domingo, 2 de enero de 2011

Deseos de 2011

Arturo Reyes González
Burladero

La verdad es que este año en el cambio de, en el contexto de la cena familiar, mi cabeza –o una parte de ella- no dejaba de pensar en todo lo que no he logrado y quiero hacer en el 2011; la lista de deseos, anhelos y propósitos estaba llena de cosas materiales debo ser sincero.
Este año no estaba pensando primero en salud, que como por herencia se me ha inculcado de manera indirecta por mi padre, quien desde hace más de 20 años padece diabetes, debe ser por eso verdad que es su prioridad. Pero por qué yo no estaba pidiendo primero lo mismo, quizá porque creo que la tengo, por lo que la omití como mi primer deseo, pese a que en la lista de mi padre y mi madre sigue siendo lo primero.
Salud es lo primordial han dicho año tras año, es lo primero, con ella puedes lograrlo todo. ¡Lo sé! Tienen razón pero bueno, yo estaba pensando en autos, en viajes, 90 mil pesos vale en la agencia de viajes ir a la Patagonia, hay que checar mejor la internet en directo; también en la moto que jamás me he atrevido a tener, en una Ipad, una laptop Mac, en un celular Blackberry, en el Iphone 4, en un Volkswagen sedan de colección o un Jeep aventurero que me lleve a las dunas de arena cercanas a la playa del farallón.
Y luego de la lista de “Gadgets” y autos, enseguida venia un mejor salario, un mejor trabajo pensando netamente en una remuneración superior a la actual, cree que acaso repare un solo instante para pensar en cuál, en dónde, en cómo, ¡No! estaba pensando en tener dinero para poder comprar primero los gadgets y luego lo demás.
Mi cabeza estuvo llena de cosas materiales. Qué estaba pasando, a dónde fueron mis anhelos de justicia, de un México lleno de oportunidades, de cambio, de seguridad, de paz, de distribución de la riqueza, de desarrollo para todos los que necesitan mostrar su talento y capacidad; creo que se había quedado en alguna caja en casa. La verdad es que el hecho de no escribir unos días y entregarme casi por completo a la cotidianeidad mundana me hizo daño, tanta televisión e internet parecen la principal causa.
Inquieto por este hecho acudí a la web y encontré que definitivamente hay una tendencia mundial ente un sector de jóvenes de sectores medios altos de países desarrollados y en vías de desarrollo de consumir menos y vivir de manera más sencilla como parte de la búsqueda de su felicidad.
De acuerdo con esta visión, el vivir con altos niveles de consumo y comprar bienes de lujo obliga a ser presa de un ciclo interminable de siempre querer más y tratar de estar por encima de los otros. Y es que la cultura occidental, ahora también la asiática, programa a sus miembros para pensar que la felicidad sólo es posible si se obtiene la ropa de moda, el último equipo electrónico o se cambia el carro cada tanto tiempo.
Un estudio publicado en la revista Psychological Sicence revela que en las personas existe una real contradicción entre la búsqueda de la riqueza y la capacidad de “saborear” las experiencias positivas de la vida. Investigaciones de la Universidad de California indican que cuando se gasta el dinero en la búsqueda da una experiencia (ir al teatro, tomar clases, ir de vacaciones…) se produce una satisfacción mayor y más duradera que con sólo comprar y tener cosas. Revelan también que, a diferencia del consumo de bienes materiales, los que buscan el goce de experiencias otorga una felicidad más perdurable porque permanecen en la memoria y pueden ser socializadas.
Los jóvenes que se inscriben en esta nueva tendencia cultural encabezan un movimiento de “regreso a lo básico” como forma de vida que implica dar una nueva importancia a la familia, el hogar y las experiencias vitales. Estos jóvenes también tienen claro que el lujo y el estatus social no les proporcionan felicidad, pero sí lo hace el “placer” de vivir de manera más sencilla y austera. Proponen, pero sobre todo, viven un estilo de vida que no exige del tener y da lugar al ser.
A esta nueva tendencia algunos estudiosos la ubican como una reacción a la crisis económica y piensan que puede resultar pasajera, pero otros la ven como una nueva forma y estilo de vida que llegó para quedarse. Los que la han adoptado no la proponen como una acción contestataria, a la manera de los hippies de los 60, sino como una nueva alternativa de vida que implica una decisión de carácter estrictamente personal.
¿Y usted, usted qué pidió para su persona y familia para este año que inicia? ¿dinero, cosas materiales o felicidad, experiencias y vivencias?
argo_reyes@hotmail.com

No hay comentarios: