Poder es Poder! pareciera que gimiesen los tambores de guerra.
Dentro del cúmulo de agravios que las partes dan a conocer por debajo del agua, toda vez que de divulgarlo en forma directa, es motivo y causal de expulsión de su partido (aquí se callan como los machitos, parece que dijeran sus estatutos), se encuentran una diversidad de maniobras que causarían envidia y admiración de Priistas y Perredistas juntos.
Al margen de muchas de ellas, que por el desgaste económico sufrido en la pasada contienda constitucional, es difícil creer en la cooptación económica del voto, por lo que se pudiera ubicar como una leyenda urbana de parte de los perdedores en las convenciones municipales, así como la participación activa de los candidatos municipales electos, a favor de una u otra de las corrientes, quienes pedirían el voto de su militancia ante la expectativa de sumarse a la nomina municipal en el 2011, cuestión que de haberse dado, es muy difícil acreditar ante los tribunales, existen otros, que tal vez si tengan que llegar hasta el Tribunal Federal Electoral y ante los Institutos (Federal y Local) de Transparencia a la Información: Recorte de Padrones Municipales e Invalidez de las Constancias Municipales de No Adeudo a los Funcionarios de Elección.
Se quejan los candidatos perdedores en las convenciones municipales que no permitieron votar al 100% del Padrón de militantes, bajo el argumento que no firmaron su acreditación como delegados, cuando los excluidos dan testimonio que jamás conocieron la Convocatoria. Es posible que algunos actores intenten hacer valer este agravio, basado solamente en testimoniales de los miembros activos a los que se les negó el acceso a la convención. Difícil que la ganen y que anulen la convención, pero en fin, no hay peor lucha que la que no se hace.
El otro agravio del que se duelen las partes, es en la inequidad en razón a las Constancias Municipales de No Adeudo emitidas a favor de los que son o fueron funcionarios de elección.

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