Raúl Abraham López Martínez*
Coyuntura Política XXI
En calidad de ciudadano me sumo a las críticas que varias personas me han expresado en torno a los cuatro diputados de representación proporcional que integran la fracción legislativa del PRD estos son: Margarita Guillaumín Romero, Celestino Rivera Hernández, Fredy Ayala González y Manuel Bernal Rivera.
Estos cuatro diputados se distinguieron por actuar como una oposición servil a favor de los intereses del Partido Revolucionario Institucional. Convirtiendo una representación propia de un partido político opositor, en una fracción satélite del gobernador en turno.
En la prensa han quedado registrados los distintos episodios en donde estos diputados votaron de la mano con el PRI o en otras ocasiones se abstenían de votar con tal de no bronquearse con sus padrotes políticos.
Este comportamiento político es el reflejo del alto grado de descomposición política en el que se encuentra inmerso el PRD en la entidad. Un partido sumergido en la falta de liderazgos emanados de procesos democráticos, de un partido que se ha sumido en la miseria política y que ha optado en priorizar las cuotas de las tribus en detrimento de un proyecto político vinculado con amplios sectores de la sociedad.
Queda claro, que los integrantes de la fracción legislativa del PRD decidieron desechar cualquier tipo de relación orgánica con el partido que los llevo a ocupar sus cargos.
En su lugar, optaron por desempeñar sus funciones a título personal, sin tener la necesidad formal de rendir cuentas.
Sin un marco partidista que regulara su participación en el Congreso Local llegaron al extremo de defender a capa y espada al diputado del PRD Celestino Rivera Hernández acusado del delito de violación en agravio de una casi niña indígena del norte de Veracruz.
Protegido por el fuero legislativo, de nada ha servido el proceso penal que existe en contra de este legislador del Sol Azteca, y tampoco han tenido efecto las denuncias públicas que en su momento realizaron la directora del Instituto Veracruzano de la Mujeres y distintos organizaciones no gubernamentales que trabajan en defensa de los derechos humanos de las mujeres.
En respuesta, de manera hipócrita la única mujer que integra la fracción del PRD Margarita Guillaumín Romero descalificó los señalamientos y cínicamente actuó como defensora de un presunto violador con fuero legislativo de izquierda.
Otro asunto que llamó la atención de los medios de comunicación y del propio Comité Ejecutivo Nacional del PRD, fue el que protagonizó el diputado Manuel Bernal Rivera, personaje que decidió no acatar el mandato de su partido en el tema de la integración de los consejeros del Instituto Electoral Veracruzano.
Para rematar, a punto de finalizar esta legislatura, los cuatro fantásticos del PRD en voz de Manuel Bernal Rivera el día 3 de octubre de 2010 en sesión extraordinaria se manifestaron a favor de otorgarle un cheque en blanco al gobernador por la nada despreciable cantidad de 10 mil millones de pesos, sin proponer algún mecanismo efectivo de transparencia en la solicitud crediticia y en el uso de estos recursos económicos.
Estos son los diputados del PRD que ya se van, regresan a sus casas hinchados de dinero, regresan felices porque han cumplido de manera servil con el poder. En cambio su aporte a la promoción de la democracia en Veracruz se reduce a una esplendorosa nulidad.
*Director de la Revista Digital Independiente Voz Universitaria www.vozuniversitaria.org.mx raul@vozuniversitaria.org.mx
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